
Cuba empezó a recuperar gradualmente su servicio eléctrico este domingo, después del colapso del Sistema Electroenergético Nacional (SEN) ocurrido el pasado viernes. Sin embargo, 48 horas después del apagón, cerca de la mitad de la isla continúa sin electricidad.
Según el informe más reciente del Ministerio de Energía y Minas (Minem), hacia la tarde-noche de este domingo, la generación de electricidad apenas alcanzaba los 1.568 megavatios (MW), alrededor de la mitad de lo que se necesita en condiciones normales para mantener funcionando el país.
La estatal Unión Eléctrica (UNE), una empresa controlada por el régimen cubano, ha logrado reconectar a una porción del país a un único sistema de distribución. No obstante, el SEN sigue operando con un déficit alarmante: produce menos de la mitad de los megavatios necesarios para satisfacer la demanda.

Mientras tanto, la situación en las provincias occidentales de la isla sigue siendo crítica. Según el Ministerio de Educación, Pinar del Río, Artemisa y Mayabeque no tendrán clases este lunes debido a la falta de electricidad.
El proceso de reconexión comenzó con la activación de microsistemas alimentados por generadores que usan fueloil o diésel. La reconexión de estos microsistemas con las grandes centrales termoeléctricas se ha mostrado como un esfuerzo parcial e insuficiente. Hasta el momento, solo seis de las 20 unidades de generación térmica del país están operando, y la central Antonio Guiteras, una de las más grandes, ha logrado reintegrarse al sistema, pero aportando apenas una mínima cantidad de electricidad.

En La Habana, la capital, más del 40 % de los hogares aún permanecen sin corriente. Según la UNE, se espera que el servicio se restablezca en su totalidad durante la madrugada del lunes, aunque este tipo de promesas ya ha demostrado ser poco confiable en anteriores ocasiones.
La crisis del SEN se desató a las 20:15 hora local (0:15 GMT) del viernes, cuando una avería en la subestación de Diezmero, en las afueras de La Habana, desencadenó una serie de fallos en las unidades de generación eléctrica.
Crisis energética prolongada
El colapso del sistema eléctrico cubano pone de manifiesto las graves deficiencias del régimen en la gestión de recursos vitales. El SEN lleva meses en un estado de precariedad extrema, debido a las constantes averías en sus siete centrales termoeléctricas, las cuales, muchas de ellas, tienen décadas de funcionamiento sin las inversiones necesarias para su modernización. Además, la escasez crónica de diésel y fueloil, debido a la falta de divisas para importar estos insumos, ha dejado a la isla al borde del colapso.

El régimen cubano ha señalado las sanciones estadounidenses como principal responsable de la crisis energética, pero expertos independientes coinciden en que el sistema energético cubano está sumido en una infrafinanciación crónica, consecuencia directa de la incapacidad de la dictadura de diversificar la economía y de garantizar el adecuado mantenimiento de infraestructuras claves.
El propio régimen reconoce que necesitaría entre 8.000 y 10.000 millones de dólares para reflotar el SEN, una inversión que está fuera de su alcance debido a la falta de recursos. Mientras tanto, cualquier solución parece quedar relegada a un futuro lejano e incierto, prolongando la miseria energética que afecta a la población.
La crisis energética sigue lastrando la ya frágil economía cubana, que en 2023 experimentó una contracción del 1,9 % y, según las previsiones del régimen, no alcanzará los niveles de 2019 ni en 2025.

Los apagones prolongados, además de afectar el sector productivo y el bienestar de la población, alimentan el descontento social. Las constantes interrupciones del servicio eléctrico se han convertido en un catalizador de protestas, como las ocurridas en La Habana y Nuevitas en 2022, y las masivas manifestaciones del 11 de julio de 2021.
El 17 de marzo de 2024, más protestas se desataron en Santiago de Cuba y otras localidades, reflejando el hartazgo de una población que ve cómo su calidad de vida se deteriora debido a la incompetencia del régimen.
(Con información de EFE)