El acceso a servicios básicos como la electricidad sigue siendo un desafío para comunidades rurales en Ecuador. El gobierno, a través el Ministerio de Energía y Minas, a través de la Empresa Eléctrica Quito (EEQ), anunció que una iniciativa de energía alternativa beneficiará a 2.700 ciudadanos que habitan en áreas rurales. Esta acción es parte del proyecto de Electrificación Rural con Sistemas Fotovoltaicos (SFV), que utiliza energía solar como fuente renovable para proporcionar electricidad a familias cuyos hogares están lejos de la red eléctrica tradicional, según informó el Ministerio de Energía.
Hasta el año 2024, el proyecto había instalado 912 sistemas fotovoltaicos en localidades rurales como El Chaco, Gualea, Lloa, Mindo, Nanegalito, Manuel Cornejo Astorga, Perucho, San José de Minas, Puéllaro, Gonzalo Díaz de Pineda, San Antonio, Pedro Vicente Maldonado, entre otras. Estos sistemas tienen una capacidad promedio de 1.000 Wh/d, suficiente para satisfacer necesidades energéticas básicas como iluminación, funcionamiento de electrodomésticos esenciales y carga de dispositivos electrónicos.
La implementación de estos sistemas no solo busca impactar la calidad de vida de las familias beneficiadas, sino que también tiene por objetivo contribuir a la sostenibilidad ambiental. Según datos proporcionados por la EEQ, el uso de energía solar evita la emisión de aproximadamente 258 toneladas anuales de dióxido de carbono (CO2). Este esfuerzo se alinea con los objetivos de desarrollo sostenible al reducir la huella de carbono del país y disminuir la dependencia de fuentes de energía no renovables.
La ministra de Energía y Minas (e), Inés María Manzano, y la gerente general de la EEQ, Elizabeth Landeta, visitaron recientemente la parroquia rural Nanegalito, en el noroccidente de Pichincha, para inspeccionar el funcionamiento de los sistemas instalados en la zona. Durante la visita, destacaron cómo la iniciativa ha mejorado la vida de las familias beneficiadas, otorgándoles acceso a un recurso que antes era inaccesible debido a las condiciones geográficas, de acuerdo con lo informado por la cartera de Estado.
Además de proporcionar acceso a electricidad, este proyecto pretende fortalece la inclusión energética en Ecuador, enfocándose en las comunidades más alejadas y vulnerables.
El proyecto busca impactar de diversas maneras a las comunidades no solo al cubrir necesidades domésticas, sino para crear oportunidades para el desarrollo económico local. Por ejemplo, permite a los pequeños agricultores almacenar productos perecibles y facilita el acceso a la información a través de dispositivos tecnológicos, mejorando sus oportunidades de integración en mercados más amplios.
La energía solar es una fuente renovable que aprovecha la radiación del sol para generar electricidad o calor. Este tipo de energía es sostenible, limpia y representa una alternativa importante frente a los combustibles fósiles, ya que no emite gases de efecto invernadero ni contribuye al cambio climático. Se utiliza principalmente a través de paneles fotovoltaicos, que convierten la luz solar en electricidad, o sistemas térmicos que generan calor para uso industrial o doméstico.
A nivel global, China lidera el uso de energía solar con una capacidad instalada que supera los 300 GW, gracias a su enfoque estratégico en energías renovables y su industria manufacturera de paneles solares. Estados Unidos es otro referente, especialmente en estados como California y Texas, donde las políticas de incentivo y las condiciones climáticas favorables han impulsado el crecimiento de este sector. Europa también se destaca, con países como Alemania y España, que han implementado proyectos masivos de energía solar para diversificar sus fuentes de energía y cumplir con los compromisos ambientales.
En América Latina, países como Chile y México están a la vanguardia. Chile cuenta con algunas de las mayores plantas solares del continente en el desierto de Atacama, donde la radiación solar es una de las más altas del mundo. México, por su parte, ha desarrollado proyectos importantes como Villanueva, una de las plantas solares más grandes del hemisferio occidental.
Además, en naciones africanas como Sudáfrica y Marruecos, la energía solar está ganando terreno como solución para garantizar acceso a la electricidad en zonas rurales y mitigar la dependencia de combustibles importados. En Marruecos, por ejemplo, el complejo solar Noor, es uno de los mayores del mundo.