
Dos partidos políticos en Bolivia perdieron su personería jurídica y no podrán participar en las elecciones generales convocadas para el 17 de agosto. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) anunció este jueves que el Partido de Acción Nacional Boliviano (PAN-BOL) y el Frente Para la Victoria (FPV) fueron suspendidos porque ninguno de los dos superaron el 3% en la votación de 2020, uno de los requisitos fundamentales para mantener la vigencia de las siglas en Bolivia.
“Básicamente el fundamento (de la anulación de la personería jurídica) es el cumplimiento de la normativa: El artículo 58 de la Ley de Organizaciones Políticas dispone que la cancelación de personería jurídica obedece al incumplimiento o no haber llegado al 3% de votos válidos en la elección 2020”, explicó el secretario de Cámara del TSE, Fernando Arteaga.
Si bien ambos frentes quedan imposibilitados de participar en las próximas elecciones, Arteaga indicó que tienen derecho a impugnar la decisión tomada en la sala plena. “Los partidos políticos, como dispone la ley, tienen abiertos todos los mecanismos de impugnación que la ley les reconoce. Por lo tanto, una vez que sean notificados, pueden presentar cualquiera de los recursos que la ley les permite”, explicó.

En ese marco, representantes legales de ambos frentes anunciaron acciones. Ruth Nina, dirigente de Pan-Bol y ex candidata a la Presidencia (2019), dijo que su organización “no se quedará de brazos cruzados” y presentará acciones legales para ser reincorporados en el campo electoral y lograr la restitución de los derechos políticos de su militancia.
La dirigente pidió respeto al principio de preclusión y sostuvo que la anulación de su sigla responde a presiones políticas por haber considerado al expresidente Morales como posible candidato para estos comicios. “El pueblo boliviano en general tiene que tomar en cuenta que el TSE hoy responde al Gobierno nacional para eliminar cualquier sigla que responde a la clase popular”, manifestó en entrevista con la Correo del Sur Radio.
En paralelo, Eliseo Rodríguez, fundador del FPV y también ex candidato a la Presidencia en las elecciones de 2005, anunció que presentará una queja ante instancias internacionales y también apelará la determinación del TSE.
“Vamos a denunciar de forma internacional, me voy a dirigir a la Organización de las Naciones Unidas. Lo que está haciendo el Tribunal Electoral es un chantaje político, nosotros vamos a luchar hasta las últimas consecuencias (...), estamos dispuestos a hacer justicia con nuestras vidas”, manifestó ante los medios locales.

Pan-Bol y el FPV, son dos frentes que muchos analistas consideran “taxi partidos” porque no tienen estructura ni una militancia masiva, pero estuvieron habilitados para participar en elecciones nacionales por lo que podían realizar acuerdos pragmáticos con candidatos para mantenerse en vigencia sin tener en cuenta consideraciones ideológicas ni programáticas.
Un caso reciente ilustra esta figura. El pasado 20 de febrero, el ex presidente Morales (2006-2019) firmó una alianza con el FPV, un partido de origen familiar creado en 2009 por la familia Rodríguez Calle que ocupa todos los puestos dirigenciales dentro del partido. En su corta vida institucional, el frente estuvo envuelto en polémicas de plagio de programas de gobierno y cobros irregulares a sus candidatos.
A nivel nacional, la organización política participó las últimas dos elecciones (2019 y 2020). En la primer, se presentó a la Presidencia uno de los hijos de Eliseo Rodríguez, Israel, que entonces tenía 31 años, y que en entrevistas de campaña se presentó como un joven “liberal y conservador”, y se declaró admirador de Donald Trump y Jair Bolsonaro. También fue crítico de Evo Morales, que luego sería aliado de su partido.

En aquellas elecciones, Israel Rodríguez Calle, a quien nadie en Bolivia conocía hasta que su nombre apareció en la papeleta, salió último en la votación, con el 0,3% de los votos pero se salvó de perder la sigla gracias a que esas elecciones fueron anuladas por indicios de fraude.
Un año más tarde, en las elecciones de 2020 que ganó Luis Arce, los Rodríguez postularon a Chi Hyung Chung como candidato del FPV, un empresario y pastor evangélico de origen coreano que el año anterior se había presentado a las elecciones con otro partido y salió tercero, presentándose como outsider con un discurso ultraconservador y de oposición al MAS.
Sorprendentemente en febrero de este año, los Rodríguez Calle pactaron con Morales para postularlo a la Presidencia, pese a los impedimentos legales que enfrenta el ex presidente. La alianza entre el partido y el líder cocalero se disolvió poco antes de cumplir dos meses por diferencias y el jefe del FPV calificó el acercamiento con el líder cocalero como “un error político”.
Con la disolución de Pan-Bol y el FPV, quedan 12 frentes habilitados para participar en las elecciones de agosto que por primera vez en más de una década, los analistas las perfilan inciertas y competitivas.