
Una huelga de conductores del transporte público dejó el jueves a La Paz sin su principal medio de movilidad, luego de que el Concejo Municipal intentara revertir un incremento tarifario vigente desde febrero. Solo una vía quedó habilitada entre La Paz y El Alto, dificultando el acceso al aeropuerto internacional.
Según la Policía y el Viceministerio de Seguridad Ciudadana, más de 25 bloqueos fueron instalados en zonas periféricas por cerca de mil choferes, mientras que el centro histórico se mantuvo sin cortes debido a un operativo policial. Por su parte, el viceministro de Seguridad Ciudadana, Roberto Ríos, reportó la protesta se realiza solamente en La Paz y en El Alto con “total normalidad”.
La protesta fue convocada por sindicatos de transportistas en rechazo al proyecto de norma municipal que busca anular los ajustes tarifarios aprobados por el alcalde Iván Arias hace menos de dos meses. En febrero, tras negociaciones con el sector, la Alcaldía autorizó aumentos de entre 0,30 y 0,40 bolivianos, lo que elevó el precio de los tramos cortos de 2 a 2,40 bolivianos (de 0,28 a 0,34 dólares) y los largos de 2,60 a 3 bolivianos (de 0,37 a 0,43 dólares).
La medida fue impulsada por los transportistas como compensación al aumento del costo de vida, pero enfrenta la oposición de concejales del Movimiento al Socialismo (MAS) y de una disidente del partido de Arias.
“Nosotros ya hicimos un acuerdo para la subida de tarifas”, declaró a medios locales el dirigente Limbert Tancara, quien cuestionó el intento del Concejo de revocar lo pactado. La sesión prevista para aprobar la nueva normativa fue suspendida tras incidentes provocados por choferes que intentaron interrumpirla. Los dirigentes se mantienen en vigilia en las puertas del Palacio Consistorial.
En paralelo, comerciantes del sector cárnico iniciaron una marcha desde El Alto hacia el centro de La Paz, denunciando el aumento sostenido de los precios. La mayoría de las escuelas suspendió las clases presenciales y migró a la modalidad virtual por la dificultad de transporte.
El transporte sindicalizado en La Paz
El transporte sindicalizado en La Paz funciona sin horarios establecidos ni paradas fijas. Está conformado principalmente por minibuses y vehículos conocidos como trufis, que operan como taxis de rutas determinadas. Los usuarios de este sistema expresan frecuentes quejas debido al mal estado de los vehículos, muchos de los cuales son antiguos, carecen de mantenimiento adecuado o han sido modificados de manera improvisada para aumentar su capacidad, reduciendo la comodidad y seguridad de los pasajeros.

La movilidad en La Paz resulta compleja debido a su geografía montañosa. La ciudad está enclavada entre cerros y cuenta con calles empinadas y estrechas vías troncales, que suelen verse saturadas por el alto número de minibuses que operan como principal medio de transporte urbano.
Durante la jornada, el centro de La Paz presentó un paisaje inusual: calles despejadas de minibuses y taxis, y mayor afluencia de peatones. Ante la paralización del transporte, muchos ciudadanos optaron por desplazarse a pie o en teleférico, lo que provocó extensas filas en las estaciones del sistema de cable que conecta La Paz con El Alto. Según datos oficiales, el 69% de los pasajeros paceños se moviliza en autobuses y minibuses, mientras que el 11% usa el teleférico.
Crisis económica en Bolivia
Las movilizaciones coinciden con una crisis económica nacional que ha generado una inflación acumulada del 5% en el primer trimestre del año, la más alta en cuatro décadas, según expertos citados por medios locales.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) identificó un incremento notable en el precio de la carne de res. “Estamos enfrentando un problema inflacionario bastante complejo”, explicó el director del INE, Humberto Arandia. Por su parte, el representante de los carniceros, Rubén Soria, aseguró que “no hay ningún cambio” pese a las promesas del gobierno de reducir los precios.
En marzo, el gobierno prohibió la exportación de carne para contener el alza en el mercado interno, lo que provocó protestas de los ganaderos sin lograr el objetivo. La distribución irregular de combustible ha afectado además la producción agrícola, agravando las tensiones sociales.
Las protestas reflejan el creciente malestar ante el encarecimiento del costo de vida y la falta de soluciones efectivas por parte de las autoridades. Mientras los sectores movilizados exigen medidas concretas, el gobierno enfrenta una presión creciente para contener la inflación y evitar una escalada en los conflictos sociales.
(Con información de AP/EFE)