Agentes de la Policía de Nicaragua golpearon brutalmente a un hombre sospechoso de asesinar a machetazos a un niño y herir a otras ocho personas, en la comunidad San Luis, de San José de Bocay, a unos 240 kilómetros al norte de Managua.
El sujeto, identificado como Marlon González, de 33 años, fue capturado por pobladores de la comunidad y entregado reducido a las autoridades.
Un video grabado por uno de los campesinos muestra cómo los agentes de policía reciben al hombre amarrado de pies y manos, y le propinan una golpiza a patadas y con el fusil AK que cargan.
Marlon González fue identificado como el hombre que el pasado 22 de febrero atacó una fiesta de 15 años en la comunidad de San Luis, donde sin motivo aparente mató a machetazos a Luis Álvaro García Ramírez, de 10 años, e hirió en el brazo a Darwin Jimmy González, de 61 años, cuando este último quiso defender al niño.
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En el video que circula en redes sociales se aprecia cómo un oficial de policía propina varias patadas contra el hombre reducido en el suelo, y luego lo golpea con la culata y punta de su fusil.
El sujeto dejó un reguero de sangre a su paso por la comunidad. Propinó un machetazo en la cabeza al ciudadano Carlos Marín Rivera Díaz, de 51 años, quien se encontraba en su casa de habitación y provocó varias heridas a José Felipe Picado mientras se encontraba descansando en una hamaca en su vivienda. Se reportaron otras cuatro personas heridas en similares circunstancias.
Marlon González fue capturado por lugareños que se dieron a su persecución, lo amarraron y entregaron a la Policía en un riachuelo que cruza la comunidad, informó el portal local Noticias Al día Nicaragua y el Mundo.
A partir de las protestas ciudadanas de 2018 se incrementaron las acusaciones contra la Policía de Nicaragua por tortura, tratos inhumanos y degradantes contra reos, principalmente presos políticos. La nuevas reformas constitucionales que ordenó Daniel Ortega recientemente eliminaron la prohibición que contemplaba la antigua Constitución Política.
En marzo de 2020, el Departamento de Estado de Estados Unidos sancionó a la Policía de Nicaragua “por ser responsable o cómplice, o ser responsable de ordenar, controlar o instruir de otra forma, o partícipe a sabiendas en forma directa o indirecta, en relación con actos significativos de violencia o conductas que constituyen abusos graves o violaciones de derechos humanos contra personas vinculadas con las manifestaciones que empezaron en Nicaragua el 18 de abril de 2018″.
En noviembre pasado, el gobierno estadounidense impuso además restricciones de visado a más de 350 miembros de la Policía Nacional de Nicaragua y subrayó que esta medida se enmarca en su apoyo a las aspiraciones de “libertad, justicia y dignidad” del pueblo nicaragüense.