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Los seguidores del ex presidente de Bolivia Evo Morales (2006-2019) anunciaron el fin de semana una “renuncia masiva” del oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS), luego de que su líder perdiera la jefatura del partido y firmara una alianza con otro frente político. El lunes, simpatizantes de Morales llegaron a oficinas del Tribunal Supremo Electoral (TSE) en varias ciudades del país para presentar su formulario de dimisión.
Según fuentes del TSE, a nivel nacional, se registraron 510 renuncias el día lunes. Sin embargo, no todas son válidas porque algunas personas presentaron la documentación pero no figuraban como militantes en los registros oficiales o porque no fueron realizadas de manera personal, como es el caso de Morales que envió a un delegado.
“El TSE ha rechazado ya que debe ser de manera presencial, pero para eso tenemos otros instrumentos jurídicos, como un poder. Se está realizando este trámite administrativo para darle el poder a esta tercera persona”, expresó la senadora Lucy Escobar ante los medios locales. Morales está atrincherado en la región cocalera de Cochabamba, donde goza del resguardo de sus seguidores, desde finales de septiembre ante el riesgo de ser capturado por una orden de aprehensión en su contra.
Las dimisiones representan el 0,04% del total de los militantes del partido más numeroso del país que, según datos oficiales, el lunes tenía 1.082.645 inscritos, más de la mitad del total de personas afiliadas a algún partido político en Bolivia.
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Si bien las renuncias se pueden seguir presentando en los próximos días, la cifra de renuncias del lunes dista de la proyección que había hecho el evismo. La exministra Teresa Morales, parte del entorno del ex presidente, había manifestado que al menos “un millón” de militantes renunciarían y que solo quedarán los funcionarios inscritos en ese partido.
“Un millón de personas vamos a dejar vacío el MAS. El MAS se va a quedar vacío de militantes. Seguramente 10.000 o 15.000 funcionarios se van a quedar con el MAS”, dijo la exautoridad. Según fuentes del TSE, el martes no se había presentado ninguna otra solicitud.
La decisión de abandonar colectivamente el partido fue asumida luego de que el líder cocalero firmara un acuerdo con el Frente Para la Victoria (FPV), un partido familiar fundado en 2009, con el que buscará postular a la Presidencia en las elecciones generales de agosto, pese a los impedimentos legales que tiene. La salida del MAS no implica que se vayan a inscribir en el FPV, al contrario, el objetivo a largo plazo es fundar otro instrumento político.
El lunes, en la puerta del TSE en La Paz, los militantes llegaron con sus formularios de renuncia en la mano y colocaron banderas de los colores del partido -azul, blanco y negro- en el suelo, para luego doblarlas y guardarlas en señal de abandono del frente. Los simpatizantes de Morales tienen programado para el 29, 30 y 31 de marzo un encuentro en la localidad de Villa Tunari, en Cochabamba, para “relanzar el instrumento político”.

Esta decisión ha sido minimizada por el Gobierno, incluido el presidente Luis Arce que en una entrevista señaló: “El reporte que tenemos es que son aproximadamente 500 militantes que habrían renunciado. Nosotros somos más de un millón de militantes, lo que significa que el 0,005% de la militancia que habría renunciado al MAS”, dijo el mandatario en entrevista con el canal DTV.
La disputa entre ambos líderes inició a finales de 2021 por diferencias en la gestión del Estado que luego derivaron en una pelea por el control del partido y la candidatura para las elecciones de este año. En noviembre pasado, Morales dejó de ser jefe del MAS por un controvertido fallo judicial que validó la elección de un aliado de Arce como nuevo dirigente del partido, en un acto que sus leales califican como el “robo” de la sigla.