
El ‘Gordo Lucas’ llegó en moto, acompañado por un cómplice, a un supermercado de la cadena Ta-ta ubicado en el Parque Rodó, una zona céntrica de Montevideo. Apenas pasaba la hora 17 de ese 29 de mayo de 2023, cuando el delincuente dejó estacionada la moto Zanella afuera del centro comercial e ingresó armado.
El ‘Gordo Lucas’ amenazó al guardia que estaba en la puerta, a quien le pidió que entregue el botón de pánico, según la reconstrucción realizada por El Observador a partir de lo relatado en la audiencia. Su cómplice metió a una clienta al local y amenazó al cajero para que le entregara el dinero de la caja registradora.
El objetivo del ‘Gordo Lucas’ era llegar hasta el depósito del supermercado, que estaba ubicado al fondo del local. Los delincuentes pensaban que allí estaba la caja fuerte.
En el trayecto hacia ese lugar, Lucas se cruzó con Marcelo Demestoy, el encargado del local de 56 años, y lo llevó con él hacia allí. En el depósito, el guardia se resistió a la rapiña y comenzó a forcejear con el delincuente, que le pegó un culatazo con el arma en la cabeza. El impacto provocó que el arma soltara un disparo, que dio en la cabeza del encargado del supermercado, quien murió al instante.

Tras escuchar el disparo, Correa retiró el dinero que había en la caja registradora: se llevó 4.402 pesos uruguayos, poco más de USD 100. Luego, esperó a Lucas para retirarse rápidamente de la zona
El asesinato de Demestoy generó una fuerte conmoción en la sociedad. Uno de los posteos más conmovedores fue el de Ney Castillo, oncólogo y asesor de la Fundación Pérez Scrimini, que trabaja por la cura del cáncer infantil. En la red social X, escribió: “Marcelo, papa de una valiente, Micaela. Marcelo nos ayudó muchísimo a que la fundación sea lo que es hoy. Ayer murió víctima de la delincuencia en el robo al supermercado del que era gerente. Un horror que parece no tener fin. Un abrazo afectuoso a Micaela y familia”.
La hija de Demestoy había tenido cáncer hacía casi una década y fue atendida en esta fundación. En 2014, Pérez Scrimini había publicado en Facebook una imagen del papá de la paciente (la que está en la portada de esta nota), contando sobre su vida.
“Marcelo, es papá de una de nuestras pacientes, Micaela. Se acercó un día, y nos planteó su necesidad de colaborar con nosotros, en su tiempo libre, realizando alguna tarea de mantenimiento. Es así, que desde hace unas semanas, Marcelo concurre a la Fundación en sus días libres, y se ha dedicado a lijar y pintar nuestra reja. Según sus propias palabras, al momento que le preguntamos por qué lo hacía, contestó: ‘porque les debo mucho y es lo mínimo que puedo hacer por ustedes, después de lo que han hecho por mi familia’”, dice el posteo.

“Asi que ya lo saben, cuando vean a este hombre pintando nuestra reja, con sus auriculares puestos y muy concentrado y feliz con lo que hace, ya saben quién es y a qué se debe”, finalizaba el texto, publicado nueve años antes del homicidio.
A casi dos años de este homicidio, la Justicia condenó este viernes a 16 años y nueve meses de cárcel al ‘Gordo Lucas’, el homicida de Marcelo Demestoy. Fue sentenciado por delitos de homicidio muy especialmente agravado a título de dolo eventual, lesiones personales, uso de armas de fuego en lugares públicos y delito de porte por reincidentes.
Adriana Edelman, la fiscal de Homicidios al frente de la investigación, había pedido 25 años de prisión para el asesino. La defensa, sin embargo, argumentó que el homicida estaba arrepentido y que por admitir los hechos le correspondía una pena menor.
El condenado tenía 22 años al momento del crimen. Quien lo acompañaba tenía 19 años y fue asesinado unos días después del crimen de Demestoy.