Mineros y transportistas están en emergencia por falta de diésel en Bolivia

El suministro irregular del carburante afecta a varios sectores como el agro, la minería y el transporte. El Gobierno atribuyó la escasez a los bloqueos

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Un hombre espera para poder
Un hombre espera para poder cargar combustible, el 13 de diciembre 2024 en La Paz, Bolivia. REUTERS/Claudia Morales

Al menos dos sectores en Bolivia manifestaron estar en emergencia ante el irregular suministro de diésel de los últimos días que interrumpe la normalidad de sus operaciones. Dirigentes de la minería y del transporte en Santa Cruz exigieron al Gobierno tomar medidas para asegurar la provisión del combustible.

El presidente de la Federación de Cooperativas Mineras Auríferas del Norte de La Paz (Fecoman), Efraín Silva, denunció que al menos 200 cooperativas están siendo afectadas por la falta de diésel y manifestó que la próxima semana tendrán una reunión para determinar medidas de presión si continúa el desabastecimiento.

“Estamos en estado de emergencia y prestos para salir a las calles. Y esto es por una necesidad. No quiero que se mal entienda, por favor, esto no es político, no tiene ningún color político ni nada. Solamente es por necesidad que nuestras cooperativas ya no están en funcionamiento, ya no están trabajando”, manifestó el dirigente en conferencia de prensa este miércoles y agregó hace “dos, tres semanas” están “peregrinando” en busca de combustible.

De igual forma, el representante de los transportistas de Santa Cruz, Segundo Ricaldi, informó que su sector está operando solo con el 70% de las unidades ante la escasez de diésel. “Ha bajado la cantidad de micros, pero no es culpa de los transportistas, es culpa del Gobierno”, indicó en contacto con el canal Red Uno. Según Ricaldi, al menos el 30% de los choferes está “haciendo fila” en las estaciones de servicio para cargar sus tanques, por lo que les es imposible trabajar.

Foto: YPFB /Bolpress
Foto: YPFB /Bolpress

Otro de los sectores afectados es el productivo que se alistan para encarar la cosecha de verano y recoger con maquinaria la producción de los campos. Según reporte del agro cruceño, citado por Unitel, se requiere un volumen que oscila entre los 20 millones y 26 millones de litros de diésel para encarar las labores de cosecha.

Por otro lado, el dirigente del transporte pesado de Santa Cruz, Juan Yujra, indicó que hay más de 1.000 camiones varados por falta de combustible que deberían estar en operación para transportar la cosecha de la campaña de verano de soya y otros granos. “Somos más de 2.000 camiones que nos dedicamos a la zafra y hoy por hoy casi un 40% están trabajando, el resto está haciendo fila, parados dos o tres días”, denunció el dirigente en el canal Gigavisión.

En ese contexto, el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, atribuyó la escasez a un desfase en la logística de distribución debido a los bloqueos que hubo en las poblaciones de Yapacaní (Santa Cruz) y Yacuiba (Tarija). Incluso acusó a algunas estaciones de servicio de especular y ocultar el carburante.

El presidente de la estatal petrolera, manifestó al agro se le está proveyendo con diésel ULS. “Se está vendiendo y se les da el producto ULS que es el biodiesel a todo lo que es el sector productivo. En Santa Cruz, todo lo que es el agro que hace su requerimiento y su pago correspondiente, puede retirar el producto y está garantizado el producto para que puedan obtenerlo desde nuestras plantas”, sostuvo el ejecutivo en conferencia de prensa.

Dorgathen durante un discurso en
Dorgathen durante un discurso en la inspección técnica en Mayaya Centro-X1, in Caranavi, Bolivia, el 16 de julio de 2024. REUTERS/Claudia Morales

A este combustible -que se vende a Bs 6,73 por litro, el doble del diésel subvencionado- pueden acceder principalmente los grandes consumidores o clientes directos que lo recogen de la planta de la petrolera o en surtidores establecidos.

El tema de los combustibles es uno de los que mayor preocupación genera en la administración pública debido a que el Estado importa el 86% del diésel y el 54% de la gasolina que necesita para abastecer el mercado interno, según datos oficiales. Ambos productos son subvencionados y se venden a un precio considerablemente menor que en el de los países vecinos -aproximadamente 0,53 de dólares el litro- lo que ha provocado un desfase en las cuentas estatales, que enfrentan una crisis económica por la debacle de la industria petrolera y la falta de acceso a dólares.

“El Gobierno tiene un gran problema. ¿Por qué no hay combustible? Sabemos todos, porque no tiene plata para seguir subvencionando. Es un cáncer, el Gobierno ya no puede solventar esta subvención, le está trayendo problemas”, manifestó el dirigente transportista.