En junio de 2024, el pre candidato del Partido Nacional Álvaro Delgado había ganado con comodidad la interna de su partido. Eso le daba un buen margen de maniobra para definir, casi sin consultar a nadie, a su compañera de fórmula. La noche de las elecciones primarias, el foco del discurso del postulante estaba puesto en ese anuncio, pero Delgado también contó un pedido que le hizo al presidente Luis Lacalle Pou.
El mandatario saliente es el líder indiscutido del Partido Nacional y, antes de que Delgado subiera al estrado, ambos tuvieron una charla telefónica. El candidato le pidió al presidente –uno de los políticos más populares del país– que él encabezara las listas al Senado del partido en las elecciones de octubre. El resultado iba a ser obvio: en esos comicios, Lacalle Pou sería electo senador.
Pero en los planes del presidente uruguayo, volver al Parlamento no era una posibilidad. Así se lo dejó en claro a varios dirigentes nacionalistas y, a principios de 2025, lo confirmó en una rueda de prensa.
La semana pasada, el presidente formalizó su renuncia a la asunción de la banca en una carta que le envió a la presidenta del Senado, Beatriz Argimón.
“Me dirijo a usted para presentar mi renuncia a la banca del Senado para la cual fui electo por el período 2025-2030”, expresa el presidente en un texto en el que recuerda que fue proclamado senador por el Partido Nacional al encabezar “cuatro de sus listas”.
“Quiero aprovechar la oportunidad para saludar a los funcionarios de esa casa, así como también a los senadores electos, deseándoles el mayor éxito en la legislatura que comienza”, finalizó.
En las elecciones de octubre, el Frente Amplio fue el partido más votado en Uruguay y obtuvo la mayoría parlamentaria en el Senado, aunque no en la Cámara de Diputados. En el balotaje de noviembre, en tanto, el opositor Yamandú Orsi fue electo presidente de Uruguay.
El 1° de marzo Lacalle Pou entregará la banda presidencial a Orsi y, a partir de entonces, su futuro inmediato es una incógnita. En un país en el que no existe la reelección, ese día el actual presidente podría apuntar a volver al poder, si se lo propone y gana las elecciones. Para los comicios de 2029 es probable que su nombre surja como candidato natural dentro del Partido Nacional.
En enero, en una rueda de prensa, Lacalle Pou explicó su decisión: “Es el tiempo de otras personas, de otra gente que salió electa. Yo voy a renunciar a la banca al Senado. Me voy a dedicar a muchas cosas, entre otras a estar con la gente, que es lo que me gusta, lo que me mueve. Es mi vocación”.
Lacalle Pou también descartó otra posibilidad que estaba latente. Algunos dirigentes lo postulaban como presidente del Directorio del Partido Nacional, un órgano que con la fuerza política en la oposición tiene una mayor visibilidad que en el gobierno. Sin embargo, el presidente dijo que esta posibilidad tampoco lo motivaba. “A mí me gusta andar a campo abierto”, respondió.
Después de marzo, Lacalle Pou participará de la campaña hacia las elecciones departamentales de mayo. Los candidatos a intendente que pidan su colaboración, la tendrán. Además, Lacalle Pou ya tiene agendadas algunas conferencias internacionales como ex presidente.
Cuando deje la Presidencia, Lacalle Pou trabajará desde el Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), según informó el noticiero Subrayado de Canal 10. Así se lo transmitió el mandatario a dirigentes cercanos. Se trata de una usina de pensamiento y debate de políticas públicas. La idea del mandatario es aportar desde allí como ex presidente. El CED se define en su web como una organización sin fines de lucro que investiga y analiza temas políticos y económicos de Uruguay “para contribuir al debate informado y a la adopción de mejores políticas públicas”.