El secretario general de la Junta Nacional de Drogas de Uruguay, Daniel Radío, destaca que el país ha tenido un “abordaje diferente” al tratar el consumo de sustancias. Se inició con una fase “intuitiva” y luego se pasó a una etapa “más consciente y reflexiva”, escribió el jerarca del gobierno de Luis Lacalle Pou, que además continuará vinculado a la política de drogas en la administración de Yamandú Orsi.
Su reflexión es parte de un prólogo en el que presenta los resultados de esa oficina a un estudio sobre el consumo de drogas entre los estudiantes universitarios. El trabajo llega a la conclusión de que la mitad de los estudiantes alguna vez consumió marihuana y que hubo “altas magnitudes” de consumo de psicofármacos durante 2024.
El trabajo fue realizado con estudiantes de la Universidad de la República (la universidad estatal de Uruguay) a través de 3.098 encuestas.
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Las sustancias que presentan una mayor prevalencia de consumo en los últimos 12 meses son el alcohol (80,7%), el tabaco (26,4%), la marihuana (24,2%) y los psicofármacos (22,4%, incluyen los tranquilizantes, los antidepresivos y los opioides).
Los datos revelan “altas magnitudes de consumo en la población universitaria” de psicofármacos, dado tanto por prescripción médica como por uso indebido. En Uruguay, el uso de tranquilizantes está “muy extendido” –más que en el resto de la región– pero en el caso de los universitarios es “aún más elevado”. “No obstante, los datos más llamativos son las altas prevalencias de antidepresivos y de opioides”, concluye el trabajo.
Los autores aseguran que el nivel de consumo de los psicofármacos es “uno de los hallazgos más relevantes” del estudio. Que las magnitudes sean mayores a las que se consume en la población no universitaria abre algunas interrogantes respecto a si “las condiciones particulares de la vida académica” tiene una “incidencia específica en estos comportamientos de consumo”.
A las “condiciones” que se refieren los autores son a la “adaptación y posicionamiento ante lo desconocido al inicio de las carreras, presiones posteriores, sometimiento de largas jornadas de estudio, miedo al fracaso en el rendimiento académico, [y a la] incertidumbre sobre el futuro profesional”.
Otro dato que subrayan los investigadores es que 1 de cada 10 estudiantes universitarios tienen un “consumo problemático de alcohol”. Esta cifra lleva a la conclusión de que es necesario, según los autores, establecer “al menos una intervención para atender esta problemática”.
Un 3% de los consumidores de tabaco, en tanto, presentan signos de dependencia y un similar porcentaje al cannabis.
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Cocaína, marihuana y alucinógenos
La mitad de los estudiantes universitarios de Uruguay indicaron que al menos una vez en su vida consumieron marihuana. Y, además, uno de cada cuatro universitarios dijo haber consumido en los últimos 12 meses. El “uso intenso” de la droga (semanal o diario) crece a medida que la edad aumenta y un 3,7% de los universitarios presenta “signos de uso problemático”.
Con respecto a la cocaína, el 6% de los universitarios consumió cocaína alguna vez en su vida. El 1,4%, en tanto, declara que consumió en el último año. La mayoría de los universitarios que consumió cocaína en los últimos 12 meses lo hizo en forma “experimental u ocasional”. “La fidelización a la sustancia es baja, ya que apenas alcanza al 8,7 por ciento. Es decir, que de cada 100 personas que experimentaron con cocaína, 9 continuaron su consumo hasta los últimos 30 días”, señala el artículo.
Respecto al consumo de otras drogas, el 8% y el 6% de los universitarios declara que alguna vez consumió alucinógenos y éxtasis, respectivamente. En este caso, no se observan diferencias significativas con respecto al resto de la población. Los consumos de otras sustancias son “marginales” en la población universitaria.