
El Senado de Bolivia intentaba este viernes frenar una iniciativa del gobierno del presidente Luis Arce que, según los legisladores opositores, permitiría al Banco Central “empeñar” las reservas de oro para enfrentar la escasez de combustibles provocada por la crisis económica que afecta al país.
“Este proyecto de ley busca proteger y garantizar que las reservas de oro se mantengan como un respaldo sólido para la estabilidad económica del país”, escribió Andrónico Rodríguez, presidente de la cámara alta del Congreso, en un mensaje en la red social X.
El proyecto aprobado por el Senado -dominado por la oposición- el jueves en la noche deberá ser ratificado por la Cámara de Diputados, que todavía controla el oficialismo.
La iniciativa busca derogar un reglamento del Banco Central de Bolivia que le permite manejar las reservas internacionales “pudiendo invertirlas y depositarlas en custodia, así como disponer... de las mismas”.
Para los senadores de la oposición ese reglamento da “luz verde para empeñar las reservas de oro”, explicó el senador Adolfo Flores.

Arce ha perdido la mayoría en el Senado por una disputa con su mentor, el ex presidente Evo Morales (2006-2019), lo que ha fracturado en dos al gobernante Movimiento al Socialismo (MAS). La pelea mantiene congelada la aprobación legislativa de créditos internacionales por más 1.600 millones de dólares.
Bolivia ha casi agotado sus reservas de divisas por la caída en las exportaciones de gas natural debido al agotamiento de los reservorios, según expertos. En su informe de enero el Banco Central informó que las reservas internacionales eran de 1.976 millones de dólares de los cuales 1.889 millones estaban en oro.
La falta de dólares provoca a su vez escasez de gasolina y diésel que el país importa para subvencionar al mercado interno, lo que ha desatado una escalada de precios en la cadena de suministros, la producción agropecuaria y la canasta básica, opinó el analista Gonzalo Chávez.

El aumento en el costo de los alimentos y la escasez de combustible están provocando un creciente malestar social que ha devenido en una pérdida de popularidad de Arce a cinco meses de los comicios presidenciales.
Recientemente el propio Arce admitió que su gobierno carece de dólares “suficientes” para garantizar la importación de combustible y su ministra de la Presidencia, Marianela Prada, dijo que el país requiere de 60 millones de dólares semanales para garantizar la compra de gasolina y diésel de países vecinos y de Rusia.
(Con información de AP)