
El 26 de agosto del año pasado Julio Muñoz (35) fue a tomar unas cervezas a la casa de María Rojas (48), ubicada en la localidad rural de Huatulame, comuna de Monte Patria (440 kms al norte de Santiago), y nunca más se supo de ellos. Este lunes, sus familiares criticaron la poca información que les ha entregado la policía y aseguraron que hay otras personas involucradas en el hecho.
Así lo dejó en claro Paola, hermana de Julio, quien en conversación con el matinal “Contigo en la mañana” de CHV señaló que a través de sus redes sociales “me ha llegado información del caso y toda se la hago llegar a la PDI y al fiscal, pero mi duda es si estarán tomando atención a lo que yo les estoy dando, porque hasta hoy no nos han mostrado un informe de la investigación, nada. No sé si le están tomando el interés suficiente”.
Según la mujer, dicha información apunta a la participación de terceras personas, aunque declinó dar más detalles puesto que se trata de un asunto delicado “que podría entorpecer la investigación”.
Paola indicó que su hermano “no tenía problemas con nadie y no tenía enemigos” y pidió ayuda a quienes puedan tener algún dato al respecto. “Por dentro estamos muy mal, nuestro dolor crece (...) Queremos que este caso no sea olvidado”, rogó.

“Estamos solos”
Jael Cortés, hija de María Rojas, refrendó las palabras de la hermana de Julio Muñoz señalando que “no tenemos ninguna ayuda de la policía, estamos solos. Nosotros no hemos bajado los brazos en la búsqueda de mi mamá, pero ya son ocho meses en los que no sabemos nada de lo que les pasó. Este tiempo ha sido muy angustiante para todos nosotros”.
La mujer sostuvo que cuando se acercó a la Fiscalía de Coquimbo a fin de saber en que iba la causa, le dijeron que hasta el 19 de mayo nada podían contarle.
“No nos han dado ningún avance de lo que han investigado”, fustigó.
“Él andaba en una camioneta. Ellos son amigos desde hace mucho tiempo, desde que él era casi niño. Ellos no son desconocidos, por eso la confianza con él, porque siempre iba para la casa. Por lo tanto, todo esto es muy extraño", se lamentó.
Según Cortés, lo más raro es que todos los documentos de su madre permanecen en la casa, al igual que su teléfono celular que fue hallado en el suelo.
“Se los tragó la tierra, a ellos y a la camioneta. ¿Cómo dos personas van a desaparecer así?”, cerró, dejando abierta la interrogante.