Cientos de simpatizantes del ex presidente brasileño Jair Bolsonaro marcharon el martes en Brasilia para exigir una amnistía “amplia, general e irrestricta” para el líder ultraderechista y otros condenados por el intento de golpe de Estado tras las elecciones de 2022.
Los manifestantes se concentraron frente a la Biblioteca Nacional y caminaron hasta el Parlamento brasileño, coreando consignas como “¡Vuelve, Bolsonaro!” y “¡Amnistía, ya!”, mientras defendían al ex mandatario, en prisión domiciliaria desde agosto.
Bolsonaro fue condenado por la Corte Suprema a 27 años y tres meses de cárcel por liderar, con apoyo de antiguos ministros y mandos militares, un plan para impedir la investidura del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
El senador Flávio Bolsonaro, hijo del ex presidente, arengó a los manifestantes desde un bus con altoparlantes: “Así como él no agachó la cabeza, nosotros no vamos a hacerlo. Ustedes son participantes activos de un acto más por la amnistía. Estamos a un paso de conseguir su aprobación”. La multitud vestía mayoritariamente verde y amarillo, los colores de la bandera nacional.

El Partido Liberal (PL), liderado por Bolsonaro, impulsa en el Congreso una amnistía que beneficiaría tanto al ex presidente como a los más de 700 condenados por los ataques del 8 de enero de 2023, cuando miles de seguidores del ex mandatario irrumpieron en las sedes de los tres poderes para intentar presionar por una intervención militar y revertir los resultados electorales.
En el marco de la marcha, el diputado del PL Marcos Antonio Pereira, conocido como Zé Trovão, afirmó: “No podemos crear una ley que no beneficie en nada a quien está en prisión. O es una amnistía amplia, general e irrestricta o no la aceptaremos”.
Por su parte, el diputado João Chrisóstomo defendió la inocencia de Bolsonaro y expresó su esperanza de que pueda presentarse a las elecciones presidenciales de 2026, aunque actualmente está inhabilitado.
Durante la marcha, se observaron carteles a favor del presidente de Estados Unidos Donald Trump, aliado de Bolsonaro, quien en agosto impuso aranceles del 50% a Brasil alegando que la justicia brasileña realizaba una “caza de brujas” contra el ex mandatario.
Trump, sin embargo, abrió la puerta a una negociación con el gobierno brasileño tras un encuentro breve con Lula en la Asamblea General de la ONU y posteriormente una llamada.
“Tuve una conversación telefónica muy buena con el presidente Lula, de Brasil. Hablamos de muchos temas, pero se centró principalmente en la economía y el comercio entre nuestros dos países”, declaró Trump en su red social Truth Social.
“Seguiremos conversando y nos reuniremos próximamente, tanto en Brasil como en Estados Unidos. Disfruté mucho de la conversación. ¡A nuestros países les irá muy bien juntos!”, agregó.
Un manifestante, Adriano Brito, afirmó: “Trump es muy inteligente, él sabe lo que está haciendo. (La llamada a Lula) no es un problema”.
(Con información de AFP y EFE)