La transición en Uruguay es, probablemente, de las más largas del mundo. El nuevo presidente del país se conoce en octubre o noviembre (en caso de que haya balotaje) y recién asume su cargo el 1° de marzo. En el medio hay más de tres meses de definiciones sobre las primeras políticas, los cargos a ocupar en los ministerios y los puestos que serán para la oposición.
En este proceso está Yamandú Orsi, el presidente electo del país, quien instaló su oficina en un edificio sobre la rambla de Montevideo y desde allí realiza estas actividades. Este jueves, el presidente electo recibió a su competidor en el balotaje, el nacionalista Álvaro Delgado, en medio de disputas en la futura oposición por el liderazgo.
La charla se extendió durante cerca de una hora y media y –según la reconstruye La Diaria– los dirigentes conversaron sobre los aspectos de la última campaña, el rol de la oposición y los puestos que se le van a ofrecer a los partidos del actual oficialismo, aunque no llegaron a definiciones.
En Uruguay, es habitual que los directores de las empresas públicas y otros organismos de contralor tengan mayoría del oficialismo, pero que también cuenten con integrantes de la oposición.
Además, Orsi y Delgado charlaron sobre la posibilidad de llegar a acuerdos en temas de seguridad.
“Teníamos muchos temas pendientes. Habíamos quedado en el mismo día del balotaje de juntarnos a conversar para pensar en los temas que tienen que ver con políticas de Estado y cuáles son las coincidencias”, declaró el presidente electo, en una rueda de prensa.
Orsi dijo que avanzaron en los criterios de adjudicación de los cargos de contralor, pero aseguró que no hablaron específicamente de cuántos puestos le otorgará el gobierno electo a la oposición. Alejandro Sánchez, el futuro secretario de la Presidencia (un rol similar al del jefe de gabinete), será el encargado de llevar adelante esas negociaciones.
¿Pero con quién conversará? Delgado también tiene una interna en su partido que resolver. Hace una semana, Búsqueda informó que él llevaría adelante las negociaciones con el respaldo del presidente Lacalle Pou, pero la noticia no cayó bien en Alianza País, el sector más votado dentro del partido hacia las elecciones de octubre.
A la salida del encuentro con Orsi, Delgado destacó que su gobierno haya definido que algunos jerarcas de la administración actual continuarán en sus cargos. Es el caso, por ejemplo, del coordinador de Estrategias de Seguridad Integral y Preventiva del Ministerio del Interior, Diego Sanjurjo, un hombre del Partido Colorado. También seguirá en el cargo el director de la Policía, José Azambuya.
“El Frente Amplio había sido muy crítico del tema de la seguridad, y obviamente nosotros habíamos sido mucho más críticos con el Frente Amplio en la gestión anterior. Lo entiendo como un mensaje de que no estaba todo tan mal. Yo creo que hay un reconocimiento implícito no solo a la idoneidad de algunas personas, sino también al resultado de algunas políticas”, señaló Delgado.
La definición de los cargos que ocupará la oposición seguramente se conocerá en febrero y, por estos días, el gobierno electo está presentando los equipos de los ministerios.
Fernanda Cardona, la ministra designada de Industria, Energía y Minería, presentó quienes ocuparán las direcciones y señaló que durante su gestión se apostará a la “defensa de la industria nacional y de las empresas públicas, que han demostrado ser vanguardia en el Uruguay”. “Tenemos que retomar ese camino porque generan ingresos genuinos para el Estado, que los vamos a necesitar para generar otras políticas públicas”, dijo en una rueda de prensa.
Carlos Negro, el futuro ministro de Interior (a cargo de la seguridad), también presentó sus direcciones y destacó que el equipo que designó “prioriza la formación y la excelencia por encima de cualquier consideración”.