El Gobierno de Bolivia advirtió que comienza un periodo crítico por las intensas lluvias que azotan al país

Ocho departamentos de Bolivia están sufriendo intensas lluvias que han provocado destrozos en viviendas e infraestructura pública, han dañado cultivos y provocado la pérdida de al menos 18 personas.

El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) ha emitido alerta naranja para casi todo el país hasta el 31 de enero y las autoridades nacionales advierten que el país está por atravesar un “periodo crítico”.

“Estamos ingresando a un periodo crítico que se va a caracterizar por intensas lluvias en gran parte del territorio nacional y eso, obviamente, genera la probabilidad de algunas inundaciones, de manera que tenemos que estar preparados”, afirmó el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes a la radio Erbol.

Anoche una fuerte lluvia de varias horas dejó anegadas calles de El Alto y La Paz, causando preocupación en los vecinos por la vulnerabilidad topográfica de la sede de Gobierno donde anteriormente hubo deslizamientos y desborde de ríos.

Hasta la fecha, hay 53 municipios afectados de los cuales 11 se declararon en situación de desastre, la mayoría en el departamento de La Paz, según el reporte de la Federación de Asociaciones Municipales. El único departamento que no se ha visto afectado por las lluvias es Oruro, aunque la alerta hidrológica también se activó para este departamento.

Uno de los episodios más devastadores ocurrió a mediados de enero en el municipio paceño de Quime, donde dos ríos se desbordaron y atravesaron la población provocando que al menos 25 viviendas queden destruidas y otras diez en riesgo de colapso. Anteriormente en dos zonas de La Paz y Cochabamba se registraron deslizamientos de lodo que provocaron la muerte de cinco personas y daños en más de 40 viviendas.

Según el reporte del Viceministerio Defensa Civil, se contabilizaron hasta el momento 50.171 familias afectadas y 296 las viviendas que quedaron “completamente destruidas”, como consecuencia de las inundaciones.

Desde el inicio de la temporada de lluvias, a finales de noviembre, 18 personas perdieron la vida por causas relacionadas. La primera víctima fue una niña de cinco años que falleció en el deslizamiento de La Paz y las dos últimas son hermanas que fueron arrastradas por un río en el municipio de Sacaba, en Cochabamba, cuyos cuerpos fueron rescatados el martes.

La temporada de lluvias en Bolivia suele extenderse hasta marzo.

En los últimos días el municipio de Monteagudo, en Chuquisaca, quedó aislado por el derrumbamiento de un puente en la ruta hacia Huacareta. Según informó el director del Servicio Departamental de Caminos, Giorgino García, hubo un desborde del río San Miguel del Bañado que anegó el puente y arrastró parte del terraplén. “La crecida del río alcanzó niveles que no se registraron en muchos años en esta región”, manifestó García, citado por el periódico El Deber.

Las autoridades esperan que baje el caudal del río para ingresar con maquinaria pesada y restablecer la transitabilidad en la zona.

Por otro lado, este miércoles se cortó temporalmente el tránsito en la carretera antigua que conecta Santa Cruz de la Sierra con la región de los valles debido a derrumbes que dejaron el camino cubierto de piedras y lodo. La Policía pidió a las personas que transitar con precaución por el riesgo inminente de caída de rocas.