El incremento del caudal de varios ríos en Ecuador ha provocado desbordamientos e inundaciones en distintas provincias del país. Según el último reporte de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, al menos cinco cuerpos hídricos han sobrepasado su nivel máximo, afectando vías y viviendas, mientras que otros 28 presentan una tendencia al alza, lo que mantiene en alerta a las autoridades y a la población.
En la provincia de Guayas, el estero El Toro, en el cantón Naranjito, se ha desbordado, destruyendo un puente y dejando inhabilitada una vía de tercer orden en el recinto San Francisco. También en Guayas, el río Los Amarillos, en el cantón Alfredo Baquerizo Moreno (Juján), ha provocado el ingreso de agua en viviendas de la parroquia San Antonio. Mientras tanto, el río Piedra, en Guayaquil, ha anegado una vía de segundo orden, dificultando el tránsito.
En la provincia de Los Ríos, el río Cristal, en el cantón Montalvo, ha superado su nivel normal, obligando al cierre de una vía de tercer orden en el recinto Salvador Allende. En Imbabura, el río San Francisco, en el cantón San Miguel de Urcuquí, también se ha desbordado, dejando incomunicadas algunas zonas rurales.
Además de estos eventos, los ríos en otras provincias muestran una preocupante tendencia al alza. En Esmeraldas, se reporta el incremento del caudal del río Matambal en Muisne, el río Blanco en Quinindé, y el río Esmeraldas, lo que ha llevado a la evacuación preventiva de familias hacia zonas seguras. En Santo Domingo de los Tsáchilas, el río Damas, en Alluriquín, ha mostrado un aumento de caudal en las últimas horas.
La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos ha desplegado equipos de monitoreo y asistencia en las zonas afectadas. Se ha recomendado a la ciudadanía evitar transitar por áreas inundadas y estar atenta a las alertas emitidas por las instituciones oficiales.
Ecuador atraviesa su temporada lluviosa entre los meses de diciembre y mayo, periodo en el que la influencia de la zona de convergencia intertropical (ZCIT) y la llegada de masas de aire húmedo desde el océano Pacífico provocan un incremento significativo de las precipitaciones, especialmente en la región costa y la Amazonía. En la costa, el calentamiento de las aguas superficiales del Pacífico potencia la evaporación, generando lluvias intensas que pueden derivar en inundaciones y desbordamientos de ríos, mientras que en la sierra, las precipitaciones suelen estar asociadas a tormentas de alta montaña que afectan los caudales de los afluentes andinos. Este patrón se intensifica en años de Fenómeno de El Niño, cuando el calentamiento anómalo del mar exacerba las lluvias y aumenta el riesgo de desastres naturales.
Durante este periodo, las lluvias juegan un papel clave en el equilibrio hídrico del país, alimentando los embalses que garantizan la generación hidroeléctrica y el suministro de agua potable. Sin embargo, las precipitaciones también provocan estragos en la infraestructura vial y urbana, especialmente en las provincias de Guayas, Manabí, Esmeraldas y Los Ríos, donde los suelos saturados y la falta de drenaje eficiente agravan el impacto de las crecidas de los ríos. En la Amazonía, las lluvias son persistentes durante todo el año, pero en esta temporada aumentan su intensidad, afectando a comunidades ribereñas y elevando el riesgo de deslaves en las estribaciones de la cordillera.
<b>Generación eléctrica garantizada gracias al embalse Mazar</b>
Pese a la crisis provocada por el desbordamiento de los ríos, el gobierno ha asegurado que la generación eléctrica del país está garantizada. La presa Mazar, ubicada en la provincia de Azuay, ha alcanzado su cota máxima de operación de 2 153 metros sobre el nivel del mar, permitiendo el funcionamiento óptimo de la central hidroeléctrica Mazar (170 MW) y asegurando el abastecimiento energético nacional.
Este embalse es clave para el sistema hidroeléctrico ecuatoriano, ya que regula la operación del complejo Paute Integral, conformado por las centrales Mazar (170 MW), Molino (1 100 MW) y Sopladora (487 MW), que en conjunto generan 1 757 MW. Con la recuperación de este embalse, el gobierno ha logrado estabilizar el sistema eléctrico del país, evitando racionamientos y fortaleciendo la producción energética a partir de fuentes renovables.
El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (INAMHI) ha advertido que las lluvias continuarán en las próximas semanas, lo que podría agravar la situación en varias provincias. Se ha instado a los gobiernos locales a reforzar la limpieza de alcantarillas y sistemas de drenaje para reducir el impacto de las inundaciones.