
Aunque Evo Morales está impedido legalmente para disputar la Presidencia de Bolivia en las elecciones venideras de agosto, sus simpatizantes anunciaron una marcha hacia la sede de Gobierno para intentar registrar su candidatura ante el Tribunal Supremo Electoral.
“Se define marcha en la ciudad de la Paz el 16 de mayo para acompañar la inscripción de nuestros candidatos a presidente, vicepresidente, asambleístas, legislativos y representantes supranacionales”, señala un documento resolutivo de un encuentro de sus seguidores realizado en la región cocalera de Cochabamba, al centro del país. De acuerdo con el cronograma del organismo electoral, entre el 14 y el 19 de mayo se habilitará la inscripción de candidaturas.
En un acto con sus aliados, Morales manifestó que participará en la movilización para “la inscripción del candidato Evo presidente”. El ex jefe de Estado (2006-2019) dijo que la marcha “pacífica” entrará a La Paz por cuatro puntos y constituirá “el movimiento político con la mayor cantidad de participantes”.

Morales se alió con el Frente Para la Victoria (FPV), un partido familiar de poca militancia y trayectoria, tras perder el control del Movimiento Al Socialismo (MAS), la organización política de base campesina que lo llevó al poder por casi tres lustros, en medio de una feroz disputa interna entre dos bandos.
La pugna con el presidente Luis Arce, su antiguo ministro de Economía, inició en 2021 por diferencias sobre el rumbo del Gobierno que luego derivaron en una pelea abierta por el control del partido y la candidatura para las elecciones de 2025.
Entre septiembre y noviembre del año pasado, la tensión entre las dos alas del MAS rebasó los límites partidarios y llegó a las calles con una masiva marcha de los seguidores del líder cocalero hacia La Paz y un bloqueo de caminos que duró más de 20 días, para forzar su habilitación como candidato y ratificar su jefatura del partido.
La disputa llegó a su fin con dos polémicos fallos del Tribunal Constitucional que validaron la designación de un aliado de Arce como nuevo jefe del MAS y ratificaron la inhabilitación electoral del líder cocalero, dejándolo sin partido y sin posibilidades legales de participar en las elecciones.

En ese marco y tras firmar la alianza con el FPV, Morales busca reorganizar su fuerza política a través de la creación de un nuevo frente al que le puso su nombre: Evo Pueblo. Sin embargo, por los plazos que establece la ley electoral para la creación de partidos políticos no podrá participar en la votación de agosto.
Las elecciones se realizarán el 17 de agosto y a través de ellas se renovarán los cargos de presidente, vicepresidente, 36 senadores y 130 diputados. El cambio de mando está previsto para el 8 de noviembre, cuando fenece el mandato de cinco años del presidente Arce, que enfrenta las horas más bajas de su Gobierno con una crisis económica que parece incontenible y una creciente desaprobación de su gestión.
De momento, los analistas ven al menos cinco frentes para las elecciones, dos de los cuales representan a las dos alas de la militancia del MAS (arcismo y evismo), y otros tres de la oposición que ante la división del oficialismo tienen más posibilidades de ganar en primera o segunda vuelta. En ese contexto y por primera vez en muchos años, la elección presidencial se perfila incierta y competitiva.