En Cali, Colombia, Paola dejó a su bebé a cargo de una niñera. Cuando fue a retirar al bebé, ni él ni la niñera estaban. La niñera no contestaba las llamadas de Paola y fue entonces cuando supo que algo estaba mal. Sucedió el 14 de agosto de 2021. Desde ese entonces, Paola empezó la búsqueda que la llevaría a reencontrarse con su pequeño en Ecuador, casi tres meses y medio después del rapto.
Hace unas semanas, en el hospital infantil Francisco de Ycaza Bustamante, ubicado en el sur de Guayaquil, recibió a un niño de un año que tenía golpes y estaba grave, por lo que fue ingresado a terapia intensiva. Los adultos que llevaron al pequeño al centro de salud lo abandonaron y ahora la Policía intenta localizarlos, pues se trataría de los secuestradores del pequeño.
Cuando Paola empezó la búsqueda de su hijo, recibió una llamada de un hombre desconocido. Habían pasado algunas semanas desde que le arrebataron a su bebé y el hombre misterioso le daba luces sobre el paradero del pequeño. El hombre le aseguró a Paola que el pequeño había sido trasladado a Guayaquil.
Con esa pista, la madre viajó 1.136 kilómetros desde Cali a la ciudad costera ecuatoriana. Llegó al país y lo primero que hizo al arribar a Guayaquil fue interponer una denuncia en la Fiscalía de Guayaquil. Con esa alerta, la Unidad de Desaparecidos comenzó la búsqueda del pequeño. Hace un mes, le informaron a Paola que un niño, que coincidía con la descripción de su hijo, había ingresado al hospital y que estaba herido.
El pequeño había sido ingresado al hospital con sus nombres, pero sus apellidos había sido modificados. Paola acudió a la casa de salud y reconoció a su pequeño. Como parte del proceso legal, Paola y su hijo se sometieron a una prueba de ADN que confirmó su parentesco. Luego de la travesía, Paola y su bebé se reencontraron. El 1 de diciembre, el pequeño fue dado de alta y la Policía Nacional se lo entregó a su madre.
El secuestro de bebés venezolanos en Colombia y su traslado a Ecuador
Paola es venezolana y lo que sucedió con ella y su bebé, también les pasa a otras migrantes venezolanas cuyos bebés son secuestrados, trasladados hacía Ecuador para luego, posiblemente, ser enviados a Europa, así lo reveló en mayo de este año una publicación del Diario El Tiempo de Colombia.
El medio colombiano tuvo acceso a un informe de una operación llamada Natus, que estaba liderada por el Grupo de Articulación Operacional de Policía Judicial de Migración Colombia y por la Fiscalía.
“La organización delincuencial estructuró su portafolio de servicios criminales, abordando mujeres en estado de gestación; especialmente venezolanas, para que una vez nacidos los menores estos fueran entregados para ser vendidos”, se lee en el documento al que tuvo acceso El Tiempo.
La publicación del medio señala que la organización delincuencial registra a los bebés de manera irregular para posteriormente sacarlos de Colombia y trasladarlos “hacia Ecuador y posiblemente llevarlos a Europa”.
En julio de este año, hubo otro secuestro con el mismo método con el que fue robado el bebé de Paola. En ese entonces, Noelis, otra joven madre venezolana y residente en Bogotá, dejaba al cuidado de dos jóvenes a su hija de 6 meses. La necesidad de trabajar hacía que Noelis deba confiar en esas mujeres que un día se llevaron a su hija.
El Tiempo de Colombia recoge que las mujeres de 18 y 22 años le dijeron a Noelis que irían a visitar a un familiar y también a comprar algunos juguetes. Noelis aceptó pero les advirtió que regresen temprano “pues pienso dar una vuelta con mi hija”. Al anochecer, las jóvenes no llegaban y Noelis interpuso una denuncia el Gaula de la Policía Metropolitana de Bogotá.
La Policía interceptó a las jóvenes que secuestraron a la bebé en Tomila, a 230 kilómetros de Bogotá. “Tras la investigación a través de análisis de información en los terminales, así como de revisión de cámaras de seguridad, el Gaula de la Policía detectó que la intención de las mujeres era sacar la niña del país y llevarla a Ecuador”, recoge el medio colombiano.
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