Horacio Rocha, el “Ángel de la muerte” del régimen de Nicaragua que cayó en desgracia por orden de Rosario Murillo

El jefe policial también era conocido como “superministro” porque era el encargado de las purgas en las filas sandinistas. El enojo de la vicepresidenta que motivó su distanciamiento

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Horacio Rocha estaba en retiro
Horacio Rocha estaba en retiro policial y fue traído por Daniel Ortega para intimidar "a propios y ajenos" en la administración del poder y la política en Nicaragua (Foto 19 Digital)

Hasta noviembre de 2022, Horacio Rocha López era un olvidado jefe policial en retiro al que habían colocado como cónsul de Nicaragua en Corea del Sur, como parte de esa vieja tradición política latinoamericana de enviar a discretos puestos diplomáticos a los altos cargos de descarte o a las fichas que pueden traer conflictos en su posición. Y Rocha, como veremos luego, representaba un potencial problema para la dictadura.

Sin embargo, ese mes de noviembre de 2022, el dictador Daniel Ortega trajo a Rocha de Corea del Sur y lo metió a su casa, en El Carmen, con el pomposo cargo de “Ministro asesor de la Presidencia en temas de seguridad”, lo que parecía otro nombramiento protocolario para alguien que no hallaban dónde colocar.

Sorpresivamente, Ortega le otorgó a Rocha poderes que nunca nadie antes había tenido por debajo de él o de su esposa, Rosario Murillo. Le llamaban “superministro” porque todos los ministerios y poderes del Estado se reportaban con él.

Su sola presencia en una oficina imponía terror entre los funcionarios debido a que funcionaba como una especie de heraldo negro de la dictadura, mensajero de las malas noticia. Una función, según relataron personas que lo conocen, que ejecutaba muy a su gusto.

Horacio Rocha y la mano de Rosario Murillo fueron, durante un par de años, una misma cosa.

A pesar de su situación de retiro, Rocha volvió a ponerse su uniforme de policía, sus insignias de comisionado general sobre el hombro, el tablero de medallas multicolores en el pecho, y se volvió la sombra de la pareja de dictadores.

El mismo jefe de la Policía y consuegro de Daniel Ortega, primer comisionado Francisco “Paco” Díaz, despachaba y rendía cuentas a Rocha.

En los años 80, Horacio
En los años 80, Horacio Rocha fue jefe de seguridad de Daniel Ortega (Foto 19 Digital)

Retiro y reintegro

Rocha fue jerárquicamente superior a Díaz en la Policía. Horacio Rocha fue nombrado Subdirector de la Policía, la antesala de la jefatura, en 2005. Se vislumbraba como sucesor de la entonces jefa policial, Primer Comisionado Aminta Granera. Pero, en septiembre de 2008, Ortega amplió de 4 a 7 los subdirectores de la Policía para ascender a Díaz y colocarlo en línea de sucesión por razones familiares: una hija de Díaz era la pareja, y ahora esposa, de uno de los hijos de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

Antes de que se convirtiera en un conflicto, Ortega envió a retiro a Rocha, en 2014, y poco después, como premio de consuelo, lo nombró cónsul general de Nicaragua en Corea del Sur, país donde la esposa del jefe policial, Ana Isabel Argüello Yrigoyen, se desempeñaba como embajadora de Nicaragua. Ya con el camino despejado nombró en 2018 a su consuegro, Francisco Díaz, jefe de la Policía Nacional.

Una vez reintegrado como ministro asesor de la Presidencia en temas de seguridad, la tarea más visible del comisionado general en retiro Rocha fue ejecutar las purgas ordenadas por Rosario Murillo en el aparato estatal y en la dirección del partido Frente Sandinista.

Fue Horacio Rocha quien a la cabeza de un contingente policial se tomó el edificio de la Corte Suprema de Justicia la mañana de martes 24 de octubre de 2023, y quien desalojó de su oficina a la presidenta del Poder Judicial, doctora Alba Luz Ramos. “Son órdenes de arriba”, le dijo por toda explicación.

Tras ser nombrado en el nuevo cargo, Rocha “purgó”, en enero del 2023, al comisionado general en retiro Adolfo Marenco Corea, ex director de investigación e inteligencia de la Policía, y quien hasta ese momento era un importante operador político cercano a la pareja de dictadores. Marenco Corea perdió la confianza, el puesto y terminó en la cárcel, muy al estilo de Corea del Norte.

No solo para dentro de sus filas intimidaba Rocha, también lo hacía con quienes consideraba opositores.

Pedro Joaquín Chamorro Barrios relata en su libro “Destinos heredados”, que mientras estaba en condición de preso político bajo arresto domiciliar, en noviembre de 2022, llegó a su casa el comisionado Rocha a regañarles por un mensaje que leyó la esposa de Chamorro, donde se pedía, dado el ambiente navideño, la libertad para los presos políticos.

“Por la tarde del mismo día 29 de noviembre que este comunicado fuese leído por mi esposa y divulgado en las redes sociales, tuvimos la visita del comisionado general en retiro Horacio Rocha, quien llegó acompañado del jefe de la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía (DOEP), comisionado general Justo Pastor Urbina”, relata Chamorro Barrios.

“Rocha me solicitó que me retirara a mi cuarto y se quedó en la sala conversando con mi esposa, a quien le dijo que venía en nombre del presidente comandante Daniel Ortega y la compañera vicepresidente Rosario Murillo, que ellos habían tenido la buena voluntad de enviarme a mi casa bajo arresto domiciliario, a pesar de lo cual, ese comunicado estaba fuera de lugar y que si persistíamos publicando otro pronunciamiento, nuestros seres queridos iban a ser trasladados a la Dirección de Auxilio Judicial (el Chipote)”, añadió.

El periodista Henry Briceño también acusa a Horacio Rocha de estar tras el operativo en el que él y su familia fueron secuestrados por policías, confiscados sus bienes, y llevados a la frontera para expulsarlos de Nicaragua, en noviembre de 2024.

“Entre tantas maldades de Rocha López se encuentra la coordinación brutal del secuestro, destierro y confiscación de los bienes de la familia Briceño en San Rafael del Sur, Nicaragua”, relató en un escrito que divulgó por sus redes sociales. “El Ángel de la Muerte en ningún instante dejó de comunicarse, vía telefónica, con los secuestradores. La voz de Horacio Rocha López, conocida desde la niñez por Henry Briceño, uno de los secuestrados, y el nombre del comisionado Rocha en pantalla de teléfonos de guardias orteguistas-secuestradores- nítidamente identificaron al personaje que estaba tras la barbarie”.

Joseph Blatter (centro), expresidente de
Joseph Blatter (centro), expresidente de la FIFA, llegó dos veces a Nicaragua por invitación de Julio Rocha, hermano de Horacio Rocha, y quien fue parte del escándalo que sacudió a la FIFA en 2015 (Foto archivo)

Familia de futbolistas

A Horacio Rocha también le llaman “Rochón” por su corpulencia. Nació en la ciudad de Diriamba hace 67 años, en una familia que ha destacado por diferentes razones en Nicaragua, principalmente por el futbol y la política.

El padre de Horacio Rocha, Julio Rocha Idiáquez, mejor conocido como el Negro Julio, fue un futbolista reconocido de su ciudad, opositor a la dictadura de Anastasio Somoza y simpatizante del Frente Sandinista.

Eleonora Rocha, su hermana, fue guerrillera y en diciembre de 1974 participó en un operativo de secuestro para liberar a varios presos políticos de la dictadura somocista, entre ellos Daniel Ortega.

Pero el más famoso es Julio Rocha, ex presidente de la Federación Nicaragüense de Fútbol (Fenifut) y ex directivo de la FIFA, hermano también de Horacio Rocha y quien fue arrestado en Suiza en mayo de 2015 junto con seis altos funcionarios de la FIFA, acusados de recibir más de 150 millones de dólares en sobornos durante 25 años, en el escándalo de corrupción que provocó la renuncia del presidente de la FIFA, Joseph Blatter. Julio Rocha murió en una cárcel de Estados Unidos, el 13 de enero de 2018.

Horacio Rocha también fue futbolista y guerrillero, sirvió en el Ministerio del Interior durante los años de la revolución sandinista, durante un tiempo como escolta de Daniel Ortega, y luego del triunfo electoral de Violeta Barrios, en 1990, fue trasladado a la Policía Nacional, y fue jefe de seguridad del expresidente Arnoldo Alemán.

Llegó a subdirector de la Policía Nacional por iniciativa del entonces presidente Enrique Bolaños, en 2005, y fue enviado a retiro por Daniel Ortega en 2014 para despejar el camino hacia la jefatura policial a su consuegro, Francisco Díaz.

Caída en desgracia

Aunque aún no se ha anunciado oficialmente su destitución, medios nicaragüenses han informado que Horacio Rocha fue separado de sus funciones desde mediados de enero pasado y que se encuentra recluido en su vivienda.

El desaire de Rosario Murillo

La plataforma Confidencial dice que, según fuentes del Frente Sandinista, la caída en desgracia de Rocha estaría vinculada a que “se extralimitó en sus funciones”. “No puedo descartar que Rocha pueda ser asignado a otro cargo de menor calibre, pero el poder extraordinario que ejercía como interventor en la Policía se acabó, y su oficina fue desalojada”, añadió la fuente citada por el medio.

De acuerdo con la información de Confidencial, el asesor de Ortega “se arrogó facultades para realizar investigaciones sobre altos personajes e instituciones” de la cúpula del poder, “sin autorización”.

El malestar de Rosario Murillo quedó en evidencia el pasado 14 de octubre, durante el acto de celebración del 45 aniversario de la Policía Nacional, cuando la esposa de Ortega y vicepresidenta, se negó a saludar a Rocha, tal como lo hizo con los otros jefes policiales que esperaban en fila a la pareja de dictadores.

El episodio fue trasmitido en vivo por la televisión oficial, y en él se ve cómo Murillo elude a Rocha y le hace un gesto de desaire. Desde entonces, no se volvió a ver a Rocha en eventos oficiales de la pareja de dictadores.

Según fuentes cercanas a la Policía, Murillo se habría enojado con Rocha porque no impidió que el detenido hermano de Ortega, general en retiro Humberto Ortega, pudiera comunicarse para denunciar su situación a través de un teléfono que se dejó escondido.

Humberto Ortega fue detenido bajo arresto domiciliar la noche del 19 de mayo de 2024, tras cuestionar la sucesión familiar en el poder de Nicaragua, en una entrevista que publicó Infobae ese día. El hermano de Daniel Ortega murió el 30 de septiembre pasado bajo vigilancia policial y declarado como “traidor a la patria” por la dictadura por la dictadura que dirigen su hermano y su cuñada.

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