El Gobierno de Bolivia tiene dos contratos para la explotación de litio estancados en la Asamblea Legislativa, cuya Comisión de Economía Plural los rechazó este jueves porque no habrían presentado la documentación completa.
La administración de Luis Arce espera la aprobación de los contratos con las empresas Uranium One, de Rusia, y Hong Kong CBS, de China. De acuerdo al diputado Walty Egüez los proyectos llegaron sin los anexos que contienen información sobre los montos y las cuotas que tendrían las partes firmantes.
“Por unanimidad se ha aprobado que no se va a tratar ningún contrato concerniente al litio, tanto lo de la empresa china como de la empresa rusa, hasta que el Ejecutivo no remita documentación completa de los contratos legalizada, para cada uno de los diputados”, informó Egüez, presidente de la comisión y agregó que el envío incompleto de los proyectos es una “irresponsabilidad” con el objetivo de “ocultar datos”.
El contrato con la empresa china es para la puesta en marcha de dos complejos industriales con la tecnología de extracción directa de litio (EDL) en el salar de Uyuni, el principal yacimiento del elemento en el suroeste boliviano. “El total de la inversión que CBC compromete con el país es de 1.030 millones de dólares para la producción e industrialización del litio en el país”, manifestó el presidente Luis Arce, en noviembre cuando se dio a conocer el acuerdo.
En tanto, el contrato con la firma rusa es por 970 millones de dólares para una planta que produciría 14.000 toneladas anuales de carbonato de litio con un sistema de piscinas de evaporación. A finales de 2023, el país inauguró el complejo industrial en Uyuni que luego fue cuestionado presuntas irregularidades en su montaje.
Los acuerdos, según el Gobierno, otorgan a Bolivia una participación del 51%, lo que aseguraría el control estatal sobre el recurso. Sin embargo, algunos legisladores y actores políticos de Potosí -departamento donde se encuentra ubicado el yacimiento de litio- consideran que hay riesgos significativos y que los beneficios para el país no están asegurados.
Bolivia tiene una de las mayores reservas de litio en el mundo, estimadas en unos 23 millones de toneladas, según estudios estatales, pero ambos contratos están pendientes de aprobación por la Asamblea Legislativa, donde el oficialismo enfrenta obstáculos debido a que no tiene mayoría parlamentaria y la bancada del Movimiento Al Socialismo (MAS) está dividida.
Pese al rechazo de ambos contratos, el oficialismo logró la aprobación de dos créditos externos que durante meses estuvieron paralizados en la Asamblea Legislativa y que suman un total de 400 millones de dólares para proyectos de agua y de emergencias por desastres naturales.
El primer crédito es del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por 250 millones de dólares y está destinado a “emergencias por desastres naturales y de salud pública”. El segundo es un proyecto de “gestión resiliente del agua para riego comunitario y familiar” por 150 millones de dólares provenientes del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) dependiente del Banco Mundial.
Durante el último año de gestión, el presidente Arce denunció que los legisladores tenían “bloqueados” estos y otros créditos pendientes de aprobación como una estrategia política en contra de su Gobierno. “Es una política asfixiante, generada a propósito, para que en Bolivia aparezcan los nuevos salvadores y lo primero que van a hacer es destrabar todos los créditos y empezar a recibir los desembolsos y por obra de magia va a empezar a aparecer los dólares en la economía”, afirmó en diciembre.