La inflación anual de Brasil se aceleró en el último mes y reforzó las especulaciones sobre el Banco Central, que sugieren que podría aumentar el ritmo de alzas de sus tasas de interés.
Según los datos oficiales publicados por Brasilia, en noviembre, los precios al consumidor registraron una suba interanual del 4,87% frente al mismo mes de 2023, apenas por encima de la estimación de 4,85% expuesta por Bloomberg a partir de una encuesta realizada a economistas. Estas cifras se traducen en un aumento mensual del 0,39% de los precios.
Gran parte del número total se debe a un incremento del 1,55% en el valor de los alimentos y las bebidas, seguido de un alza del 0,89% en los costos del transporte, especialmente en lo que respecta al encarecimiento de los pasajes de avión.
En tanto, el costo de la vivienda cayó un 1,53% y se registraron precios más bajos en el rubro energético gracias a las precipitaciones de las últimas semanas.
No obstante esto último, en el último tiempo, los activos brasileños sufrieron un desplome a raíz de escepticismo de muchos inversionistas por los esfuerzos del presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, por sanear las cuentas públicas, que se suman a la caída del 20% que el Real ya sufrió este año y que repercutió, a su vez, en el costo de las importaciones.
A esta situación se suma, por otro lado, una sequía sin precedentes que en el último año dañó cosechas y vació depósitos de agua de centrales hidroeléctricas, provocando que los reguladores debieran subir sus precios durante unos meses.
En este contexto, muchos han especulado con que el Banco Central podría aumentar el ritmo del alza de sus tasas de interés, una noticia que se espera se conozca esta semana. Cabe resaltar que, ya el pasado 12 de noviembre, la institución había subido 0,50 puntos porcentuales el tipo, fijándolo en un 11,25% anual, lo que fue su mayor nivel desde diciembre de 2023.
Adriana Dupita, economista, es poco optimista sobre los números del país sudamericano en el mediano plazo y considera que un anuncio de la principal entidad monetaria es posible.
“El informe del IPC de noviembre aumentará la preocupación de los responsables políticos sobre las perspectivas de inflación a corto plazo de Brasil. Las alzas anualizadas de los precios subyacentes y de los servicios se aceleraron muy por encima del techo objetivo”, comenzó explicando.
“Con un mercado laboral ajustado y una moneda en dificultades, hay pocas razones para esperar una mejora a corto plazo. Los últimos datos de inflación dan al Banco Central más motivos para acelerar su ritmo de tasas el miércoles”, sumó al respecto.
Similar a Dupita, Jason Tuvey, economista jefe adjunto de mercados emergentes de Capital Economics, escribió en un reciente artículo de investigación que “los riesgos se inclinan firmemente hacia un alza aún mayor de las tazas, especialmente si el Gobierno no logra calmar las preocupaciones fiscales de los inversionistas”.
A la par, la mayoría de los analistas consultados por Bloomberg coinciden con esta visión y prevén que la inflación se mantenga por encima de su objetivo al menos hasta 2027, lo que supondrá un importante desafío para el presidente entrante de la entidad monetaria, Gabriel Galipolo, quien estará al frente desde enero.
(Con información de Bloomberg)