Las autoridades ecuatorianas han destruido cerca de veinte viviendas vinculadas al crimen organizado en Durán durante lo que va de 2025, como parte de una estrategia sostenida para combatir el sicariato y la extorsión, según confirmó recientemente el Ministerio de Defensa. Estas acciones se han convertido en un símbolo de la determinación del gobierno del presidente Daniel Noboa de enfrentar a las mafias que han transformado a Durán en uno de los cantones más violentos del país.
El ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo, lideró personalmente varios de estos operativos y constató en territorio la demolición de estas viviendas que eran utilizadas por grupos criminales como centros operativos para planificar secuestros, extorsiones y distribución de sustancias ilícitas. La última intervención, que se llevó a cabo en los sectores de la Liga Cantonal, Elsa Bucaram y Divino Niño el pasado 6 de marzo, contó con la participación de alrededor de 600 efectivos militares y policiales del denominado Bloque de Seguridad.
Durante ese operativo específico se decomisaron fusiles, municiones, dinamita y más de 10 kilos de droga valorados en aproximadamente 200 mil dólares en el mercado ilegal, según informó el ministro del Interior, John Reimberg. En esa ocasión, Loffredo manifestó categóricamente que “guarida que encontremos, guarida que será destruida”, enfatizando la política del gobierno de no permitir que estructuras criminales consoliden su presencia territorial.

La demolición de estas viviendas busca debilitar las redes delictivas que se han consolidado principalmente alrededor de organizaciones criminales como los Chone Killers, Los Choneros y Los Lobos, grupos conocidos por mantener disputas violentas por el control territorial en Guayas y otras provincias estratégicas para el tráfico de drogas y armas.
Durán ha sido durante años uno de los focos más críticos de violencia en Ecuador, marcado por una alta incidencia de homicidios, extorsiones a comerciantes, transportistas y pescadores, así como por constantes enfrentamientos entre bandas criminales rivales. El municipio, que limita con Guayaquil, la ciudad más poblada del país, se ha convertido en un corredor estratégico para el narcotráfico y otros delitos transnacionales, lo que explica la magnitud de la respuesta del Estado.
En lo que va del año, Ecuador ha intensificado notablemente su estrategia de seguridad. Durante febrero y marzo, diversas operaciones han sido llevadas a cabo en distintas localidades del país con resultados significativos. En la madrugada del 3 de marzo, cerca de 1.000 efectivos del Bloque de Seguridad realizaron un megaoperativo simultáneo en Playas y Posorja, lugares considerados bastiones de Los Choneros y Los Lobos, respectivamente. En esa acción, se logró la captura de varios delincuentes, incluido alias “Gordo Tacuri”, líder local involucrado en múltiples delitos.

Otro de los golpes significativos contra la criminalidad se registró en febrero con la denominada “Operación de Alto Impacto 2”, donde la Policía Nacional capturó a 335 personas en todo el país, relacionadas con delitos como tráfico de drogas, secuestro, sicariato y delincuencia organizada. Estos operativos permitieron la incautación de armas de fuego, vehículos robados, explosivos y cerca de 269 kilos de droga.
Además, en la Zona 8, que comprende Guayaquil, Durán y Samborondón, en los primeros once días de marzo fueron aprehendidos 218 sospechosos de diversos delitos, se recuperaron vehículos robados, se decomisaron armas de fuego y más de seis toneladas de sustancias ilícitas.
Estos esfuerzos forman parte de una estrategia integral de seguridad implementada por el gobierno de Noboa, que busca frenar la creciente violencia criminal antes del balotaje presidencial del 13 de abril, donde se enfrentarán el actual mandatario y la candidata correísta Luisa González. Informes recientes de inteligencia sugieren que los grupos criminales planean intensificar los ataques para influir en el clima político del país.
Aunque las intervenciones han dado resultados concretos en las últimas semanas, el gobierno ha advertido que estas operaciones continuarán y se profundizarán en las zonas más afectadas.