Al concluir el Jubileo de la Esperanza, el Vaticano busca prolongar el clima de renovación espiritual con la convocatoria inédita de todos los cardenales del mundo en una reunión extraordinaria planteada para el 7 y 8 de enero. Esta iniciativa será el primer consistorio extraordinario del pontificado actual y tiene como objetivo primordial fortalecer la colaboración y la búsqueda de consensos frente a los desafíos que enfrenta la Iglesia católica, según detalló la Santa Sede a través de un comunicado.
El encuentro se realizará tras la clausura de la Puerta Santa en la Basílica de San Pedro el 6 de enero, acto que simboliza el cierre oficial del año jubilar. Apenas concluida esta ceremonia, dará inicio la asamblea cardenalicia, configurando un tránsito inmediato de la intensa vivencia espiritual a una fase de evaluación, diálogo y proyección estratégica para la Iglesia universal, de acuerdo con el Vaticano.
La Santa Sede informó que este consistorio extraordinario se distingue de las reuniones ordinarias, las cuales suelen tratar temas delimitados, como la canonización de santos. En esta ocasión, el formato extraordinario permitirá abordar un abanico más amplio de cuestiones, incluyendo retos emergentes en diferentes regiones y asuntos globales de la Iglesia, además de fomentar la corresponsabilidad y el intercambio de perspectivas entre los responsables eclesiásticos.
De acuerdo con el comunicado vaticano, las sesiones previstas comprenderán tanto momentos de oración como espacios de debate e intercambio, orientados a consolidar la fraternidad dentro del colegio cardenalicio. Durante estas jornadas, los cardenales ejercerán su responsabilidad de aconsejar y respaldar al Papa en la toma de decisiones que afectan a la organización y el gobierno general de la Iglesia católica.
El Vaticano remarcó que esta convocatoria persigue consolidar los lazos de comunión entre el Papa, considerado Obispo de Roma, y los cardenales, quienes juegan un papel central en el asesoramiento y apoyo directo para la administración y el discernimiento sobre cuestiones eclesiales globales. Se espera que el nuevo formato de encuentro propicie la escucha mutua y el intercambio de perspectivas entre representantes de distintas diócesis y comunidades, favoreciendo así la construcción de consensos en momentos de exigencia internacional para la Iglesia.
El comunicado oficial destacó que, aunque no se proporcionaron de antemano los temas específicos a debatir, el objetivo es generar consejo y discernimiento en comunidad frente a cuestiones complejas que demandan cooperación y decisiones participativas. El Vaticano resaltó el valor de los consistorios extraordinarios para enfrentar situaciones que requieren respuestas compartidas y una cohesión renovada entre los líderes eclesiásticos.
Esta cita del 7 y 8 de enero se produce tras antecedentes recientes de reuniones cardenalicias. El pasado 13 de junio, el Papa encabezó un consistorio ordinario centrado en trámites relacionados con canonizaciones y el análisis de candidatos a la santidad. Previamente, en agosto de 2022, Francisco convocó el anterior consistorio extraordinario con la finalidad de reflexionar sobre la composición mundial del colegio cardenalicio e incorporar nuevos miembros al mismo. Según consignó la Santa Sede, estos precedentes reflejan la progresiva adaptación de estos encuentros, subrayando la importancia de la modalidad extraordinaria para abordar conjuntamente los retos de la actualidad.
La Santa Sede afirmó que la misión de los cardenales va más allá de aconsejar al pontífice, incluyendo la tarea de acompañar y respaldar al Papa en el gobierno pastoral y en la conducción global de la Iglesia. El consistorio extraordinario permitirá abordar cuestiones transversales en un ambiente diseñado para el discernimiento colectivo, enfocando tanto en los problemas emergentes como en las oportunidades para fortalecer la unidad interna.
El Vaticano afirmó que la elección de realizar el consistorio de inmediato tras el Jubileo busca establecer continuidad entre el impulso espiritual generado durante el año jubilar y la necesidad de reflexión y acción estratégica por parte del cuerpo cardenalicio. La Santa Sede remarcó que el encuentro contribuirá tanto al diálogo como a la formación de criterios compartidos para afrontar los desafíos presentes y futuros, lo que incluye una atención especial a la comunión y la colegialidad entre los miembros del colegio cardenalicio.
Finalmente, la convocatoria ha sido presentada por el Vaticano como una de las citas centrales en la agenda global de la Iglesia al inicio de 2025, proyectando su impacto más allá de los límites del Estado vaticano y señalando la trascendencia que se le atribuye a la unidad y al discernimiento colectivo en una etapa marcada por retos internacionales y la búsqueda de respuestas consensuadas dentro de la comunidad católica.
