Antes de que se conociera el dato, el resultado de las cuentas públicas de Uruguay ya generaba polémica. Las autoridades que asumen el gobierno el próximo 1° de marzo advirtieron que recibirán una situación fiscal “más restrictiva” de lo que estaba previsto, al tiempo que en el actual oficialismo dicen que eso es una excusa para aumentar impuestos en el próximo gobierno.
Dirigentes del Frente Amplio expresaban que el gobierno actual había ordenado a las empresas públicas adelantar el pago de los impuestos que correspondían a 2025 para el cierre del ejercicio fiscal de 2024. Eso, según interpretaban, permitiría que la caja de Estado recaudara más en el último año completo de gobierno y así podrían dar un mejor resultado fiscal.
El senador Mario Bergara fue uno de los que utilizó ese argumento e incluso lo cuantificó: dijo que el gobierno recaudó USD 1.400 millones por el adelanto de impuestos de las empresas públicas. El futuro secretario de la Presidencia (jefe de gabinete), Alejandro Sánchez, también deslizó una crítica similar. Este argumento molestó al presidente Luis Lacalle Pou.
Este lunes, el mandatario uruguayo reunió a su Consejo de Ministros, en un encuentro que fue corto y de mensajes simples, según informó el diario El País. El presidente señaló ante su gabinete que Sánchez y Bergara habían dicho una “mentira”.
La ministra de Economía, Azucena Arbeleche, fue la vocera del encuentro. En una conferencia de prensa utilizó la misma palabra que había dicho Lacalle. “Eso no es cierto. Eso es, permítanme la palabra, una mentira”, señaló ante los medios.
“El adelanto de impuestos que realizamos en 2024, y es algo usual en la gestión fiscal, fue de unos USD 60 millones”, dijo Arbeleche, que consideró “disparatada” y “ridícula” la cifra manejada por Bergara.
Además, Arbeleche contó que esta molestia motivó una llamada telefónica de Luis Lacalle Pou a su sucesor, Yamandú Orsi.
Después de los comentarios públicos de Arbeleche, Bergara asumió el error en un posteo en la red social X, en el que pidió disculpas por hablar de supuestos adelantos millonarios en el pago de los impuestos. “La falta de transparencia con la que opera el gobierno en la transición lleva a que se generen discusiones y confusiones que podrían evitarse si se actuara de otra manera”, escribió.
El déficit fiscal de Uruguay
Pero más allá de las discusiones políticas, en el cierre de la última semana se conoció el dato final del déficit fiscal de 2024, el último año completo cerrado de la gestión de Luis Lacalle Pou, quien en un mes le pasará la banda presidencial a Yamandú Orsi.
El déficit fiscal de 2024 fue del 4,1% del Producto Bruto Interno (PIB). Estuvo algo por debajo del de 2019 (4,4%), un año que se toma como referencia porque fue el último de la gestión de Tabaré Vázquez. El dato del último año, además, estuvo por encima de la aspiración del gobierno en 2020, que había proyectado como meta que el rojo de las cuentas públicas equivalga a 2,5% del PIB.
El resultado de 2024 está “muy por arriba” de la meta, escribió el economista Javier De Haedo en la red social X. “Pasan los gobiernos de diferentes partidos y las finanzas públicas siguen siendo un desastre”, opinó este economista, que fue jerarca del gobierno de Luis Alberto Lacalle (padre del actual presidente) en la década de los 90.
La reducción del déficit fiscal era uno de los principales objetivos que se había trazado el equipo económico de Lacalle Pou. El cierre no solo estuvo muy por encima del que se había proyectado al inicio del gobierno, sino también alejado de las metas que se establecieron en las últimas Rendiciones de Cuentas.
En la conferencia de prensa del lunes, Arbeleche destacó que el “resultado fiscal” del 2024 es mejor que el de 2019. “No es necesario que se realice un ajuste fiscal en 2025 como se lo he transmitido al ministro designado Gabriel Oddone. Lo que entiendo que está pasando es (que están intentando) abrir el paraguas para hacer una consolidación fiscal”, señaló la ministra