
La decisión del Instituto Brasileño del Medioambiente (IBAMA) sobre si aprueba o no la explotación petrolífera de la estatal Petrobras en la cuenca amazónica podría llegar en cuestión de semanas, si no de días. La zona forma parte del llamado Margen Ecuatorial. Se trata de una zona de aguas profundas del Atlántico en la que Guyana y Surinam ya descubrieron reservas con hasta 13.000 millones de barriles de crudo. Petrobras estima que el horizonte de explotación en esa zona puede rendir 14.000 millones de barriles de petróleo. En total, Petrobras planea perforar 16 pozos hasta 2028 en el Margen Ecuatorial, con una inversión estimada de 3.100 millones de dólares en exploración en la región que se extiende desde Amapá hasta Rio Grande do Norte.
La cuestión divide a Brasil desde 2023, con dos bandos contrapuestos, no sin enfrentamientos. Por un lado, la petrolera Petrobras, que también cuenta con el apoyo del presidente Lula, afirma ser capaz de mitigar los posibles riesgos medioambientales del proyecto. Por otro lado, las comunidades locales, entre ellas muchos indígenas, los ecologistas y la ministra de Medioambiente, Marina Silva, llevan meses advirtiendo de posibles daños a todo el ecosistema de la región. Por eso, en mayo de 2023, el IBAMA denegó la autorización. Dos días después, Petrobras recurrió. Hasta la fecha no ha llegado la respuesta del organismo de control medioambiental. El Gobierno presiona para que llegue y sea positiva en la primera parte del año y no en la segunda. Toda la atención estará centrada en la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático (COP30) que se celebrará en noviembre en Belém, capital del estado amazónico de Pará. Esta conferencia es la postal de la agenda verde de Lula. Según el Gobierno, Petrobras ya ha atendido todas las demandas del IBAMA y, como informa CNN Brasil, el retraso es ahora meramente “político”. El actual presidente del IBAMA es Rodrigo Agostinho, ex diputado federal del Partido Socialista Brasileño (PSB) y miembro de la Comisión Mundial de Derecho Ambiental de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza.

Durante tres años consecutivos (2019 a 2023), como diputado, Agostinho coordinó el Frente Parlamentario Ambientalista en el Congreso. En las últimas semanas se ha producido una aceleración en este caso. A finales de febrero, los técnicos del IBAMA emitieron su dictamen técnico. Aunque el texto sigue siendo confidencial, la recomendación de los especialistas se ha filtrado a la prensa: no conceder la licencia de explotación petrolífera a Petrobras. Su opinión, sin embargo, no tiene poder para bloquear la decisión final, que corresponderá al presidente Agostinho. Mientras tanto, el IBAMA autorizó esta semana a Petrobras a limpiar la sonda que debe perforar el llamado bloque FZA-M-59, en la cuenca del emblemático río Amazonas.
“A la luz de las informaciones presentadas por la empresa, incluyendo las áreas de navegación y las precauciones a ser tomadas durante la intervención (...) consideramos que la Propuesta de gestión de la bioincrustación de Coral-Sol en el casco de la plataforma (...) está de acuerdo con las recomendaciones sobre las actividades de perforación en el bloque FZA-M-59, de la cuenca del río Amazonas, y puede llevarse a cabo tal como fue presentada”, reza el documento firmado por un analista ambiental de la Coordinación de Licencias Ambientales para Exploración de Petróleo y Gas Offshore del IBAMA. El presidente del Senado brasileño, Davi Alcolumbre, del partido Unión Brasil, que figura entre los partidarios de la exploración petrolífera en el Margen Ecuatorial, divulgó una nota en la que afirmaba haber recibido “con satisfacción la aprobación por parte del IBAMA del plan de Petrobras para la limpieza de la sonda que se utilizará en la perforación en el Margen Ecuatorial”.

La directora de asuntos corporativos de Petrobras, Clarice Coppetti, había declarado en febrero que el inicio de la limpieza de la sonda sería el comienzo del cronograma para el inicio de la perforación. Sin embargo, según la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, esta autorización no tendría nada que ver con la explotación petrolífera. “El IBAMA recibe constantemente solicitudes de autorización para limpiar sondas y cascos de barcos que contienen especies exóticas, porque éstas crean un problema para la biodiversidad marina brasileña", declaró ayer la ministra. En el caso concreto de esta solicitud, la limpieza es necesaria porque los equipos de Petrobras están infestados de coral solar, una especie invasora que puede colonizar los ecosistemas locales y dañar la biodiversidad local.
En cuanto a la autorización para la exploración, según Marina Silva, “está siendo analizada por los técnicos del IBAMA y la respuesta que se dará, sea cual sea, será técnica”, dijo. “Este proceso técnico pasa por los que analizan el proceso, pasa por el coordinador de licenciamiento, pasa por la dirección de licenciamiento, que también es técnica, y pasa por el presidente del IBAMA. Es un proceso republicano", añadió. En cuanto al presidente del IBAMA, Agostinho, declaró el martes al diario O Globo que “no está en condiciones” de decir si su decisión se tomará en marzo. “No estoy en condiciones de dar un plazo; los técnicos están completando un dictamen que aún no me ha sido enviado al sistema, para que pueda llevar a cabo el análisis.” El dictamen de los técnicos ni siquiera es público y haremos un análisis técnico sobre él para poder tomar una decisión", dijo.
El debate en las últimas semanas había adquirido tintes acalorados, con el presidente Lula quejándose públicamente de los retrasos del IBAMA en autorizar el proyecto. Según CNN Brasil, el Gobierno se plantea incluso cambiar la cúpula de la entidad y entre los nombres favoritos figura el actual ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Márcio Macêdo, del núcleo duro del Partido de los Trabajadores (PT) y muy próximo a Lula.
En cuanto a Petrobras, protagonista en los últimos años de los escándalos de la operación anticorrupción Lava Jato, vive un momento contradictorio. Por un lado, está llevando a cabo varios proyectos importantes y, por otro, no le faltan asuntos criticados. Además de la exploración en el Margen Ecuatorial, la petrolera brasileña se está expandiendo en África y Colombia. Seis años después de vender su filial que operaba en el continente africano, el año pasado anunció la adquisición de un bloque de explotación de petróleo en Sudáfrica. “En diciembre pasado, Petrobras había anunciado el descubrimiento de lo que llamó la mayor reserva de gas de la historia de Colombia.” Además, el diario estatal brasileño Folha de São Paulo informó esta semana de que también estaba interesada en Argentina. Entre los atractivos del país vecino está el petróleo, pero también el gas de la región de Vaca Muerta, ya que un gasoducto que une Argentina, Bolivia y Brasil podría servir para transportarlo.
En casa, mientras tanto, no faltan los problemas. A finales de febrero se conocieron las cifras de ganancias de la empresa para 2024: 36.600 millones de reales (6.313,2 millones de dólares), un desplome de casi el 70% respecto al año anterior. Petrobras quedó así en séptimo lugar en la clasificación internacional de las diez mayores petroleras del mundo. Se trata de la peor clasificación de la compañía desde 2019. Por si fuera poco, también está el problema de los precios de los combustibles en Brasil. A pesar de que el precio global del petróleo ha caído un 13% desde enero, según la Asociación Brasileña de Importadores de Combustibles (Abicom), el precio medio de la gasolina en las refinerías nacionales es un 3% más alto que en el extranjero. Mientras tanto, el diésel tiene una disparidad del 2%. Esta diferencia ha reavivado el debate sobre la política de precios de Petrobras, que abandonó la Paridad de Precios de Importación (PPI) en mayo de 2023. Aunque los precios de la gasolina no han sido ajustados por Petrobras desde hace 240 días, su precio aumentó un 2,9% en febrero, hasta una media de 6,43 reales (1,11 dólares) por litro. “Si el precio es mucho más alto que el del mercado y vemos que esa es la tendencia, sin duda haremos cambios.”, dijo ayer la presidenta de Petrobras, Magda Chambriard.

Por último, la Policía Federal está investigando una serie de ataques de hackers que no sólo afectaron a los sitios web del Supremo Tribunal de Justicia (STJ) y del Consejo Nacional de Justicia (CNJ), sino que también crearon inestabilidad al de Petrobras. Los ataques fueron clasificados como DDoS, un tipo de ciberofensiva que consiste en “bombardear” un sitio web con numerosas peticiones de acceso por segundo para sobrecargar las defensas informáticas y permitir así a los hackers entrar en los servidores. Petrobras afirmó en un comunicado que la inestabilidad se limitó a su sitio web y que sus sistemas internos no se vieron afectados.