
La alusión a la resiliencia e identidad del pueblo judío, sintetizada en el lema hebreo “Am Yisrael Chai” (“el pueblo de Israel vive”), surgió como mensaje central durante una ceremonia celebrada en Jerusalén por el presidente israelí Isaac Herzog, quien transmitió un llamado firme a la comunidad internacional para enfrentar el repunte de ataques antisemitas registrados en diversas regiones. Según informó el medio original, Herzog calificó la situación actual como una “emergencia global”, advirtiendo sobre la proliferación de hostilidad y discriminación contra comunidades judías y subrayando la urgencia de respuestas colectivas y coordinadas a nivel mundial.
El evento, según detalló el medio original, incluyó un reconocimiento especial a quienes participaron en las tareas de rescate tras el ataque en la playa de Bondi, en Sídney, donde dos personas armadas abrieron fuego durante una celebración de Janucá. Este atentado resultó en la muerte de quince personas, y las autoridades australianas lo catalogaron como un acto terrorista impulsado por el odio hacia la comunidad judía. Herzog utilizó este hecho como ejemplo de la tendencia creciente de actos violentos dirigidos contra judíos, integrándolo a su análisis de la actual escalada global del antisemitismo.
De acuerdo con la información publicada, Herzog instó a líderes y representantes de gobiernos, organizaciones y ciudadanía a implementar políticas rigurosas, así como mecanismos de coordinación y cooperación internacional para abordar el fenómeno del antisemitismo y otras formas de intolerancia étnica y religiosa. El mandatario argumentó que la implementación de respuestas debe trascender el plano legislativo o de seguridad, y enfatizó la necesidad de involucrar activamente a toda la sociedad. “Esta situación representa una llamada urgente a la acción para evitar la próxima catástrofe”, sostuvo Herzog, quien propuso que la lucha contra el antisemitismo ocupe un lugar central en las agendas internacionales y se traduzca en compromisos transversales asumidos por los Estados y sus sociedades.
Tal como consignó el medio original, Herzog destacó que los prejuicios y la desinformación cumplen un papel en el mantenimiento y propagación de la hostilidad y la discriminación. El presidente remarcó la importancia de bloquear la circulación de “mentiras y sesgos” que perpetúen la animadversión hacia el pueblo judío, y exhortó a rechazar todas aquellas narrativas que normalicen o fomenten la hostilidad. Insistió en la construcción de sociedades sustentadas en la diversidad, el respeto mutuo y la veracidad, observando que la inclusión social resulta un recurso fundamental para contener tanto el avance del odio como la circulación de información falsa y los ataques contra minorías religiosas.
El medio original indicó que, posterior al atentado en Sídney, se registraron múltiples gestos públicos de solidaridad de líderes y representantes internacionales hacia las víctimas y sus familias, junto a declaraciones en las que se reclamaba la coordinación de estrategias para frenar la violencia y la discriminación contra minorías religiosas. Herzog relacionó estos pronunciamientos con la importancia de respuestas conjuntas para evitar la repetición de agresiones semejantes, e insistió en que ni la aplicación estricta de la ley ni la acción policial resultan suficientes para enfrentar la escalada de acciones y discursos antisemitas.
Durante su intervención, el presidente de Israel pidió que los poderes públicos desarrollen políticas sustentadas en consensos amplios, con el objetivo de fortalecer valores democráticos y consolidar la convivencia pacífica. De acuerdo al medio citado, Herzog argumentó que solo una implicación plena de la ciudadanía podrá prevenir nuevas manifestaciones violentas antes de que provoquen daños irreparables a las comunidades involucradas.
El acto oficial incluyó un reconocimiento explícito a los equipos de rescate y a los ciudadanos que participaron en la atención de los afectados por el ataque de Bondi. Herzog afirmó, según el medio original, que estas muestras de ayuda representan el potencial de las comunidades para sobreponerse a las adversidades y renovar los lazos de solidaridad. El presidente vinculó la ayuda desinteresada y la responsabilidad colectiva con la capacidad social de respuesta ante emergencias, subrayando su importancia para la cohesión y protección de los grupos vulnerables.
Antes de finalizar su discurso, Herzog enfatizó el compromiso de Israel con la defensa frente a toda manifestación de terrorismo o de antisemitismo, haciendo especial mención de la necesidad de mantener sistemas de vigilancia permanentes y perfeccionar tanto los mecanismos jurídicos como sociales que aseguren la integridad de las poblaciones en riesgo. El mandatario elevó el llamado a la cooperación internacional, colocando el fomento de la diversidad y el respeto entre los componentes esenciales para sociedades que aspiran a ser plurales, reportó el medio original.


