
Más de 600 académicos uruguayos consideran que el conflicto en Medio Oriente es visto desde Uruguay desde una “narrativa parcial y sesgada”, que es la que termina condicionando las marchas, convocatorias y movilizaciones que existen. En una carta abierta dirigida a la academia, expresan el deseo de que el contexto de guerra no sea una “excusa” para debilitar las relaciones entre Uruguay e Israel y piden “resistir las presiones”.
La carta abierta está firmada por 655 académicos. En el texto, expresan que es “alarmante” que en ámbitos universitarios, sindicales y políticos exista una “narrativa parcial y sesgada del conflicto israelí-palestino”, según definen. Explican que los sindicatos y gremios apoyan una “única perspectiva del conflicto” e “ignoran la diversidad de opiniones dentro y fuera de sus propias filas”.
“Muchos profesionales universitarios no nos sentimos representados por estas posturas y, al expresar nuestras opiniones, nos encontramos con desatención y exclusión. Como si se tratara de un dogma inamovible e impuesto. Este tipo de discursos, respaldados por una serie de notas, misivas y declaraciones, son contrarios a los valores democráticos y de convivencia. No solo distorsionan la realidad, sino que fomentan el odio y la desinformación, debilitando la cooperación internacional y obstaculizando el desarrollo de Uruguay”, expresan en el texto.

Los profesionales consideran que estas posturas no son solo “opiniones divergentes” sino lo que llaman una “imposición ideológica” que genera “censura, intolerancia y polarización social”. Como ejemplo, mencionan la censura hacia el profesor Alberto Spektrowski, a quien en mayo de 2024 la Facultad de Humanidades de la Universidad de la República (Udelar) le suspendió la realización de una maestría en educación. El gremio de estudiantes lo consideró un “sionista” y “apologista” de las acciones del gobierno de Israel. Esta decisión, consideran los académicos, refleja una “cultura de la cancelación que atenta contra el debate plural y la libertad académica”.
En el texto, los profesionales recuerdan que Uruguay e Israel han mantenido una “relación fructífera” en tecnología, salud, seguridad y educación. “Israel ha compartido con Uruguay conocimientos y tecnologías que han fortalecido sectores clave como la gestión de recursos hídricos, los avances médicos y la ciberseguridad. Esta cooperación no responde a intereses ideológicos, sino a una visión pragmática del desarrollo y bienestar”, agregan.

En ese marco, piden que el conflicto en Medio Oriente no sea una “excusa” para “debilitar las relaciones” entre los dos Estados.
“Uruguay debe asumir una postura clara y firme: resistir las presiones ideológicas, fortalecer la cooperación internacional y rechazar toda forma de antisemitismo y discriminación. Asimismo, instamos a los gremios y sindicatos a considerar la diversidad de este tema complejo y a no sumarse a manifestaciones de odio y rechazo a Israel, que no condicen con el quehacer universitario. Estas actitudes no tienen cabida en una sociedad que aspira a ser libre, próspera y respetuosa de los derechos humanos”, agrega la carta abierta.
Otra medida que cuestionan en el texto es el rechazo de la Udelar a que una oficina de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) esté en Jerusalén.

El martes, el Consejo Directivo Central de la Udelar resolvió rechazar la apertura de esa oficina de innovación. El rector de la universidad, Álvaro Mombrú, consideró que era “inconveniente” tener ese espacio de la ANII. “No era la mejor oportunidad para abrir una oficina y en particular en Jerusalén”, explicó.
“Este momento es muy particular. Apostamos por la paz, la convivencia y la tolerancia”, expresó el rector.
El Frente Amplio –la coalición de izquierda que gobierna Uruguay– también pidió el cierre de esa oficina de Jerusalén. Sin embargo, el presidente Yamandú Orsi desestimó esa solicitud y la sede de ANII continuará abierta.