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Pablo Carrasco y su esposa
Pablo Carrasco y su esposa Ana Iewdiukow, socios comerciales de Conexión Ganadera, en una audiencia para iniciar formalmente una investigación penal en su contra (REUTERS/Martin Varela Umpierrez)

Mientras el agro uruguayo atravesaba una crisis por la fuerte sequía de 2022 y 2023, dos de los socios del fondo Conexión Ganadera que captaba el dinero de ahorristas para comprar ganadocomenzaron a hacer transferencias de dinero a una cuenta en España. La última fue en febrero de 2024, cuando faltaban pocos meses para que públicamente se conociera que Conexión Ganadera era, en realidad, un esquema Ponzi.

En total, el matrimonio que dirigía la empresa transfirió 2.015.000 euros, según un informe del Banco Central del Uruguay (BCU) reflejado por El Observador.

Quienes hacían las transferencias eran Pablo Carrasco y su esposa, Ana Iewdiukow. Carrasco –que era el principal director junto al fallecido Gustavo Basso– está en la cárcel imputado por estafa y lavado de activos, a la espera del juicio. Su esposa hasta ahora aguarda el juicio en prisión domiciliaria porque solo le fue tipificado el delito de estafa, pero el fiscal que sigue el caso, Enrique Rodríguez, ampliará la acusación.

Un inversor afectado sostiene una
Un inversor afectado sostiene una máscara que representa a Pablo Carrasco mientras la gente protesta frente al tribunal (REUTERS/Martin Varela Umpierrez)

Carrasco y Basso iniciaron el negocio en 1999. Conexión Ganadera se dedicaba a captar el ahorro privado para comprar ganado. A cambio pagaba una renta fija de, al menos, el 7%. Basso y Carrasco se habían convertido en dos empresarios referentes del agro, incluso el segundo era también un referente de opinión. Pero los ojos pasaron a estar encima de la empresa a fines de 2024, en un contexto de una caída generalizada de los fondos.

En medio de las noticias de la crisis de otras empresas similares, Basso murió en un accidente de tránsito. Todavía no se sabía que Conexión Ganadera también estaba con números rojos: tenía un pasivo de USD 230 millones. Faltaba todavía más tiempo para saber que, en realidad, Basso se había suicidado: la Justicia comprobó que su muerte se dio tras chocar voluntariamente contra una maquinaria vial.

La esposa de Basso también fue imputada por estafa y está en prisión domiciliaria. Ella está aguardando el juicio en un lujoso apartamento en Punta del Este, algo que causa indignación a los inversores.

Daniela Cabral, viuda del ex
Daniela Cabral, viuda del ex director de Conexión Ganadera Gustavo Basso (APU)

En los últimos días hubo novedades sobre este caso porque se conoció el análisis del Banco Central que recaba información de las transferencias. El informe da cuenta de siete transferencias de distintos montos que tenían como remitente a Carrasco desde Uruguay y como destinataria a la cuenta de Iewdiukow, en el banco BBVA español.

Las últimas transferencias son de fines de 2024, cuando Conexión Ganadera ya estaba en problemas. Las otras son de 2022 y 2023, con la empresa ya en crisis por la sequía. Esto hace sospechar que el dinero era de los damnificados.

Este lunes, Iewdiukow fue hasta la sede de Fiscalía para declarar nuevamente ante el fiscal Enrique Rodríguez. En la puerta había una manifestación de afectados por la causa. En la audiencia de una hora y media, la acusada contó que quien administraba la empresa era Basso. Dijo que ellos confiaban en los balances que él le mostraba. Según su versión, el director fallecido los “estafó y robó”, reconstruyó El Observador.

Afectados por la estafa de
Afectados por la estafa de Conexión Ganadera (REUTERS/Martin Varela Umpierrez)

Con respecto a las transferencias, Iewdiukow dijo que la mayor parte fueron en 2022, cuando la empresa aún no daba pérdidas. Con ese dinero compraron un apartamento en Madrid para sus hijos, que luego amueblaron. Cuando la situación de la empresa se volvió crítica, el matrimonió retiró USD 50.000 hacia el exterior, de acuerdo a la versión.

El informe del Banco Central señala que hubo dos transferencias por USD 15.000 en 2024 y otra por USD 20.000 en 2023. La mayor parte del dinero fue enviado a Europa en 2022. El monto más abultado transferido fueron 900.000 euros.