El ministro de Justicia de Bolivia exigirá continuar el proceso contra Evo Morales porque no se retractó de manera pública

El ex mandatario enfrenta un proceso por difamación y calumnias contra el ministro César Siles. Si bien envió una disuclpa para evitar la continuidad del juicio, ésta no fue publicada en medios de comunicación

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Fotografía de archivo del expresidente
Fotografía de archivo del expresidente de Bolivia Evo Morales. EFE/ Luis Gandarillas

El ministro de Justicia de Bolivia, César Siles, solicitará la continuación del juicio por calumnias y difamación contra el ex presidente Evo Morales (2006-2019) quien en julio pasado lo acusó de realizar cobros ilegales a los militares detenidos en el levantamiento militar del 26 de junio de 2024 en La Paz.

Para evitar este proceso, Morales presentó ante la justicia un memorial de retractación que debía ser publicado en un medio de comunicación social de alcance nacional, el 26 de enero y el 2 de febrero, y en sus redes sociales. Siles, en entrevista con el canal DTV, dijo que la retractación no fue publicada en la prensa y que solo estuvo en su cuenta de Facebook unas horas y durante la madrugada.

“Algo a lo que lamentablemente nos tiene acostumbrados el señor Morales, no someterse a la justicia, no cumplir las decisiones judiciales y bueno, seguramente, después se victimizará”, manifestó el ministro.

Siles se desempeñaba como Procurador General del Estado cuando el ex presidente lo acusó sin pruebas de cobrar dinero para liberar a los militares detenidos. El 26 de julio de 2024, un mes después de que una avanzada militar tomó temporalmente la plaza Murillo en la sede de Gobierno, Morales dijo en una conferencia de prensa en El Alto: “La familia de un militar detenido me informó, y traté de cruzar información de un juez, todavía no tengo pruebas (…). El procurador General del Estado, César Siles, ha sacado 40.000 dólares para liberar a cada soldado detenido, que se investigue, son más de 10 militares, ha prometido liberarlos y ha sacado 40.000 a cada uno, si no libera tiene que devolver”.

César Siles, ministro de Justicia
César Siles, ministro de Justicia de Bolivia

A raíz de esa declaración, Siles presentó una denuncia ante los tribunales de La Paz en los que denunció injuria, calumnias y difamación. Cinco meses más tarde, el líder cocalero tuvo que pedir disculpas y retractarse para evitar el juicio. Si bien, Siles aceptó las disculpas pero la resolución judicial estipulaba que sea publicada en medios y sus redes sociales.

“Si no se cumple la resolución voy a pedir a la autoridad jurisdiccional que siga con el señalamiento del día y hora de juicio para que el señor Morales pueda probar lo que ha aseverado”, informó Siles y explicó que los delitos de injuria, difamación y calumnia por los que será juzgado tienen penas leves pero de privación de libertad, multa y horas de trabajo.

Si bien el Código Penal, en su artículo 289, no establece específicamente la forma en que se debe realizar la retractación, “la jurisprudencia y los fallos de los jueces indican que debe ser de la misma forma en que el autor cometió el delito de difamación, calumnia o injuria”, explicó a Infobae el abogado constitucionalista José Luis Santistevan. “Antes se hacía por publicación de periódico impreso, así lo ordenaban los jueces. Ahora lo hacen por medios de redes sociales, porque generalmente por ese medio se realiza la difamación”, agregó.

Militares hacen presencia con tanques
Militares hacen presencia con tanques frente a la sede del Gobierno de Bolivia, este 26 de junio de 2024 en La Paz (Bolivia). EFE/ Luis Gandarillas

<b>Asonada militar</b>

El 26 de junio de 2024, a primera hora de la tarde, Bolivia se estremeció un episodio que parecía un intento de golpe de Estado: una avanzada militar tomó la plaza Murillo, el centro del poder político en el país, y un tanque intentaba derribar la puerta del Palacio de Gobierno. La acción estaba dirigida por el comandante General del Ejército, Juan José Zúñiga que, según se supo después, había sido informado de su inminente destitución en la víspera.

La toma de la plaza duró alrededor de cinco horas tras las cuales las fuerzas armadas se retiraron y el comandante fue detenido. En los minutos previos a su arresto, Zúñiga manifestó ante los medios que fue una operación realizada por pedido del presidente Luis Arce, en un intento por subir su popularidad. El Gobierno desmintió esa versión y calificó la acción como un intento de golpe fallido, en la oposición hay quienes creen que fue una acción planificada por la administración de Arce y otros que sostienen que fue una maniobra de Zúñiga para evitar su destitución.

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