En la Cumbre de la CELAC, Brasil refuerza su estrategia multilateral mirando también a China e Irán

En medio de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, Lula da Silva pidió que la región tenga “un programa de acción estructurado”

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El presidente de Cuba, Miguel
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, el presidente de Uruguay, Yamandú Orsi, el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, el presidente de Bolivia, Luis Arce, y otros posan para una foto de grupo en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), en Tegucigalpa, Honduras, abril 9 de diciembre de 2025. Presidencia de Colombia/Folleto vía REUTERS

En la IX Cumbre de Jefes de Estado de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), concluida ayer en Tegucigalpa (Honduras), el Brasil de Lula buscó reforzar su papel de líder regional. Creada en 2010 en función antiestadounidense gracias a la articulación política del venezolano Hugo Chávez, la CELAC está integrada actualmente por 33 Estados miembros. Durante el gobierno de Jair Bolsonaro, Brasil se había retirado del bloque debido a la presencia de Cuba y de la Venezuela de Nicolás Maduro, para reincorporarse con Lula al inicio de su tercer mandato, en 2023. En su discurso de ayer, el presidente brasileño volvió a insistir en la importancia del bloque regional también a la luz de los aranceles impuestos por Donald Trump. Para Lula, “los aranceles arbitrarios desestabilizan la economía mundial y aumentan los precios”. Por eso, América Latina y el Caribe, según el presidente, deben redefinir su lugar en el nuevo orden global. “Nuestra inserción internacional no debe obedecer solo a intereses defensivos, sino que necesitamos un programa de acción estructurado”, afirmó. “América Latina y el Caribe atraviesan uno de los momentos más críticos de su historia. Nuestra autonomía está de nuevo amenazada. Los intentos de restaurar viejas hegemonías se ciernen sobre nuestra región”, declaró.

Lula también quiso destacar la importancia de su país en la integración regional, empezando por el comercio no sólo de productos agrícolas, sino también de manufacturas y semimanufacturas. Los países de la CELAC tienen un flujo comercial con Brasil de 86.000 millones de dólares y un mercado de consumo de 670 millones de personas. Según el Gobierno brasileño, la guerra de Trump podría favorecer a América Latina, impulsando una mayor integración comercial entre los países penalizados por los aranceles estadounidenses. “Cuanto más fuertes y unidas estén nuestras economías, más protegidos estaremos de acciones unilaterales”, dijo Lula en su discurso de ayer. Para Brasil, la cumbre fue también un escaparate en el que presentar sus prioridades de cara a la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático, la COP-30 que se celebrará en noviembre en Belém, en el estado amazónico de Pará. Querer presentarse como líder regional también en cuestiones medioambientales es uno de los puntos clave de la agenda política internacional de Lula 3.0. El presidente brasileño asistió a anteriores cumbres de la CELAC en Argentina en 2023 y en San Vicente y las Granadinas el año pasado. También en su tercer mandato, intentó convocar a los presidentes sudamericanos en Brasilia para reactivar la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR), aunque sin éxito, y asistió a las reuniones periódicas del bloque Mercosur. También organizó para el próximo el 13 de junio una gran recepción para los líderes de los países del Caribe en Brasilia.

Tampoco faltaron las zancadillas de Brasil a Argentina, cuyo presidente, Javier Milei, no asistió a la cumbre. Según anunció el martes la embajadora Gisela María Figueiredo, secretaria para América Latina y el Caribe del Ministerio de Asuntos Exteriores brasileño, su país tiene intención de apoyar la candidatura de una mujer a la Secretaría General de la ONU, a pesar de que en la vecina Argentina está el competente Rafael Grossi, actual director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), quien confirmó su intención de postularse.

El presidente de Brasil Luiz
El presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva durante la presentación de los logros del gobierno federal durante los últimos dos años, el jueves 3 de abril de 2025, en Brasilia. (AP Foto/Eraldo Peres)

“Nunca ha habido una mujer Secretaria General de la ONU. Tenemos candidatas de gran peso político, intelectual, de liderazgo”, afirmó la embajadora brasileña. Durante la cumbre en Tegucigalpa, Lula también precisó que quiere que sea latinoamericana. “La CELAC puede ayudar a restaurar la credibilidad de la ONU eligiendo a la primera mujer secretaria general de la organización”, dijo. La elección del próximo secretario general de la ONU tendrá lugar en 2026 y corresponderá a América Latina y el Caribe designar al candidato, según el acuerdo informal, que prevé una rotación entre las regiones del mundo.

Sin embargo, los verdaderos convidados de piedra de la cumbre fueron Trump y Xi Jinping. Mientras en Tegucigalpa los presidentes del bloque de la CELAC discutían sobre él, Trump anunció el aumento de los aranceles contra China, al 125%, después de que Pekín los había elevado al 84% el martes. El presidente estadounidense también congeló ayer por 90 días los aranceles recíprocos, según escribió en un post en la red social Truth, en el que afirmó que el anterior arancel mínimo del 10% a otros países, entre los cuales Brasil, seguiría en vigor.

También habló sobre Brasil en el Congreso estadounidense el representante de Comercio de EEUU, Jamieson Greer, quien criticó al país latinoamericano por tener con EEUU “un gran déficit comercial en etanol”. Greer también afirmó que “los impuestos que Brasil cobra sobre el etanol son mucho más altos que los que cobramos nosotros”, y añadió que el problema “no se resolverá de la noche a la mañana, pero estamos en el buen camino”. Antes de las nuevas medidas de Trump, el etanol brasileño estaba gravado con un 2,5%, mientras que Brasil aplica un impuesto del 18% al etanol estadounidense. Mientras tanto, el país latinoamericano cuenta con la devaluación masiva de su moneda, el real, la tercera más afectada del mundo por esta oleada de aranceles estadounidenses tras el dinar libio y el peso colombiano. Desde los aranceles recíprocos anunciados por Trump el 2 de abril, la moneda brasileña ha perdido un 5,1% frente al dólar. Antes de viajar a Honduras, Lula había declarado que, con los aranceles, Trump ha dado un “giro brusco” y que la guerra comercial estadounidense “no funcionará”. “Nadie coge un trasatlántico así y hace las cosas que están ocurriendo allí”, dijo en referencia a EE.UU. y luego añadió que en Brasil, en cambio, “a pesar de la tasa de interés y a pesar de Trump, está ocurriendo un milagro” debido a la microeconomía.

Imagen del presidente de EEUU,
Imagen del presidente de EEUU, Donald Trump, durante la presentación de su plan arancelario en la Casa Blanca, Washington, D.C., EEUU. 2 abril 2025. REUTERS/Carlos Barría

El presidente brasileño aprovechó la cumbre de Tegucigalpa para defender las reglas del libre comercio y de la Organización Mundial del Comercio, pero sobre todo para relanzar una vez más su estrategia geopolítica del multilateralismo. Entre otras cosas porque dentro de un mes Lula se reunirá con Xi Jinping en Pekín para el foro CELAC-China, que a la luz de los aranceles de Trump asume ahora un papel crucial para Brasil. El país latinoamericano pretende estrechar aún más los lazos comerciales con Pekín y apuntar al llamado nearshoring, es decir, la posibilidad de que algunas cadenas de producción chinas se establezcan en países más cercanos a su mercado de consumo, como Brasil. El riesgo, sin embargo, es el de una expansión depredadora de Pekín en el gigante latinoamericano en detrimento de la industria nacional. China es actualmente el principal comprador no sólo de soja brasileña, sino también de petróleo. Según datos del Gobierno brasileño, en 2024 China recibió el 44% de las exportaciones de crudo del gigante latinoamericano, seguida de Estados Unidos, que compró el 13%, y España, que adquirió el 11%.

El interés de Pekín por la visita de Lula en mayo y las posibilidades de expansión en América Latina es muy alto. Las autoridades chinas organizaron el martes en Santiago de Chile el “III Foro Académico de Alto Nivel CELAC-China”. “Este foro tiene como uno de sus propósitos ofrecer insumos para la IV Reunión Ministerial del Foro CELAC-China a celebrarse en mayo de 2025 en Beijing. Como resultado, se elaborará un Documento de Conclusiones y Recomendaciones que sintetice las principales ideas y propuestas planteadas en el evento”, reza el comunicado de presentación.

En el sitio web de la CELAC también se anuncian futuras oficinas de representación del bloque en varios países, entre ellos Irán. El objetivo, dice el sitio, “es llevar a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños al nivel de las naciones avanzadas a través de proyectos de desarrollo que están siendo preparados por nuestros expertos y especialistas en áreas como salud e infraestructura”. Pocos días antes de la reunión de la CELAC, el Ministerio de Defensa iraní participó por primera vez en su historia en la 15ª edición de la mayor exposición de defensa y seguridad de América Latina, LAAD Defence & Security, celebrada en Río de Janeiro del 1 al 4 de abril. El Ministerio de Defensa y Logística de las Fuerzas Armadas de Irán es responsable del programa nacional de desarrollo de misiles balísticos y drones, y ha sido objeto de una serie de sanciones estadounidenses desde 2000, las últimas en 2023. Según informa el sitio brasileño de noticias de defensa Defensa.net, Teherán presentó en Brasil su dron que los rusos utilizan para matar a los ucranianos, el Shahed-136, de 3,2 metros de largo y 50 kg de peso. En la feria de Río, Teherán también exhibió su Smart Bomb, una bomba inteligente de 34 kg, y el misil Arman, con variantes de 86 km y 60 km de alcance. La presencia de Irán en esta importante feria ha alertado a los expertos en seguridad sobre las intenciones del régimen de los ayatolás de vender su arsenal en la región. Esto aumenta los riesgos de una guerra asimétrica con Estados Unidos, por la que América Latina, empezando por Brasil, podría pagar un precio muy alto.