Helle Thorning-Schmidt: “Groenlandia pertenece al Reino de Dinamarca, no hay discusión sobre eso”

En el Foro Económico Internacional América Latina y el Caribe, la ex primera ministra danesa respondió a Donald Trump y aludió al caso de Panamá y su canal interoceánico

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“Groenlandia pertenece al Reino de
“Groenlandia pertenece al Reino de Dinamarca, no hay discusión sobre eso”, afirmó la ex primera ministra danesa, en respuesta a las declaraciones de Trump, durante el Foro Económico CAF 2025.

“Groenlandia pertenece al Reino de Dinamarca. No hay discusión sobre eso”: Helle Thorning-Schmidt, ex primera ministra de Dinamarca, comentó sin ambages los dichos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acerca de tomar —un término harto, vago, cuyas aclaraciones no cumplieron esa función— Groenlandia. En uno de los eventos especiales del Foro Económico Internacional América Latina y el Caribe 2025, organizado por el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), Thorning-Schmidt fue muy respetuosa, y muy asertiva, sobre el asunto.

El encuentro —el primero de una cita que será anual— se realizó en Panamá, país al que el republicano le brindó un tratamiento similar al sugerir que Estados Unidos podría apoderarse del canal transoceánico. Tanto que las autoridades presentaron una queja formal ante la Organización de las Naciones Unidas: las palabras de Trump violan la Carta de la ONU al amenazar la integridad territorial y la independencia política de Panamá, argumentó.

“Escuchamos al presidente [de Panamá, José Raúl Mulino] decirlo ayer aquí: ‘El Canal de Panamá pertenece a Panamá’”, dijo Thorning-Schmidt, quien gobernó a los daneses entre 2011 y 2015. “Entiendo perfectamente que las naciones pequeñas tengan que mantenerse firmes”, agregó.

Además de una soberanía sin dudas, en Groenlandia “existe una población inuit que tiene un enorme derecho a decidir sobre su propio destino”, recordó. “Tienen pasaporte danés, usan servicios daneses. Hay fuertes lazos culturales y de amistad entre Groenlandia y Dinamarca”. Y, según las encuestas recientes, no, no quieren tener el sistema de salud de los Estados Unidos.

La ex primera ministra insistió en que la respuesta a cualquier amenaza territorial debe ser clara y basada en el derecho internacional: “Este mundo se basa en reglas y regulaciones, en un marco completo de documentos legales y tratados. Eso es lo que rige el canal de Panamá y también Groenlandia”.

“El populismo elimina los matices
“El populismo elimina los matices y ofrece respuestas simples a problemas complejos”, dijo con ironía la ex primera ministra sobre el auge de líderes nacionalistas en el mundo.

Para Thorning-Schmidt Estados Unidos ha sido un pilar fundamental de ese orden global basado en normas, construido a lo largo de décadas por su democracia y sus instituciones. Y aunque la llegada de Trump pueda parecer una ruptura con ese legado, no descartó que el Partido Republicano pueda retomar su papel tradicional: “Tengo un enorme respeto por el Grand Old Party (GOP) y todo lo que ha hecho por su país”.

Sin embargo, en diálogo con Michael Stott, editor para América Latina y el Caribe de Financial Times, reconoció que hoy el GOP está dominado por el movimiento MAGA, pero cree su esencia no ha desaparecido: “Sigo pensando que hay un pensamiento conservador que valora el multiculturalismo, que valora el comercio con otras partes del mundo”.

El fenómeno de Trump, agregó, no es solo estadounidense. Responde a una ola de populismo de derecha que se ha expandido globalmente: “Hemos visto el auge de la derecha nacionalista en muchos países: en Francia, en Italia con [Giorgia] Meloni, en Alemania con el AfD, en Brasil con [Jair] Bolsonaro, en la India con [Narendra] Modi.”

Estos movimientos —argumentó— prosperan en tiempos de incertidumbre porque ofrecen respuestas simples a problemas complejos: “El populismo es básicamente eliminar todos los matices de cómo realmente se hacen las cosas. Si dices ‘no queremos más inmigrantes’ o ‘vamos a expulsar a la gente’, se pierden los matices: ¿por qué está ahí esta gente, qué aporta a la sociedad? Es un discurso en blanco y negro”.

La ex primera ministra danesa arriesgó que este populismo tiene un motor y es una crisis de confianza sin precedentes. No es solo el auge de discursos simplistas: es la total descomposición de la fe en las instituciones: “La gente no confía en sus líderes. No confía en los medios. No confía en la democracia. No confía en la economía de mercado. No confía en nada.”

Esta desconfianza de todo dio más frutos que el populismo: también fue la semilla de la desinformación. Desde su experiencia en el Consejo de Supervisión de Meta, Thorning-Schmidt observó cómo se dieron los hechos: “El problema no es que la gente crea en la desinformación. Es que ya no cree en la verdad.”

En conversación con Michael Stott,
En conversación con Michael Stott, editor para América Latina y el Caribe de "Financial Times", Helle Thorning-Schmidt participó del Foro Económico Internacional América Latina y el Caribe 2025 de CAF.

Como una de las figuras que revisó las decisiones más polémicas de Facebook e Instagram, conoce las complejidades de la libertad de expresión, pero no por eso anda revoleando unos sieg heil por ahí. “Todos en esta sala apoyamos la libertad de expresión. Queremos que la gente pueda decir lo que quiera en las plataformas digitales. Pero hay un punto en el que mi libertad de expresión puede dañar a otra persona. Ese es el límite que tratamos de definir”.

Así como se refirió a Estados Unidos, la política danesa habló de China y de Europa en el Foro Económico CAF 2025. Primero contó su experiencia: “Como primera ministra tuve una relación muy cercana con China, estuve allí muchas veces. Y estoy de acuerdo con lo que está haciendo ahora la Comisión Europea: hablar de reducir riesgos, no de desacoplarse”. Por eso recomendó que los gobiernos latinoamericanos no queden en el fuego cruzado entre las dos potencias mayores.

Todos necesitamos comerciar con China. China no va a desaparecer. Tenemos que pensar cuidadosamente en cómo lo hacemos”, advirtió. Para Europa la clave ha sido reservarse los sectores estratégicos: “El riesgo no es comerciar con China. El riesgo es que demasiada infraestructura clave —nuestra red eléctrica, nuestras telecomunicaciones— dependa de China.”

Para Thorning-Schmidt mientras Estados Unidos hace sentir su poder en una fase proteccionista y China expande su influencia económica, Europa debe asumir un rol más activo en América Latina. “Este es un momento para que las regiones se reencuentren. Siempre ha habido una conexión muy fuerte entre Europa y América Latina, aunque a veces no lo parezca.”

Un puente obvio es el comercio, pero el acuerdo UE-Mercosur lleva más de 20 años de negociaciones y todavía encuentra obstáculos. “Hubo avances en diciembre. No es fácil. Somos 27 países en la UE, cada uno con su propio proceso de ratificación, y los del Mercosur también deben llegar a consensos internos.”

Con todo, la líder danesa cree que esta es la oportunidad para cantar el último Feliz Cumpleaños a las negociaciones y sacar el acuerdo adelante: “Estados Unidos retrocede en la globalización. En ese vacío, Europa debe avanzar”.

El Foro Económico Internacional América
El Foro Económico Internacional América Latina y el Caribe 2025, organizado por CAF, se celebró por primera vez en Panamá, con más de 1.400 asistentes. El evento será anual y busca crear un espacio de diálogo dentro de la región.

Contó que hay un antecedente, acaso una inspiración: durante la primera presidencia de Trump, la UE firmó una cantidad de acuerdos comerciales récord, y empezaron a correr los chistes. Uno de ellos: “Trump fue el mejor comisario de comercio europeo, porque nos obligó a movernos más rápido”.

Mientras muchos dan por muerta la globalización —varias voces sonaron de duelo en este mismo Foro Económico Internacional América Latina y el Caribe 2025 de CAF—, Thorning-Schmidt tiene otra mirada. “La globalización sigue viva. No hay duda de que el mundo, en general, se ha vuelto más próspero gracias a ella. Ninguno de nuestros acuerdos ha rebajado derechos laborales o ambientales; al contrario, los ha fortalecido. No podemos quedarnos inmóviles ni ceder a la narrativa de que el comercio es una amenaza”.

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