El presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Hugo Motta, bloqueó este martes la iniciativa de un grupo de legisladores de ultraderecha que buscaban rendir un “homenaje” al ex presidente Jair Bolsonaro, cuya situación jurídica enfrenta nuevas complicaciones.
Motta suspendió una sesión convocada por el bolsonarismo en la que se esperaba la presencia del ex presidente, argumentando que el Parlamento se encuentra en receso. A pesar de esto, este lunes, Bolsonaro (2019-2022) participó en una reunión en la Cámara baja que terminó con desorden y una advertencia judicial dirigida al líder de la ultraderecha.
Después de esa reunión, Bolsonaro pronunció un breve discurso junto a varios diputados, mostró a la prensa la tobillera electrónica que le impuso la Corte Suprema y desafió al tribunal al afirmar que él solo cree en "la justicia de Dios“.
El magistrado Alexandre de Moraes, quien lleva dos procesos contra Bolsonaro, estipuló que los abogados del ex presidente debían explicar antes del martes el incumplimiento de la medida cautelar que prohíbe a Bolsonaro utilizar redes sociales de manera directa o indirecta.
La decisión se fundamentó en que varios legisladores y seguidores de Bolsonaro transmitieron imágenes del acto en el Congreso.
Poco antes, De Moraes recordó que la prohibición para Bolsonaro abarca “la transmisión, retransmisión o publicación de audios, videos o transcripciones de entrevistas en cualquier plataforma, incluso si es realizada por terceros”.
Dichas restricciones y otras fueron impuestas el pasado viernes en una causa vinculada al proceso por golpismo que se sigue contra Bolsonaro.
En este caso, el ex presidente es investigado por supuestas gestiones realizadas junto con su hijo y diputado Eduardo, ante el Gobierno de Estados Unidos para promover sanciones contra los magistrados responsables del juicio y contra el propio Brasil.
Eduardo, quien permanece en Estados Unidos desde marzo, afirmó haber influido en la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de amenazar a Brasil con aranceles del 50% a partir del 1 de agosto, si no detiene lo que el líder republicano calificó como "caza de brujas" contra Bolsonaro.
El Departamento de Estado estadounidense suspendió la semana pasada los visados de ocho de los once magistrados de la Corte Suprema de Brasil con ese mismo argumento.
