Así es el nuevo sistema de pensiones chileno tras su mayor reforma en más de 40 años

Aumenta la Pensión Garantizada Universal (PGU), crea un seguro social y promueve la competencia entre las aseguradoras privadas, entre otros aspectos

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"Esta reforma tiene cara de
"Esta reforma tiene cara de mujer", dijo el presidente Boric en cadena nacional, pues establece mecanismos para compensar sus lagunas previsionales.

Este miércoles la Cámara de Diputadas y Diputados chilena visó por amplia mayoría a la anhelada reforma previsional del Gobierno de Gabriel Boric, su principal promesa de campaña junto con un pacto tributario aún en veremos.

Propuesto a Augusto Pinochet por su ministro del Trabajo, José Piñera -hermano del fallecido ex mandatario Sebastián Piñera-, e implementado el año 1981 en plena dictadura, el experimento chileno fue pionero en la región en instalar la capitalización individual y obligar a cada trabajador con contrato a aportar el 10% de su salario mensual a una cuenta personal de la que puede disponer cuando se jubile, gestionada por las administradoras privadas de pensiones (AFP).

Y aunque las intensas tratativas con la derecha menos dura -agrupada en el pacto Chile Vamos-, obligaron al ejecutivo a hacer varias concesiones y olvidar definitivamente “matar” a las AFP, lo cierto es que una vez promulgada beneficiará a 2,8 millones de adultos mayores, quienes verán crecer su sueldo mensual entre un 14% y un 35 por ciento.

Según el economista de la Universidad de Chile, Guillermo Larraín, “los países más avanzados tienen sistemas mixtos, pero estos están más dominados por el Estado, mientras que en Chile el camino ha sido al revés, pues se está pasando de un sistema muy privado a uno un poco más público”, explicó a EFE.

Ello, puesto que la reforma aumenta la pensión garantizada universal (PGU) hasta $250.000 (USD 252); sube gradualmente la cotización a cargo del empleador hasta el 17%; instaura un seguro social; incorpora mecanismos de solidaridad y endurece la regulación de la industria para hacerla más competitiva.

Ahora, la nueva ley deberá ser revisada por el Tribunal Constitucional y se hará realidad en marzo, aunque se irá implementando gradualmente.

La reforma fue posible gracias
La reforma fue posible gracias a un acuerdo del Gobierno con el conglomerado Chile Vamos, la derecha tradicional o "menos dura."

Los principales cambios introducidos:

Aumento de la cotización del empleador

Instaura una nueva cotización de cargo del empleador del 7% de la renta imponible, que se sumará al 1,5% que aportan los empresarios al Seguro de Invalidez y Sobrevivencia (SIS). Con ello, la cotización total de los empleadores será del 8,5% en beneficio del trabajador. Dicha alza se hará gradualmente en 9 años y se distribuirá así:

-4,5% destinado a capitalización individual, a fin de fortalecer las pensiones futuras.

-El 4% restante será administrado por el Seguro Social: 2,5% irá a cubrir las contingencias del SIS (invalidez y sobrevivencia) y la Compensación a Mujeres por su mayor expectativa de vida; 1,5% para financiar el Beneficio por Año Cotizado, instrumento transitorio que busca mejorar las pensiones actuales.

Aumento de la PGU

La reforma aumenta gradualmente la Pensión Garantizada Universal (PGU) de $214.000 a $250.000.

-Mayores de 82 años: desde el 6° mes desde la promulgación.

-Mayores de 75 años: desde el 18° mes.

-Mayores de 65 años: desde el 30° mes.

Creación del Seguro Social Previsional

El nuevo seguro social financiará tres beneficios: Beneficio por Años Cotizados; Compensación por Expectativa de Vida -a fin de igualar condiciones entre hombres y mujeres-, y un Seguro de Invalidez y Sobrevivencia que fusiona los actuales, administrado por el Instituto de Seguridad Social (ISP).

La reforma no termina con
La reforma no termina con las AFP -como quería el Gobierno-, pero endurece sus regulaciones y hace más competitivo el mercado previsional.

Mayor competencia en las AFP

La reforma contempla una licitación del stock del 10% de los afiliados cada dos años hecha por la Superintendencia de Pensiones, cuyo fin es fomentar la competencia en la industria. La AFP que ofrezca la menor comisión se quedará con ellos y deberá mantener dicha comisión por cinco años.

Además, los afiliados podrán desistir o cambiarse de AFP en cualquier momento y se rebaja el encaje que hacen las administradoras, para abrir la puerta a nuevos actores.

Las administradoras no podrán pertenecer al mismo grupo empresarial que otra, tampoco podrán invertir en activos emitidos o intermediados por las entidades que forman parte de su grupo empresarial. No podrán ofrecer conjuntamente servicios ajenos a su giro y ninguna entidad relacionada podrá otorgar incentivos para que el afiliado se incorpore.

Licencias médicas

El empleador quedará obligado al pago del 2,5% y los prestadores de salud al 6 por ciento.

Finalmente, los trabajadores independientes también están considerados en la reforma y sus beneficios irán de la mano con la gradualidad de la ley que hoy los obliga a cotizar.

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