
Más de 10 millones de personas vieron el debate presidencial de segunda vuelta en Ecuador, según informó el Consejo Nacional Electoral (CNE). El evento, realizado el domingo 23 de marzo de 2025, fue transmitido en cadena nacional de radio y televisión, en medios digitales y en las redes oficiales del organismo electoral.
De acuerdo con el boletín oficial, 4,7 millones de personas siguieron la transmisión por radio y TV, 3,5 millones a través de medios digitales y más de 2,5 millones por las redes sociales del CNE, consolidando un alcance sin precedentes en la historia reciente de los debates electorales del país.
Durante aproximadamente 52 minutos por candidato, el actual presidente Daniel Noboa y la correísta Luisa González expusieron sus propuestas y se enfrentaron en una dinámica que permitió intervenciones cruzadas, preguntas cerradas y respuestas estructuradas en torno a cinco ejes temáticos: educación, salud y seguridad social, criminalidad y seguridad, economía y empleo, y gobernabilidad. El intercambio fue moderado por la periodista Ruth del Salto, seleccionada por el Comité Nacional de Debates del CNE, y se desarrolló bajo un formato técnico y controlado que, sin embargo, no evitó momentos de tensión y acusaciones directas entre los aspirantes.

Uno de los puntos más comentados fue la discusión sobre las relaciones internacionales. Noboa interrogó a González si, de ganar la Presidencia, reconocería al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela. González respondió que sí y justificó su respuesta: “Necesito reconocerlo para devolver a los venezolanos que tú permitiste que ingresen de forma irregular a través de tu decreto 370 a mi país”. Noboa replicó: “Jamás vamos a reconocer un gobierno dictatorial”, y calificó a Rafael Correa y Jorge Glas como “empleados del dictador Maduro”.
Otro momento destacado ocurrió cuando González cuestionó a Noboa por una deuda tributaria de su familia con el Servicio de Rentas Internas (SRI). “¿Va a cobrar los 94 millones de dólares que su familia debe al SRI, o no?”, preguntó. Noboa respondió que no y argumentó: “Yo en eso he sido muy firme y he sido muy claro, me estoy entregando a todos los ecuatorianos y por eso he dejado a un lado cualquier negocio familiar”. Agregó que el SRI debe cumplir con sus procesos para todos por igual. González replicó que mientras al ciudadano común se le persigue si no paga sus impuestos, a los poderosos se les trata con indulgencia.
El eje de criminalidad y seguridad estuvo marcado por acusaciones mutuas. Noboa preguntó si González volvería a pactar con las mafias. También mencionó a chats en los que supuestamente aparece como “la Rana René” en una estructura que él calificó como criminal. Se trata de las conversaciones de los ex consejeros correístas acusados por asociación ilícita.

González respondió con dureza: “Investiguen lo que es Noboa Trading. En cajas de banano de la empresa del señor Daniel Noboa se ha exportado droga a Croacia e Italia”, y aseguró que existen procesos abiertos sobre estas exportaciones contaminadas. Noboa se defendió afirmando que su empresa colaboró con la Policía Nacional cuando se detectó droga y negó cualquier vínculo con el narcotráfico.
En el campo económico, Noboa insistió en su propuesta de implementar zonas francas tecnológicas, atraer inversión extranjera y fomentar el empleo juvenil. González, en cambio, planteó la reactivación del sector público como motor del desarrollo, con énfasis en obras públicas y en el retorno de programas sociales del correísmo. En salud, Noboa prometió “una transformación estructural del sistema de salud y del IESS con apoyo del sector privado”. González propuso reabrir centros de atención cerrados y fortalecer el sistema público, insistiendo en que el actual gobierno ha abandonado a la ciudadanía más vulnerable.
En materia educativa, Noboa habló de becas por mérito y acceso a carreras técnicas adaptadas al nuevo mercado laboral. González reivindicó las reformas educativas implementadas durante los gobiernos de la Revolución Ciudadana y aseguró que devolverá a los jóvenes el derecho a acceder a la universidad. Ambos candidatos coincidieron en que la situación de la educación superior requiere atención urgente, aunque sus estrategias difieren profundamente.

A pesar de que el formato del debate exigía respuestas cerradas y tiempos cronometrados, muchos momentos fueron utilizados para reforzar narrativas de ataque, con alusiones a hechos de corrupción, vínculos políticos pasados y omisiones en la gestión pública. Aunque hubo espacio para propuestas, la confrontación dominó gran parte del encuentro, lo cual refleja el nivel de polarización actual del electorado.
La masiva audiencia demostró el interés ciudadano en el desenlace de estas elecciones, donde la diferencia entre ambos candidatos en la primera vuelta fue de apenas 0,17 puntos porcentuales.
El CNE destacó que el evento cumplió su objetivo de fomentar el voto informado y de fortalecer la democracia. La segunda vuelta electoral se llevará a cabo el domingo 13 de abril, y la expectativa es que este debate haya sido decisivo para los votantes que aún no han definido su preferencia. Con el país dividido, el desenlace de esta contienda sigue abierto.