¿Crisis en el Tribunal Electoral de Bolivia?: una supuesta carta de renuncia expone disputas internas

El martes se difundió que el presidente interino del organismo había renunciado pero luego se dijo que era una licencia de salud. Analistas ven una crisis institucional por diferencias entre los vocales de la Sala Plena

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Los vocales del Tribunal Supremo
Los vocales del Tribunal Supremo Electoral de Bolivia, en una imagen de archivo. Foto: Prensa local

La filtración de una carta de renuncia del presidente interino del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia causó un remezón en el organismo cuando falta menos de un mes para las elecciones generales. El martes por la tarde, se difundió la noticia de que Óscar Hassenteufel había presentado su renuncia al cargo de vicepresidente y presidente interino del tribunal, pero luego los vocales informaron que se trataba de una licencia temporal por motivos de salud.

El entredicho generó incertidumbre sobre el manejo del organismo electoral. Según fuentes allegadas al tribunal, hay una disputa interna por el liderazgo del organismo que a finales de abril no pudo renovar su directiva y dejó la presidencia acéfala, por lo cual Hassenteufel ocupó el puesto interinamente. En ese entonces se difundió que dos de los siete vocales que integran la Sala Plena se postularon para presidir el organismo pero no recibieron el respaldo de sus colegas, lo que profundizó la fractura interna.

Publicaciones de la prensa local señalan que Hassenteufel habría recibido presiones de dos vocales para presentar su renuncia y que se elija a una nueva directiva, pero luego obtuvo el respaldo de los demás miembros para mantenerse en el cargo al menos hasta que se lleve a cabo la votación. La filtración de la carta de renuncia, que no llegó a presentarse de manera oficial, causó revuelo e inmediatamente después, uno de los vocales informó que Hassenteufel había pedido una licencia por salud.

El presidente interino del TSE,
El presidente interino del TSE, Oscar Hassenteufel brinda declaraciones a los medios luego de la reunión dos magistrados del TCP en La Paz, Bolivia.

“Efectivamente tengo una baja médica por cuatro días. Estoy en la casa, estoy tomando algunos medicamentos (…) Me gustaría decirle al pueblo de Bolivia que se quede tranquilo, que el proceso electoral está absolutamente garantizado, que no estamos descuidando ninguna de las tareas pendientes y que en la fecha señalada (el 17 de agosto) se cumplirá con este proceso tan importante”, manifestó el vocal Hassenteufel el miércoles en una entrevista con el portal de noticias Brújula Digital.

Luego del escándalo, el vocal fue respaldado por varios actores políticos, candidatos y el presidente del Tribunal Supremo de Justicia, ante la complejidad que supondría atravesar una crisis institucional interna en puertas de una elección general. “Ellos tienen la responsabilidad de la democracia en este momento. Hay que cumplir con la patria y seguir adelante con el calendario electoral. Todos los vocales deben permanecer firmes para garantizar las elecciones”, manifestó Romer Saucedo, presidente de la Suprema.

Para el analista político Carlos Saavedra este incidente muestra que en la interna del TSE hay dos bloques, uno de los cuales “intenta tener visibilidad y poder”, lo que profundiza la crisis institucional de un organismo que “se muestra improvisado, sin una vocería clara ni orden para manejarse”.

Frontis del Tribunal Supremo Electoral
Frontis del Tribunal Supremo Electoral en La Paz, Bolivia. Foto: APG

Mientras un vocal desmentía la renuncia, otra vocal la ratificaba. “Sí hubo la carta”, manifestó Nancy Gutiérrez y dijo que no alcanzó a leer la renuncia porque una secretaria se la quitó de las manos. “¿He visto la renuncia? He visto. ¿Qué quieren, que mienta? no voy a mentir, la nota existió”, sostuvo, citada por el periódico La Razón.

El periodista y ex encargado de Comunicación del TSE, César Del Castillo, escribió en su cuenta de Facebook que la existencia de una carta de renuncia, mientras no sea formalmente recibida y considerada, no tiene repercusiones jurídicas. Sin embargo, señaló que “es una muy mala señal que viene de hace rato. Recordemos que los vocales que deberían ser ejemplo de la construcción de consensos, no pudieron ponerse de acuerdo para elegir a un presidente titular. Eso es francamente inadmisible”.