El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, anunció que solicitará al Consejo Nacional Electoral (CNE) que exima del pago de multas a los ciudadanos de las provincias afectadas por la temporada invernal en caso de no poder acudir a votar en la segunda vuelta del 13 de abril. Esto porque en Ecuador el voto es obligatorio y si el elector no se acerca a las urnas, se lo sanciona con una multa económica.
La propuesta, revelada en una entrevista con Radio City de Guayaquil, responde a la difícil situación que atraviesan varias regiones del país, especialmente en la Costa, donde las intensas lluvias han causado inundaciones y daños materiales significativos. “Hay que ser empático con la gente que lo ha perdido todo (…) Solicitaremos al CNE que elimine la multa para las provincias en las que se haya declarado emergencia”, afirmó Noboa.
La solicitud del mandatario se da en un contexto político complejo, ya que las provincias más afectadas por el invierno coinciden con aquellas en las que el presidente perdió en la primera vuelta electoral frente a su contendiente, la correísta Luisa González. Según los resultados del 9 de febrero, Noboa obtuvo su mayor respaldo en la Sierra y Amazonía, mientras que González se impuso con amplia ventaja en la Costa, particularmente en Guayas, Manabí y Esmeraldas. La posibilidad de que la emergencia climática afecte la participación en el balotaje ha generado debate, pues una menor concurrencia en estas zonas podría influir en el resultado final.
El Código de la Democracia de Ecuador establece que el voto es obligatorio para los ciudadanos entre 18 y 65 años, y quienes no acudan a sufragar deben pagar una multa equivalente al 10% del salario básico unificado. En este caso, si el CNE accede a la solicitud de Noboa, los habitantes de las provincias declaradas en emergencia quedarían exentos de esta sanción. Sin embargo, hasta el momento, el organismo electoral no ha emitido una respuesta oficial sobre la viabilidad de esta medida.
El anuncio del presidente también se enmarca en un esfuerzo por demostrar la gestión de su gobierno ante la crisis invernal. Durante la entrevista, Noboa destacó el trabajo de su gabinete en las zonas afectadas y aseguró que se han movilizado recursos para atender a la población damnificada. Además, resaltó que la economía del país muestra signos de recuperación, con un incremento de depósitos bancarios y un crecimiento en las exportaciones no petroleras durante los primeros meses del año.
La segunda vuelta presidencial se llevará a cabo en un clima de alta polarización y con una diferencia mínima entre los dos candidatos. En la primera vuelta, Daniel Noboa obtuvo el 44,17% de los votos, mientras que Luisa González alcanzó el 44%, lo que dejó un margen de apenas 0,17 puntos porcentuales entre ambos.
El CNE ha sido enfático en defender la transparencia del proceso electoral, rechazando acusaciones de fraude y reiterando que las elecciones del 9 de febrero se desarrollaron con altos estándares técnicos y bajo la supervisión de observadores internacionales. Sin embargo, la posibilidad de modificar las sanciones por inasistencia en el balotaje plantea un nuevo desafío para la institución, que deberá analizar la viabilidad legal de la petición presidencial y su posible impacto en la equidad del proceso.
La emergencia invernal no solo ha generado preocupación en el ámbito electoral, sino que también ha intensificado el debate sobre la capacidad del gobierno para responder a desastres naturales. Mientras Noboa resalta los avances en materia de gestión de crisis, la oposición ha cuestionado la eficacia de las medidas implementadas y ha señalado que la falta de inversión en infraestructura de prevención ha exacerbado los efectos de las lluvias.
Con la segunda vuelta en el horizonte, la atención se centra en cómo el CNE manejará la solicitud del presidente y en qué medida la situación climática influirá en la participación de los votantes. En un proceso electoral tan ajustado, cada decisión puede ser determinante en un resultado final donde cada voto cuenta.
