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El ex presidente de Bolivia, Evo Morales (2006-2019) ya no es militante del Movimiento Al Socialismo (MAS), el partido político que lideró desde 1998 y el que lo encumbró en el poder durante casi 14 años.
A través de un poder notariado, el ex jefe de Estado entregó el formulario de dimisión este jueves en el Tribunal Electoral de Cochabamba. “La renuncia ha sido presentada en resguardo de nuestra Revolución Democrática y Cultural (como se han conocido a los Gobiernos del MAS desde 2005). No podemos formar parte de un Gobierno que se ha corrompido y ha traicionado los principios básicos y fundamentales”, declaró a los medios Héctor Rodríguez, quien realizó el trámite en representación de Morales.
El ex gobernante envió a un delegado debido a que desde finales de septiembre permanece en la región cocalera del trópico cochabambino, su bastión político y sindical en el centro del país, donde es custodiado por sus leales ante la posible aprehensión que enfrenta por una investigación que lo acusa por el delito de trata agravada de personas.
La renuncia del ex mandatario se da luego de que un controvertido fallo del Tribunal Constitucional Plurinacional le quitara la jefatura del MAS, al haber validado la elección de un aliado de Luis Arce, el dirigente campesino Grover García, como nuevo presidente del partido. La pasada semana, Morales anunció su candidatura para las elecciones generales del 17 de agosto con un partido familiar, denominado Frente para la Victoria (FPV), cuyos representantes fueron críticos con el ex presidente y con el quienes aparentemente no existen afinidades ideológicas.

En ese marco, los seguidores de Morales convocaron una “renuncia masiva” al partido oficialista en respaldo al expresidente. En los primeros días se presentaron 1.686 formularios de renuncia, lo que representa menos del 0,2% de la militancia del partido más numeroso del país. Algunos legisladores leales al ex presidente manifestaron que postergarán su renuncia para evitar procesos por “transfugio político” y la pérdida de su curul en la Asamblea Legislativa Plurinacional.
La implosión del MAS
Morales fue diputado y presidente de Bolivia durante tres gestiones consecutivas (2006-2019), cuando intentó forzar un cuarto mandato inconstitucional, su Gobierno enfrentó múltiples protestas ciudadanas por indicios de fraude en la votación electoral. A las movilizaciones se sumó un motín policial y una declaración pública del Comandante del Ejército que sugirió su renuncia. El presidente renunció el 10 de noviembre de 2019 denunciando ser víctima de un “golpe de Estado”.
Un año más tarde, desde el exilio, eligió a su ex ministro de Economía y hombre confianza como candidato del MAS para las elecciones 2020. Luis Arce ganó la votación con el 55% de los votos el 18 de octubre de 2020.
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Las fricciones entre Morales y su delfín no tardaron en aparecer. En 2021 comenzaron a surgir las diferencias sobre la gestión del Estado que luego derivaron en una feroz disputa por el control del partido y la candidatura presidencial de 2025, que fue zanjada en noviembre pasado con fallos judiciales que entregaron la jefatura del partido a un aliado de Arce y prohibieron la repostulación del ex mandatario.
Pese a los impedimentos legales, Morales insiste en postular con un nuevo frente político.
“Luis Arce y su grupo de ministros traidores y dirigentes prebendales convirtieron a la sigla del MAS -que nos robaron- en una cáscara y máscara sin valores, sin principios y sin identidad”, escribió en X el líder cocalero días antes de abandonar el partido.