Uruguay redujo el atraso cambiario y está ante un escenario “más riesgoso” para la inflación

La economía uruguaya se reactivó tras la sequía y el efecto Argentina que sufrió en 2023 y habría crecido un 3,5% en 2024

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Las exportaciones, el "motor" de
Las exportaciones, el "motor" de la economía uruguaya (EFE/Emilio Naranjo)

La economía uruguaya se reactivó en 2024 tras dejar atrás una fuerte sequía que lo afectó en 2023 y los efectos de la brecha cambiaria con Argentina, que provocó grandes pérdidas ante los viajes de los uruguayos a comprar en el país vecino. Durante el año, sin embargo, los exportadores se quejaron de un “brutal” atraso cambiario que afectó especialmente a ese sector. Ese problema se ha comenzado a reducir, pero ahora surge otro riesgo en el horizonte: ¿la inflación podrá seguir estando controlada?

El Banco Central del Uruguay (BCU) estima que la economía uruguaya creció 3,5% en 2024 (el dato del cierre del año recién se conocerá en marzo) y proyecta un guarismo similar para este 2025, según el informe de Política Monetaria consignado por El País. Sin embargo, prevé que haya un “escenario inflacionario más riesgoso” en los próximos dos años.

De acuerdo con indicadores de alta frecuencia y proyecciones de corto plazo de los servicios, se espera que el nivel de actividad se expanda en los próximos dos trimestres en términos desestacionalizados, impulsado por el consumo privado”, dice el informe.

Uruguay dejó atrás la fuerte
Uruguay dejó atrás la fuerte sequía de 2023 (EFE/ Gastón Britos)

La autoridad monetaria de Uruguay asegura que la economía del país confirmó su “dinamismo” en 2024 tras superar los “impactos negativos” de 2023. A los factores adversos que hubo el año pasado, se le suma la parada técnica que tuvo la refinería de petróleo de la estatal Ancap y la finalización de las obras de la segunda planta de UPM, en Paso de los Toros. La suma de estos elementos afectaron el crecimiento en 2023.

En el escenario que el Banco Central toma como referencia, la economía uruguaya crecería 3,5% en el año. “Este ritmo se mantendría en 2025, mientras que la variación del PIB [Producto Interno Bruto] en 2026 se aproximaría a su crecimiento tendencia (2,5%); en ambos casos, impulsados por el gasto privado”, dice el texto.

Las exportaciones serían el “principal factor de crecimiento” de 2024, por la “reversión de los efectos de la sequía sobre los cultivos y la actividad pecuaria”. “El gasto privado también contribuiría al crecimiento, al influjo de la recuperación de la masa salarial y la disolución de la fuga de consumo hacia Argentina observada en 2023, a lo que se agrega, a partir del último trimestre de 2024, el ciclo a la baja de tasas por parte de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos”, dice el texto.

Uruguay crecería un 3,5% en
Uruguay crecería un 3,5% en 2024 -el dato se conocerá en marzo- (REUTERS/Andres Stapff)

Para el 2025 y 2026, en tanto, el principal “motor” del crecimiento de la economía será el gasto privado. Mientras tanto, se espera que el gasto público contribuya en forma levemente negativa ante la ausencia de un presupuesto por tratarse del primer año del gobierno de Yamandú Orsi. Para el 2026, este ítem jugará en forma neutra.

“Esta proyección está enmarcada en un alto nivel de incertidumbre, asociado en buena medida al desempeño de la región, la que mantiene desequilibrios económicos persistentes”, agrega.

Sobre el atraso cambiario, el texto afirma que desde septiembre hubo “presiones al alza” del precio del dólar en el mercado doméstico, algo que tuvo un origen en los mercados internacionales.

El ministro de Ganadería, Agricultura
El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca Uruguayo, Fernando Mattos, recorre campos y charla con productores. El campo se quejó del atraso cambiario en Uruguay

“Esta depreciación nominal del peso contribuyó al aumento del Tipo de Cambio Real Efectivo, el que se depreció 5,7% en el cuarto trimestre (el dato de diciembre es preliminar) con respecto al intermedio anterior, al impulso de la relación con Argentina y China”, explica el informe del Central.

La autoridad monetaria asegura que el “atraso cambiario” bajó desde en torno al 15% en 2023 al 8% a fines de 2024.

La inflación en el país lleva 19 meses dentro del rango que las autoridades del Banco Central fijaron como meta pero la institución proyecta que puede haber un alza. La “senda proyectada de inflación corrige al alza en el punto de partida y en la mayor parte del horizonte de la política monetaria, aunque se mantiene siempre dentro del rango meta”. A fin de 2026, se ubicaría en el centro del rango: 4,5%.

La confianza de que la inflación promedio del horizonte de política monetaria se encuentre dentro del rango, se reduce desde un 65% estimado en el informe anterior al actual valor del 58%, dando cuenta de un escenario inflacionario más riesgoso”, concluye el informe de la autoridad monetaria uruguaya.

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