
El ex presidente brasileño Jair Bolsonaro dijo este martes que “está bien” y que “espera justicia” en la audiencia en la que la Corte Suprema decidirá si será procesado o no por intento de golpe de Estado.
“Siempre esperamos justicia. Yo estoy bien. Son acusaciones sin fundamento realizadas de forma parcial por la Policía Federal”, señaló a la prensa al arribar al aeropuerto de Brasilia.
En sus declaraciones, el ex mandatario reiteró sus críticas a que el juicio sea realizado por la Sala Primera y no por el pleno del Supremo Tribunal Federal.
Asimismo, a la permanencia de los magistrados Cristiano Zanin, ex abogado del actual jefe de Estado, Luis Inácio Lula da Silva; y Flavio Dino, quien fue ministro de Justicia de Lula, ambos propuestos por el líder progresista para hacer parte de la corte.

Bolsonaro llegó esta mañana a Brasilia para acompañar las tres audiencias que culminarán mañana miércoles, en las que se le acusa, junto con otros siete procesados, entre los que hay militares de alto rango y antiguos ministros de su Gobierno (2019-2022).
Todos ellos fueron denunciados por los delitos de abolición violenta del Estado democrático de derecho, organización armada para delinquir, golpe de Estado, daño calificado y deterioro del patrimonio.
La denuncia, presentada en febrero por la Fiscalía, acusó a Bolsonaro y a otros 33 sospechosos de tratar de anular los resultados de las elecciones de 2022 en las que Lula salió victorioso y mantenerse en el poder.
Según la acusación, la trama desembocó en la invasión violenta por parte de seguidores del líder ultraderechista de las sedes del Supremo, el Congreso y la Presidencia el 8 de enero de 2023, pocos días después de la toma de posesión de Lula.

Guía del análisis de la denuncia
La Primera Sala del Supremo ha dispuesto tres sesiones -dos este martes y una el miércoles- para analizar la denuncia contra lo que el Ministerio Público denominó como núcleo de la conspiración golpista.
El presidente del órgano colegiado, Cristiano Zanin, antiguo abogado personal de Lula, abrirá la audiencia y, acto seguido, el juez instructor del caso, Alexandre de Moraes, procederá a la lectura del informe del caso.
Posteriormente, se espera que el fiscal general, Paulo Gonet, defienda los cargos formulados durante una media hora. Después será el turno de las defensas de cada uno de los acusados, que tendrán unos 15 minutos para presentar sus alegaciones.
Acto seguido, los cinco magistrados valorarán las cuestiones procesales que planteen los abogados de los implicados.

Concluida esta etapa, se procederá a la evaluación del mérito de la denuncia. El primero en hablar será entonces el juez instructor De Moraes, quien manifestará si la acusación aporta “elementos suficientes para la apertura de una acción penal”.
En la secuencia, los otros cuatro jueces expondrán sus votos.
La Primera Sala del Supremo brasileño es mayoritariamente de corte progresista y en el último año ha dictado duras penas contra varios de los alrededor de 500 condenados por el violento asalto a los tres poderes de la Nación, ocurrido el 8 de enero de 2023.
Ese día, una turba de seguidores radicales de Bolsonaro trató de incentivar una intervención militar para derrocar a Lula, quien acababa de ser investido presidente una semana antes, en un grave episodio que la Fiscalía considera como el colofón de la trampa golpista.
(Con información de EFE)