Crisis en Cuba: la isla registrará hoy el máximo de apagones en años, con el 57% del país sin corriente a la vez

Expertos independientes explican que la crisis energética se debe a una falta de financiación crónica de este sector, completamente en manos del régimen cubano desde el triunfo de la revolución en 1959

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Fotografía de archivo de personas
Fotografía de archivo de personas caminando por un sector sin servicio eléctrico en La Habana (Cuba) (EFE/ Ernesto Mastrascusa)

Cuba tendrá este miércoles apagones simultáneos en hasta el 57% del país, el máximo de afectación de 2025 y en al menos en los últimos dos años, acorde con los datos de la empresa estatal Unión Eléctrica (UNE) cotejados diariamente por la agencia de noticias EFE.

La crisis energética se ha agravado en los últimos meses con tasas de déficit que hasta ahora habían alcanzado como máximo el 53% y tres apagones nacionales de varios días completos.

Actualmente, extensas regiones del país sólo tienen suministro eléctrico cuatro horas al día -muchas veces de madrugada-, incluidas algunas grandes ciudades como Santiago de Cuba, y La Habana tiene cortes diarios tasados de hasta cinco horas.

La UNE, perteneciente al Ministerio de Energía y Minas, prevé para la jornada una capacidad máxima de generación eléctrica de 1.490 megavatios (MW) en el horario ‘pico’, en la tarde-noche, para una demanda que prevé que alcance los 3.290 MW.

El déficit -la diferencia entre oferta y demanda- será de 1.800 MW y la afectación real -los circuitos que se desconectarán preventivamente para evitar un apagón desordenado- alcanzará los 1.870 MW en el momento de mayor consumo.

La UNE reconoce paros por averías y mantenimientos en nueve de las 20 unidades de producción termoeléctrica (distribuidas en siete centrales). Además, 57 centrales de generación distribuida y dos centrales flotantes (patana) están fuera de servicio por falta de combustible (fueloil y diésel).

¿Por qué se están registrando apagones en Cuba?

Actualmente, las causas son, según la UNE, dos: la escasez de combustible importado ―fruto de la falta de divisas― para surtir los motores y plantas eléctricas, y las reiteradas averías en sus obsoletas centrales termoeléctricas.

FOTO DE ARCHIVO: Un hombre
FOTO DE ARCHIVO: Un hombre se sienta en la oscuridad durante un apagón después de que el huracán Rafael dejó fuera de servicio la red eléctrica del país, en La Habana (REUTERS/Norlys Perez/Archivo)

Cuba, según datos del Minem, consume 8 millones de toneladas de combustibles al año, de las que sólo produce tres millones. El régimen ha apuntado en alguna ocasión que dedica más de 2.000 millones de dólares a este rubro anualmente. Aliados como Venezuela, Rusia y México han estado proveyendo al país de la mayor parte de la energía que requiere.

La isla cuenta actualmente con siete centrales termoeléctricas, que se construyeron con ayuda soviética hace más de cuatro décadas y que están afectadas por un déficit crónico de inversión. En total, tienen 20 unidades de generación de energía (siete de ellas estaban en los últimos días paradas por averías y mantenimientos).

Además, Cuba ha rentado en los últimos años varias centrales flotantes, de las que actualmente operan sólo cinco. Se trata de una solución rápida, pero costosa y contaminante, que no resuelve el problema estructural.

Expertos independientes explican que la crisis energética se debe a una infrafinanciación crónica de este sector, completamente en manos del Estado cubano desde el triunfo de la revolución en 1959.

Las centrales termoeléctricas están obsoletas, tras décadas de explotación y déficit de inversiones; y la paralización de otras infraestructuras está ligada a la falta de fueloil y diésel, porque el Estado no tiene divisa para importarlos.

Según diversos cálculos independientes, el régimen cubano precisaría entre 8.000 y 10.000 millones de dólares para reflotar el Sistema Eléctrico Nacional (SEN), una inversión fuera de su alcance. Y cualquier solución sería posible tan sólo a largo plazo.

Los frecuentes apagones lastran la economía cubana, que se contrajo un 1,9% en 2023 y no creció el año pasado, según estimaciones del propio Gobierno. De acuerdo a esas cifras, el PBI de la isla sigue por debajo de los niveles de 2019 y no lo superará este 2025, para el que el Ejecutivo prevé un avance del 1%.

(Con información de EFE)

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