Entre los dos asesinatos que conmocionaron al barrio hubo apenas 50 metros de distancia. Uno ocurrió en la madrugada de la Navidad. Geral Froste, un adolescente de 14 años que era arquero de las divisiones formativas de Montevideo City Torque, fue a separar una discusión entre vecinos y recibió un disparo que fue letal. A las semanas, un joven de 22 años fue asesinado con su bebé de dos años en brazos.
Los crímenes sucedieron en el barrio Nuevo Ellauri de Montevideo, una de las “zonas calientes” según define la ONG Barrios Sin Violencia, en una crónica del diario uruguayo El País. Esta organización implementa una estrategia de intervención focalizada que se basa en el modelo Cure Violence, que propone capacitar a líderes barriales para la reducción de la delincuencia.
Geral Froste, el golero de Torque asesinado, está grabado para siempre en una de las paredes del barrio. Allí hay un mural con una imagen del futbolista y una leyenda: “No todos los héroes llevan capa, algunos usan guantes”.
A ese lugar suele ir el padre del menor. “Venimos para recordarlo, era un lugar que él frecuentaba”, contó al medio de Uruguay.
Froste murió por intentar separar una pelea que sus padres mantenían con unos vecinos. El cuñado de quien está imputado por este asesinato había salido hacía poco tiempo de la cárcel y tuvo una discusión con el padre del golero porque él no lo saludó. Esta pelea derivó en que intervengan padres y vecinos, lo que motivó un nuevo enfrentamiento.
La segunda pelea pasó a mayores y hubo golpes de puño. La madre del juvenil de Torque se peleó con la ex novia del hombre que disparó contra el adolescente. Froste recibió cuatro balazos y cayó en los pies de su madre. Fue trasladado y en una policlínica cercana constataron el fallecimiento.
En Nuevo Ellauri es un barrio periférico de Montevideo, pero que está a solo 20 minutos del Centro de la capital uruguaya. En ese lugar casi todos se conocen y el sonido de las balaceras se ha vuelto rutina, es casi un ruido de fondo que no sorprende a los vecinos, según narra la crónica de El País a partir del testimonio de alguno de ellos.
El otro homicidio que conmovió la zona ocurrió el 6 de enero. El joven de 22 años salió de su casa con su beba y desde una moto le dispararon varias veces. Todavía no hay pistas claras sobre este asesinato. Sí se sabe que el hombre tenía más de 20 indagatorias y que estuvo en prisión tras ser acusado de asesinar a una policía, un hecho que no pudo ser comprobado. Ámbar, la bebé de dos años y medio, fue operada tres veces. Está en terapia intensiva en el hospital pediátrico Pereira Rossell. Recibió 15 disparos en el tórax, el abdomen, la pelvis, los brazos y las piernas.
Diego Sanjurjo, el coordinador de Estrategias Focalizadas de Prevención Policial del Delito, declaró que se trata de un barrio de “contexto crítico”. “En esos barrios, en esas poblaciones, se conjugan una cantidad de factores de riesgos que no pueden tener otra consecuencia que la violencia y el crimen”, explicó el funcionario, que pese a pertenecer al Partido Colorado continuará en el Ministerio del Interior durante el gobierno de Yamandú Orsi.
“Las personas que viven ahí sufren una enorme cantidad de limitaciones: altos niveles de pobreza, muy bajo nivel de escolarización, altísimas tasas de desempleo, problemas de salud mental, problemas de consumo, problemas de drogas. Todo eso es un caldo de cultivo enorme para los grupos criminales y para la criminalidad en general”, agregó el asesor.