Ecuador vuelve a las urnas el próximo mes de febrero y, como en elecciones anteriores, deben elegir entre un alto número de candidatos. Dos son figuras de primera línea, como el presidente Daniel Noboa; algunos son rostros recurrentes de la política nacional y local; pero también hay varios nombres hasta ahora desconocidos. El debate del domingo se plantea como un escaparate para todos.
Los comicios se celebrarán en tres semanas, el 9 de febrero, y esa contienda televisada será la única ocasión en que los 16 candidatos podrán explicar sus propuestas y confrontar a sus rivales, a no ser que haya segunda vuelta entre los dos más votados.
Tres ejes dividen el espacio de discusión: seguridad, en un país afectado por una fuerte crisis de violencia criminal, eficiencia del Estado y crecimiento económico.
Debido al número de candidatos, el debate se dividió en dos, los primeros ocho se medirán en 90 minutos, los otros en 90 minutos posteriores. Debido a este formato y al sorteo que determinó quiénes estarán en cada fragmento, los dos aspirantes que lideran las encuestas no se verán las caras.
Daniel Noboa, presidente y candidato a la reelección de tendencia de derecha, estará en el primer turno mientras que Luisa González, aspirante de la Revolución Ciudadana apadrinada por el expresidente Rafael Correa, irá al segundo. Entre los dos, suman más del 70% de la intención de voto, según las últimas encuestas.
Los restantes 14 postulantes, de acuerdo con esas mediciones, tienen menos del 2% de apoyo y muchos de ellos son virtuales desconocidos para la mayoría de los ecuatorianos.
En la primera franja del debate presidencial, que se realizó entre las 19h00 y las 20h30 (hora de Ecuador) los ocho primeros candidatos presentaron propuestas y protagonizaron momentos clave. Henry Cucalón, de Construye, destacó su compromiso con la seguridad y el combate a las mafias, mientras Jimmy Jairala, de Centro Democrático, apeló a la esperanza y a generar oportunidades para los jóvenes. Un momento notable fue cuando el presidente y candidato Daniel Noboa, de ADN, no pudo nombrar a los cuatro niños asesinados en Guayaquil. El candidato de Unidad Popular, Jorge Escala, afirmó que “se acabó el tiempo” para Noboa y Correa. El aspirante de CREO, Francesco Tabacchi, propuso “mano dura” y colaboración internacional para la seguridad, mientras que Henry Kronfle del Partido Social Cristiano, Luis Felipe Tillería de Avanza y Juan Iván Cueva de AMIGO presentaron sus propuestas. Todos coincidieron en que Ecuador atraviesa una crisis profunda que requiere acciones concretas.
En la segunda franja del debate presidencial, los candidatos protagonizaron momentos de confrontación. La más criticada fue Luisa González, del correísmo. Andrea González Nader acusó al socialismo del siglo XXI de pactar con las FARC y politizar tragedias, además de culparlo por la desaparición de la cascada San Rafael. El candidato del Partido Socialista Ecuatoriano, Pedro Granja cuestionó la integridad de González al afirmar: “No tengo experiencia de robar ni mentir”, mientras que Iván Saquicela, de Democracia Sí, rechazó sus acusaciones de liberar a alias Rasquiña y resaltó su papel, como ex juez, en condenar a Rafael Correa y Jorge Glas.
En cuanto a propuestas, González prometió créditos productivos, inversión pública y combatir economías criminales, aunque evitó responder sobre la extradición de Correa. Otros candidatos, como Enrique Gómez de Suma, abogaron por desarrollo sostenible, y Víctor Araus, de Pueblo, Igualdad y Democracia, endureció su discurso prometiendo eliminar derechos de delincuentes y fortalecer el control fronterizo. Leonidas Iza de Pachakutik destacó la lucha estructural contra el crimen y la renegociación de la deuda externa. Carlos Rabascall, de la Izquierda Democrática, en cambio criticó la política de austeridad por afectar sectores clave como la energía, salud y seguridad. El debate evidenció profundas diferencias ideológicas, con González en el centro de las críticas.
Tras presentar sus argumentos, el segundo grupo de candidatos mencionó su mensaje final y con ello concluyó el debate presidencial en Ecuador.
Enrique Gómez de Suma llamó a la acción y destacó que “Ecuador vive una crisis”, además aseguró que su compromiso es rescatar al país. Por su parte, Luisa González, del correísmo, apeló a la verdad como eje central de su propuesta: “Tenemos la oportunidad de cambiar la mentira por la verdad”, dijo. Mientras que Carlos Rabascall, de la Izquierda Democrática, indicó haber hablado con la verdad durante el debate.
Otros candidatos hicieron un llamado a un electorado más consciente y crítico. Andrea González Nader, del Partido Sociedad Patriótica, instó a los votantes a ser informados: “Tenemos que transformarnos de electores de redes a electores informados”. En tanto, Pedro Granja, del Partido Socialista Ecuatoriano, se dirigió al electorado y señaló que merecen una vida distinta y que tienen la oportunidad de “castigar a los mismos de siempre”. Iván Saquicela, candidato de Democracia Sí, afirmó que “las grandes transformaciones comienzan con grandes sueños”.
En un mensaje más enfático, Leonidas Iza, de Pachakutik, destacó la resiliencia del pueblo ecuatoriano y afirmó que “el Ecuador no es un pueblo de mendigos, es un pueblo rebelde, honesto y trabajador”. Además, Iza despidió a Noboa con un irónico “thank you, bye bye”. Finalmente, Víctor Araus, del movimiento Pueblo, Igualdad y Democracia, cerró con la promesa de que “los delincuentes irán a las cárceles, y los asesinos y violadores al cementerio”.
El candidato de Suma, Enrique Gómez propuso un modelo de desarrollo sostenible basado en el fortalecimiento de sectores como la pesca, agricultura, minería y explotación de petróleo con responsabilidad ambiental. Indicó que los embajadores de Ecuador deberían ser evaluados por las divisas que generan para el país. También mencionó su experiencia en una comunidad indígena donde los habitantes manifestaron su apoyo a la minería.
Luisa González, del correísmo, aseguró que no subirá impuestos y criticó el uso de los 3 puntos adicionales del IVA, afirmando que no han garantizado seguridad. Propuso generar inversión pública en carreteras, viviendas y créditos productivos con tasas bajas, fortaleciendo la economía social y solidaria. Además, prometió combatir las economías criminales que financian jueces corruptos, aunque evitó responder sobre la extradición de Rafael Correa, acusando a Iván Saquicela, de Democracia Sí, de liberar a alias Rasquiña. Saquicela rechazó la acusación y recordó que condenó al líder de la Revolución Ciudadana.
Por su parte, Carlos Rabascall, de la Izquierda Democrática, criticó la política de austeridad por afectar sectores clave como la energía, salud y seguridad, mientras Andrea González Nader, del Partido Sociedad Patriótica, señaló que el Ecuador, con su “constitución de alma chavista”, no puede competir económicamente y enfrenta un futuro incierto debido a la dependencia petrolera. Advirtió que, de continuar al ritmo actual, el país tardaría 100 años en alcanzar niveles similares a los de Chile. También acusó a la Revolución Ciudadana, de el expresidente Correa, de haber impedido el ingreso de jóvenes a un ecosistema laboral sano.
El candidato del Partido Socialista Ecuatoriano, Pedro Granja expresó que reducir el tamaño del Estado implicaría más despidos y criticó la falta de profundidad del debate, calificándolo de caricatura. Por su parte, Saquicela abogó por la inversión pública y privada para dinamizar la economía, propuso destinar un punto del IVA a créditos y aseguró que es necesario “barrer” con jueces y fiscales corruptos.
Mientras que, Leonidas Iza, de Pachakutik, planteó adoptar el modelo anticorrupción de Singapur y limpiar de corrupción a las empresas públicas. Propuso condonar deudas de hasta USD 10.000 para agricultores, bajar el IVA al 12% y renegociar la deuda externa sin afectar al pueblo, además de rechazar la minería a gran escala. Por último, Víctor Araus del movimiento Pueblo, Igualdad y Democracia, prometió un plan anticorrupción enfocado en recuperar la obra pública y cobrar a los morosos que adeudan al Estado.
El candidato de Democracia Sí, Iván Saquicela propuso la eliminación del Consejo Nacional de la Judicatura, argumentando que esta institución permitió que el correísmo controlara los juzgados y cortes de justicia. Además, planteó la reducción del número de legisladores y sugirió que los asambleístas solo reciban remuneración por las sesiones a las que asistan.
Por su parte, el candidato de Pachakutik, Leonidas Iza, destacó que Ecuador tiene “el medicamento más barato del mundo” y señaló que las aseguradoras deberán incluir cobertura para enfermedades catastróficas. Iza aseguró que los servicios públicos son sagrados y rechazó cualquier intento de privatización. En defensa de estos servicios, justificó las movilizaciones organizadas en el pasado, afirmando que estas no fueron actos de violencia, sino una forma de garantizar derechos fundamentales: “Por lo menos pusimos USD 200 millones en esas movilizaciones que ustedes llaman violencia. Violencia es no tener pan de cada día”, dijo.
Víctor Araus, del movimiento Pueblo, Igualdad y Democracia, presentó propuestas enfocadas en garantizar medicina gratuita, así como en priorizar la educación pública con desayuno, almuerzo y útiles escolares gratuitos para los estudiantes. En su intervención subrayó la importancia de la educación en valores y aseguró que no permitirá la inclusión de la ideología de género en las escuelas: “Si se meten con las familias y los niños, se meten conmigo”. Además, anunció su intención de proponer una reforma al IESS para evitar que los gobiernos “metan la mano” al dinero de los afiliados.
En el ámbito político, Araus aclaró que no tuvo injerencia en la elección de los candidatos a la Asamblea Nacional del partido que lo auspicia, aunque reconoció que al enterarse de que uno de ellos está vinculado en el caso Metástasis, fue el primero en oponerse.
Pedro Granja, del Partido Socialista Ecuatoriano, afirmó que la seguridad, la salud y la educación no se privatizarán en su administración, pero destacó que una empresa privada europea participará en proyectos de energía eólica en el país. Sobre la eficiencia en los servicios públicos, señaló que esto implica un enfoque integral que abarca tanto el talento humano como la permanencia en el tiempo de las políticas. En el ámbito de seguridad, prometió dar de baja a las cúpulas militar y policial, y seleccionar a sus reemplazos con la colaboración de organismos como el espacio Schengen y Estados Unidos, en referencia a los retiros de visas por corrupción. También anunció la contratación de 1.000 psicólogos y psiquiatras como parte de sus propuestas.
Granja respondió a su interpelante Víctor Araus, de Pueblo, Igualdad y Democracia, señalando que, aunque dice defender a los policías, “su propia tropa no va a votar por usted”, y contrastó esta afirmación destacando que él mismo enfrenta el mayor índice de amenazas debido a su trabajo.
Al ser interpelado por Luisa González, del correísmo, Granja reiteró que tiene “las manos limpias” y enfatizó que no tiene experiencia en robar ni mentir. Además, Granja destacó su formación como “experto antimafia graduado en las mejores universidades italianas”.
Finalmente, recordó el caso de la narcovalija, ocurrido durante el gobierno de Rafael Correa, como un ejemplo de las problemáticas que planea enfrentar.
La candidata del Partido Sociedad Patriótica, Andrea González Nader, destacó que durante el gobierno de Rafael Correa se creó CELEC, una entidad que empezó a absorber unidades de negocio a cambio de pagos, y vinculó a esos procesos corruptos con figuras como Ronny Aleaga, Latin King y ex asambleísta correísta, ahora prófugo, y a Marcela Aguinaga, actual prefecta del Guayas. Señaló que con Lenín Moreno la situación se agravó y que en el gobierno de Guillermo Lasso se otorgaron “contratos a dedo”. En su intervención criticó a la Constitución ecuatoriana, a la que calificó de “chavista”, por considerar como excepcional la participación privada en el sector energético, diferenciándola de los modelos de Colombia y Perú.
En cuanto a las propuestas, subrayó que Ecuador debe producir 5.300 megavatios para garantizar su seguridad energética y sugirió inversiones a largo plazo en energía geotérmica, dada la posibilidad de que continúen fenómenos como el estiaje y la sequía. Al ser interpelada por Luisa González, la candidata del correísmo; González Nader recordó que fue la primera en denunciar el caso de la licencia ambiental que se concedió a Lavinia Valbonesi, esposa del presidente Daniel Noboa, para un proyecto inmobiliario en un bosque protector y aprovechó para criticar a la correísta por politizar tragedias para atraer la atención. También cuestionó la inversión del correísmo de USD 3.000 millones en una hidroeléctrica que causó un socavón. A la vez que acusó al gobierno de Correa de la desaparición de la cascada San Rafael, en la Amazonía.
El candidato de Democracia Sí, Iván Saquicela propuso combatir la corrupción mediante la implementación de la “muerte civil” a corruptos en el marco jurídico ecuatoriano, con apoyo de Naciones Unidas, al referirse a casos como el del ex vicepresidente Jorge Glas. Además, anunció la depuración de “narcogenerales” en la fuerza pública y destacó su papel en las condenas del expresidente Rafael Correa y Glas. Además, subrayó la importancia del uso de la tecnología y la inteligencia artificial para gestionar la seguridad y la justicia.
Leonidas Iza de Pachakutik, por su parte, enfatizó que el crimen organizado no es solo un problema judicial, sino estructural, con jueces y fiscales que actúan como “soldaditos de la mafia”. Propuso perseguir a los líderes criminales, cerrar las fronteras y coordinar con gobiernos involucrados en el consumo, producción y comercialización de drogas. Además, se comprometió a recuperar los barrios con servicios de calidad, tomar control efectivo de las 36 cárceles del país y combatir a los grupos económicos que, según él, se benefician del crimen organizado y del 3% del incremento del IVA, que realizó el presidente Daniel Noboa.
Víctor Araus, candidato por el movimiento Pueblo, Igualdad y Democracia, presentó sus propuestas para combatir la delincuencia y reformar el sistema de justicia en Ecuador. El general de policía prometió eliminar los derechos de los delincuentes y construir “tres grandes cárceles y tres cementerios”. Señaló que las cárceles serán para los delincuentes, mientras que “asesinos y violadores irán al cementerio”. Además, aseguró que ningún policía en su gobierno tendrá miedo de usar la fuerza letal para enfrentar a los criminales.
En cuanto a la migración, planteó que todos los extranjeros deberán demostrar su situación regular en un plazo de 90 días y quienes no cumplan serán deportados a sus países de origen. También anunció que habrá control policial y militar en puertos y aeropuertos, con especial énfasis en los privados, para combatir el tráfico de drogas.
Araus afirmó que desconocerá los instrumentos internacionales que niegan la pena de muerte a los países y propondrá a nivel regional que se revise la posibilidad de instaurar esta medida en Ecuador. “No se trata de ir a matar, sino de defender al ciudadano de bien”, aseguró.
El candidato del Partido Socialista Ecuatoriano, Pedro Granja, al ser cuestionado sobre seguridad y sistema judicial, señaló que no puede intervenir directamente en la justicia, ya que hacerlo lo convertiría en un dictador. Según él, la única manera legítima de hacerlo es a través de una Asamblea Constituyente. En su intervención, recordó el emblemático caso de la narcovalija, sucedido durante el gobierno de Rafael Correa, cuando una maleta diplomática de Ecuador llegó a Italia con 40 kilos de pasta de cocaína.
En relación al caso del ex vicepresidente y sentenciado por corrupción Jorge Glas, Granja afirmó que no le concedería un indulto, pero reconoció que, como “hombre de derecho”, si la justicia determinara su liberación, se vería obligado a otorgarle el salvoconducto para salir del país, en caso de que decidiera irse a México.
Sobre el narcotráfico, Granja indicó que el consumo problemático de drogas está relacionado con problemas estructurales y enfatizó que la solución debe abordarse a través de políticas de prevención. Subrayó la importancia de atacar las raíces del problema para generar un impacto sostenible en la lucha contra el narcotráfico.
La candidata del Partido Sociedad Patriótica Andrea González Nader afirmó que “el Socialismo del Siglo XXI (en referencia al correísmo) pactó con las FARC para utilizar el mar territorial ecuatoriano” como ruta para sacar cocaína del país, lo que resultó en una “constitución chavista y garantista” que, según ella, ha dejado a los jueces “contra la pared”, a la policía como “carne de cañón” y ha convertido a las cárceles en “centros de entrenamiento”. Además, denunció que la justicia está controlada por la narcopolítica y vinculó la crisis de seguridad y económica con una profunda crisis política. También señaló que “el 80% de la droga del país sale por los puertos privados de Guayaquil” y aseguró que, con la constitución actual, Ecuador no podrá librarse del narcotráfico.
En cuanto al sistema judicial y tras ser interpelada por el candidato Iván Saquicela, ex juez nacional, criticó la designación de Wilman Terán como presidente del Consejo de la Judicatura. Terán ha sido sentenciado en el caso Metástasis por delincuencia organizada. Tras casos emblemáticos de corrupción, la candidata señaló que “derecha e izquierda comparten al juez con el narcotraficante de turno”. Además, recordó su experiencia como profesora en Guayaquil, a la que calificó como “una de las ciudades más peligrosas del mundo”. Ella aseguró que “los adolescentes no abandonaron los útiles escolares por armas”, sino que “les quitaron todo para convertirlos en borregos de un proyecto político que los quería idiotas”. Calificó a Ecuador como un narcoestado.