
El ex presidente Jair Bolsonaro criticó la definición del Tribunal Supremo Federal de Brasil de enjuiciarlo por intento de golpe de Estado y acusó a los magistrados de estar trabajando por dejarlo fuera de las elecciones presidenciales de 2026.
“Quieren impedir que yo llegue libre a las elecciones porque saben que, en una disputa justa, no hay ningún candidato capaz de vencerme”, apuntó el líder ultraderechista tras conocer la decisión de los magistrados, quienes -sumó- “tienen prisa, mucha prisa” de cara a dicho evento, el año próximo.
Así, el ex mandatario aseguró que el proceso en su contra “avanza a una velocidad 14 veces mayor que el Mensalao”, el caso contra Lula da Silva por corrupción durante su primer gobierno, y “10 veces más rápido que el de Lula en el Lava Jato”, cuando se lo investigó por desvíos en la petrolera Petrobras.

De hecho, Bolsonaro redobló la apuesta y aseguró que los jueces -en especial el instructor del caso, su rival Alexandre de Moraes- forman parte de una trama de “venganza” impulsada desde el Ejecutivo, por lo que el juicio tiene ya “una fecha, un blanco y un resultado decididos anticipadamente”, sin siquiera haberse desarrollado todas las instancias formales.
“Todos dicen que el proceso concluirá este mismo año, pese a que no hay precedentes para tamaña celeridad en un caso de esa dimensión, porque todos saben que lo que está en curso es una especie de atentado jurídico a la democracia: un juicio político, conducido de forma parcial y abiertamente injusta”, sumó en su mensaje de repudio.
La defensa del ex Presidente defiende su inocencia basándose en que debatir sobre “dispositivos constitucionales”, como lo habría manifestado en su intención de declarar el Estado de sitio y demás acciones tras perder en las elecciones de 2022, “no es un crimen” y, por tanto, no debería ser condenado por ello.

Asimismo, Bolsonaro explicó que los borradores elaborados en torno a estos escenarios responden a sus dudas sobre el correcto funcionamiento de las urnas electrónicas de votación en las que -insistió- tampoco está “obligado a confiar”.
En tanto, otro de los puntos fundamentales de su defensa fue su ausencia en Brasil aquel 8 de enero de 2023, por lo que solo pudo participar de la invasión violenta a las sedes del Supremo, el Congreso y la Presidencia por medio de la “telepatía”, ironizó.
Basándose en estos argumentos, el ex Presidente insistió en su inocencia y aseguró que la comunidad internacional seguirá de cerca el desarrollo del juicio, con temor de que en Brasil se replique lo ocurrido en Nicaragua y Venezuela, donde la oposición fue perseguida bajo “acusaciones vagas de extremismo o de amenazas a la democracia”.

“Lo más irónico es que, en cuanto más atropellan reglas, plazos y garantías para intentar eliminarme, más descarado queda el miedo que tienen de las urnas y de la voluntad popular. Si realmente creyesen en la democracia que dicen defender, me enfrentarían en las urnas”, concluyó el líder ultraderechista.
Este miércoles, la Corte Suprema de Brasil definió por unanimidad enviar a juicio a Jair Bolsonaro y a otros siete acusados -entre ellos militares de alto rango y ex ministros de su Gobierno- en el marco de las acusaciones de la Fiscalía por “abolición violenta del Estado democrático de derecho, intento de golpe de Estado, implicación en organización criminal armada, daño calificado y deterioro de patrimonio”, ocurridos el 8 de enero de 2023, durante el asalto a los tres poderes en Brasilia.
De ser declarado culpable, Bolsonaro podría enfrentar hasta 40 años de prisión.
(Con información de EFE)