La llegada de vuelos de deportación desde Estados Unidos empieza a marcar una nueva agenda migratoria, en medio del endurecimiento de políticas por parte del gobierno estadounidense. Este martes por la noche arribó a Guayaquil un nuevo vuelo de deportación con 80 ecuatorianos retornados forzosamente, según informó la Cancillería.
Este vuelo se suma a otro que llegó más temprano con 122 migrantes, lo que eleva a 202 el número total de retornados en un solo día. Según la Cancillería, los vuelos de deportación adicionales a los programados regularmente, que se realizan dos veces por semana desde hace más de una década, han aumentado luego de la posesión de la nueva administración de los Estados Unidos. Esto marca una tendencia que podría recrudecerse en los próximos meses, afectando a miles de ecuatorianos que llegaron de manera irregular a ese país.
El gobierno ecuatoriano ha implementado un protocolo de recepción para atender a los migrantes retornados. A su llegada, la Cancillería, a través de la Dirección Zonal 8, activó de inmediato los protocolos interinstitucionales para la atención de los connacionales. En la recepción participaron los Ministerios de Inclusión Económica y Social, del Interior, de Salud Pública y la Cruz Roja, entre otras instituciones, que brindan asistencia primaria y especializada según las necesidades individuales.
Además, en el marco del acuerdo firmado el 2 de diciembre de 2024 entre la Cancillería y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), se entregó asistencia humanitaria emergente para cubrir las necesidades inmediatas de los retornados. Este acuerdo busca garantizar el acceso a recursos básicos y apoyar la reinserción de los migrantes en la sociedad ecuatoriana.
El incremento de vuelos de deportación desde Estados Unidos ha sido una tendencia en los últimos años. En 2023, 18.449 ecuatorianos fueron deportados; en 2024, la cifra disminuyó a 13.589, según datos oficiales. Los vuelos de deportación desde Estados Unidos a Ecuador han ocurrido de manera constante desde 2005.
Sin embargo, en los últimos años su frecuencia ha aumentado, con dos o tres vuelos semanales a Guayaquil. La llegada de Donald Trump nuevamente al poder en enero de 2025 ha intensificado esta situación, con un claro endurecimiento de las políticas migratorias. La situación ha generado preocupación entre las familias de los migrantes y entre las organizaciones de derechos humanos que han denunciado las condiciones en las que se realiza el proceso de deportación.
Algunos de los ecuatorianos deportados han señalado que las condiciones durante los traslados son degradantes, con restricciones de movilidad y procedimientos estrictos que les impiden incluso acceder a necesidades básicas durante el vuelo. El impacto de estas deportaciones es significativo, no solo para quienes regresan sino para sus familias, que en muchos casos han invertido grandes sumas de dinero en la travesía, esperando una mejor oportunidad en el extranjero.
El Gobierno ecuatoriano ha reiterado su compromiso con la protección de los derechos de sus ciudadanos en cualquier circunstancia. Según la Cancillería, el país está listo para recibir a sus ciudadanos y brindarles la asistencia necesaria. Sin embargo, el desafío de la reinserción de los deportados sigue siendo una preocupación, ya que muchos regresan sin recursos ni oportunidades claras de empleo.
Las operaciones del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE) se han intensificado en varias ciudades del país tras el regreso de Donald Trump a la presidencia. El domingo 26 de enero, las autoridades llevaron a cabo 956 arrestos en un solo día, la cifra más alta registrada en una jornada desde el inicio de su administración. En total, al menos 2.681 detenciones han sido efectuadas desde la toma de posesión del mandatario, según un informe de NBC News.