Índice global de The Economist: Uruguay y Costa Rica son las únicas “democracias plenas” de América Latina

En medio de una nueva baja global de la calidad democrática, los países de la región prolongaron la tendencia negativa mientras se multiplican las farsas electorales desde Venezuela a Rusia

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Uruguay y Costa Rica son los dos únicos países latinoamericanos que figuran dentro del grupo de 25 “democracias plenas” del mundo, dentro de una región en la que la calidad democrática cayó por noveno año consecutivo, según el Índice de Democracia del Economist Intelligence Unit.

La puntuación media de la democracia en Latinoamérica y el Caribe cayó del 5,68 en 2023 al 5,61 el año pasado, pese a lo cual sigue siendo la tercera región mundial más democrática tras Norteamérica y Europa Occidental, y por encima de Europa Oriental y Asia.

Entre las fortalezas regionales señaladas en el estudio están una nota por encima de la media en procesos electorales y pluralismo, en participación política y en libertades civiles, aunque suspende claramente en la categoría de cultura política, donde se sitúa a la cola mundial.

Según The Economist, Brasil es
Según The Economist, Brasil es uno de los países cuya democracia retrocedió (REUTERS/Jorge Silva/Archivo)

De los 24 países de la región cubiertos en el índice, 17 obtuvieron una peor puntuación que el año anterior (encabezados por Jamaica, Colombia y Brasil), y otros cinco la mejoraron, liderados por República Dominicana y México, mientras que dos permanecieron igual.

Los únicos dos países catalogados como “democracias plenas” de América Latina fueron Uruguay, en el puesto 15 (con una puntuación de 8,67) y Costa Rica, en el 18 (8,29), tras perder los dos una posición con respecto a 2023.

El presidente uruguayo Luis Lacalle
El presidente uruguayo Luis Lacalle Pou recibe a su sucesor, Yamandú Orsi, en Montevideo (REUTERS/Martin Varela Umpierrez/Archivo)

Entre las “democracias defectuosas” de la región figura en primer lugar Chile, en el puesto 29, uno por detrás de EE.UU., mientras que Panamá es el 47 y Argentina el 54.

Paraguay cayó este año a la categoría de “régimen híbrido” tras haber pasado brevemente por la de “democracia defectuosa” en 2023, debido a la nueva legislación que restringe la libertad de las ONG en el país.

Nicolás Maduro y Daniel Ortega,
Nicolás Maduro y Daniel Ortega, líderes de regimenes autoritarios en América Latina (REUTERS/Fausto Torrealba/Archivo)

Por su lado, Cuba, Venezuela y Nicaragua son considerados “regímenes autoritarios”.

A juicio de The Economist, la “débil” cultura política imperante en América Latina se expresa a menudo en el apoyo a dirigentes autoritarios que prometen soluciones simples a problemas complejos, y de paso, fragilizan los contrapesos institucionales.

Por su lado, Estados Unidos es considerada una “democracia deficiente” al ocupar en 2024 el puesto 28, sin cambios frente al año anterior, en el Índice de Democracia.

“Queda por ver si los controles y contrapesos históricos seguirán vigentes y servirán para mejorar o empeorar la clasificación de Estados Unidos en 2025”, indicó la publicación.

Las farsas electorales se multiplicaron:
Las farsas electorales se multiplicaron: Putin fue entronizado por quinta vez en Rusia tras perseguir -en muchoas casos hasta la muerte- a sus opositores (REUTERS/Maxim Shemetov/Archivo)

Panorama global: nueva caída

Por decimosexto año consecutivo, Noruega aparece como el país más democrático con una puntuación de 9,81. Nueva Zelanda y Suecia completan el podio. En el otro extremo, Afganistán tiene la cifra más baja desde 2021, con 0,25 puntos.

El mayor cambio es el de Bangladesh, que bajó 25 puestos. The Economist considera que “reconstruir la democracia allí será una tarea enorme tras el derrocamiento de Sheikh Hasina, la gobernante autocrática del país durante mucho tiempo”. Se plantea una esperanza desde la llegada de un gobierno tecnocrático temporal, encabezado por Muhammad Yunus, premio Nobel de la Paz, por lo que Bangladesh fue nombrado “país del año” en 2024.

Pero el panorama global es cada vez menos democrático: el promedio mundial cayó a un nuevo mínimo histórico de 5,17, casi una década después de un máximo de 5,55 alcanzado en 2015. Apenas el 6,6% de la población vive en una “democracia plena”, frente al 12,5% de hace diez años. Y actualmente dos de cada cinco personas viven bajo un régimen autoritario.

Las farsas electorales se ha multiplicado. En Pakistán, por ejemplo, en medio de la violencia fue encarcelado el político más popular, Imran Khan, cuyas credenciales democráticas son a su vez muy cuestionables. En Rusia, Putin selló su quinto mandato como presidente, pero obtuvo solo dos puntos en el índice. Venezuela fue otro ejemplo de fraude, éste cometido por el chavismo de Nicolás Maduro, que se negó a aceptar una derrota ante una oposición liderada por Edmundo González Urrutia y María Corina Machado. En otros países, como Burkina Faso, Mali y Qatar, las elecciones se cancelaron por completo.

Con información de EFE