Ecuador elige a su próximo presidente entre la continuidad de Daniel Noboa o el retorno del correísmo con Luisa González

Más de 13 millones de personas están llamadas a las urnas este domingo para elegir entre dos visiones opuestas de país, en un contexto de grave crisis de seguridad y con una economía frágil

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Los ecuatorianos van a las
Los ecuatorianos van a las urnas para elegir a su próximo presidente (CONSEJO NACIONAL ELECTORAL DE ECUADOR/Europa Press)

Este domingo más de 13 millones de ecuatorianos están convocados a las urnas para elegir en segunda vuelta al próximo presidente de la República. En un clima de alta tensión, con el país sumido en una grave crisis de seguridad, una economía frágil y profundas divisiones políticas, la contienda enfrenta a dos proyectos de país diametralmente opuestos: el del presidente en funciones, Daniel Noboa, quien busca la reelección tras apenas un año y medio en el poder, y el de Luisa González, la candidata del correísmo que aspira a devolver al movimiento Revolución Ciudadana al Palacio de Carondelet.

La jornada se anticipa histórica por múltiples razones. Nunca antes una mujer ha sido electa presidenta del Ecuador. González, de 47 años, podría convertirse en la primera mandataria electa en un país donde el poder ha sido ocupado exclusivamente por hombres desde el retorno democrático. Por su parte, Noboa, de 37 años, busca ratificar en las urnas la gestión que inició en noviembre de 2023, cuando ganó unas elecciones extraordinarias tras la disolución de la Asamblea Nacional por parte del entonces presidente Guillermo Lasso.

Pero más allá de la posibilidad de un hito simbólico, lo que está en juego es el modelo político y económico que regirá al país en los próximos años. El correísmo —liderado desde el exterior por el expresidente Rafael Correa, condenado por corrupción y prófugo de la justicia ecuatoriana— plantea un retorno al modelo de Estado fuerte, gasto público expansivo y reformas institucionales con tinte centralizador. González ha defendido ese legado, ha prometido reactivar la inversión pública, entregar créditos baratos a través de la banca estatal, restablecer ministerios eliminados y avanzar hacia una nueva política migratoria que incluya el reconocimiento al régimen dictatorial de Nicolás Maduro.

Daniel Noboa y Luisa González
Daniel Noboa y Luisa González pelean la presidencia de Ecuador

Su candidatura ha sido criticada por la cercanía con figuras vinculadas a escándalos judiciales, como el ex vicepresidente Jorge Glas —a quien ha ofrecido un salvoconducto para trasladarse a México—, y por los mensajes contradictorios dentro de su movimiento sobre la dolarización. Aunque González ha dicho que la mantendrá, su compañero de fórmula, Diego Borja, ha publicado en el 2000 un artículo académico con una hoja de ruta para desmontarla, y otros referentes del correísmo han cuestionado la hegemonía del dólar desde medios prorusos como Russia Today. Estas señales han generado alarma en sectores económicos y productivos.

Del otro lado, Daniel Noboa propone la continuidad de un gobierno que ha enfocado sus esfuerzos en el combate al crimen organizado, la digitalización del Estado y la atracción de inversión extranjera. Ha mantenido una postura firme frente a Venezuela, rechazando cualquier acercamiento con el régimen de Maduro, y ha denunciado posibles nexos entre el correísmo y el crimen organizado, incluyendo contratos con empresas proveedoras de alimentos a cárceles que estarían siendo investigadas por la Fiscalía.

Noboa ha ofrecido mantener la dolarización, fortalecer la seguridad social sin recurrir a “ecuadólares” ni monedas paralelas, y continuar su política de alianzas con el sector privado y gobiernos extranjeros para luchar contra el narcotráfico. No obstante, su administración ha sido cuestionada por los apagones que afectaron al país entre septiembre y diciembre del año pasado, por las fallas estructurales en el sistema penitenciario y por su estilo reservado, con escasa exposición pública y limitada rendición de cuentas.

Un cartel del candidato presidente,
Un cartel del candidato presidente, Daniel Noboa, cuelga en un poste callejero antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Saquisilí, Ecuador, el martes 11 de febrero de 2025. (Foto AP/Dolores Ochoa)

Las encuestas divulgadas antes del cierre del periodo legal mostraban un escenario de empate técnico. La firma Comunicaliza daba una mínima ventaja a Noboa con 50,3 % de votos válidos frente a 49,7 % para González, mientras que Telcodata invertía el resultado con un 50,2 % para la candidata correísta y 49,8 % para el presidente. Ambos resultados se ubicaban dentro del margen de error, lo que dejó la definición del balotaje completamente abierta y dependiente de factores como la participación, los votos nulos y blancos, y la movilización territorial en el último tramo de campaña.

La campaña ha estado marcada por una fuerte confrontación. En el debate presidencial obligatorio, celebrado el 23 de marzo, González acusó a Noboa de utilizar el poder para perseguir a sus opositores, de ser parte de un gobierno corrupto y de tener vínculos empresariales con casos de narcotráfico. Noboa respondió afirmando que su rival representa un “régimen dictatorial” y un posible retorno a la corrupción del pasado. También recordó que Rafael Correa está prófugo y que, según él, controla las decisiones de la candidata.

La polarización también se refleja en el mapa electoral. En la primera vuelta, Noboa ganó en las provincias de la Sierra y la Amazonía, mientras que González se impuso en la mayoría de provincias costeras, con fuerte respaldo en Manabí. La campaña se cerró en medio de operativos militares, denuncias cruzadas y un electorado dividido no solo ideológicamente, sino también territorialmente.

Indígenas llegan a un mitin
Indígenas llegan a un mitin de la candidata presidencial Luisa González en Tixán, Ecuador, el domingo 30 de marzo de 2025. (Foto AP/Dolores Ochoa)

Hoy, los ecuatorianos tendrán la última palabra. Las urnas estarán abiertas desde las 7:00 hasta las 17:00, hora local. Se espera que los resultados oficiales comiencen a difundirse pasadas las 18:00. La elección definirá la dirección política del Ecuador en los próximos años y pondrá a prueba la solidez de su democracia en un momento de alta fragilidad institucional.