Alrededor de 130.000 personas se quedan sin electricidad en San Francisco (EEUU)

Autoridades locales y la empresa PG&E coordinaron una respuesta para priorizar hospitales y zonas críticas, limitar la movilidad y proteger a los sectores vulnerables ante una falla que interrumpió servicios esenciales, desplazamientos y actividades comerciales en toda la ciudad

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El proceso de restablecimiento del suministro eléctrico en San Francisco puso especial atención en proteger a los residentes más vulnerables, incluyendo adultos mayores, personas con movilidad limitada, niños y pacientes dependientes de equipos médicos, según reportó el canal digital de emergencias de la ciudad. En medio de esta situación, la ciudad enfrentó una interrupción masiva de electricidad que afectó a unas 130.000 personas, lo que demandó la intervención coordinada entre la municipalidad y la empresa PG&E para restaurar servicios prioritarios y mantener la seguridad colectiva.

Tal como informó el canal digital de emergencias, la respuesta institucional ante el apagón se enfocó desde el inicio en garantizar el funcionamiento de hospitales, residencias de adultos mayores y centros de atención de emergencias. Según detalló PG&E, la estrategia de recuperación se adaptó a la localización de los daños y a la magnitud de las fallas en la red, con una secuencia de acciones dirigida a minimizar el impacto especialmente en lugares que dependen del suministro eléctrico para la atención médica y la seguridad de los habitantes.

PG&E puntualizó que sus cuadrillas trabajaron siguiendo protocolos de urgencia y seguridad para atender en primer lugar las zonas consideradas de mayor riesgo. La coordinación con las autoridades locales permitió una intervención expedita en las áreas críticas, antes de avanzar gradualmente hacia los barrios residenciales afectados. El canal digital de emergencias señaló que la disponibilidad de equipos técnicos especializados determinó el avance en el restablecimiento del servicio, priorizando la reactivación de infraestructuras clave.

La municipalidad, en colaboración con PG&E, implementó restricciones estrictas a la movilidad de personas y vehículos para facilitar la labor de los trabajadores de emergencia y reducir riesgos derivados de los semáforos inoperantes. La policía local reforzó patrullajes y presencia en corredores prioritarios e intersecciones sensibles, con el objetivo de resguardar el orden vial y prevenir accidentes, de acuerdo con lo consignado por el canal digital de emergencias. La concentración de esfuerzos en estos puntos respondió a la necesidad de proteger tanto la integridad de los equipos de trabajo como la seguridad de la población.

El alcalde Daniel Lurie, a través de la señal municipal, apeló a la colaboración ciudadana para evitar la circulación innecesaria durante el corte. Lurie expresó: “Si no necesita viajar esta noche, por favor, manténgase alejado de las calles y en interiores. Ampliaremos la presencia de oficiales en las intersecciones y corredores para garantizar la seguridad de quienes aún están en la carretera. Seguimos en estrecho contacto con PG&E mientras restablecen la energía y mantendremos a todos informados a medida que continúa el trabajo”. Esta directiva buscó reducir la exposición a posibles peligros y permitir que las cuadrillas técnicas pudieran trabajar sin obstáculos.

De acuerdo con lo detallado por el canal digital de emergencias, el apagón alteró directamente la vida diaria en San Francisco. Muchos centros educativos suspendieron clases presenciales, y las oficinas públicas limitaron sus operaciones a gestiones esenciales con el propósito de evitar la aglomeración de personas en situaciones de riesgo. En el sector comercial, numerosos establecimientos cerraron sus puertas temporalmente. Solo los negocios designados como indispensables permanecieron en funcionamiento, una medida asociada a la falta de iluminación y señalización urbana que incrementaba los peligros potenciales.

Las autoridades municipales ajustaron sus estrategias de respuesta a la evolución del incidente y a los informes técnicos que proporcionó PG&E, informó el canal digital de emergencias. Se priorizó la protección de grupos en condición de vulnerabilidad a lo largo del proceso, particularmente aquellos que requieren soporte médico constante y quienes residen en instalaciones de cuidado prolongado. Tanto el canal digital de emergencias como PG&E reiteraron que esta orientación guiaba todas las decisiones sobre la secuencia de reconexión y el uso responsable de los servicios de emergencia.

La gestión de la seguridad pública incluyó la emisión de recomendaciones claras a la ciudadanía para no acercarse a las barreras de trabajo, los equipos de reparación ni a la infraestructura eléctrica intervenida. Ambas entidades subrayaron la importancia de mantener la distancia y reportar solo situaciones de gravedad, para evitar sobrecargar los sistemas de emergencia y permitir una respuesta más eficiente a las verdaderas urgencias.

El canal digital de emergencias y PG&E establecieron espacios de información en tiempo real. A través de estos canales, los residentes recibieron actualizaciones sobre el avance en la restauración eléctrica, cambios en el funcionamiento de oficinas públicas, bloqueos viales y las áreas impactadas por los trabajos técnicos. También se emitieron alertas preventivas y recomendaciones específicas dirigidas a la seguridad durante la contingencia, con el fin de minimizar los riesgos y maximizar la eficacia operativa.

La política de restricción de movilidad y uso cauteloso de los servicios de emergencia permanecerá vigente hasta que la empresa PG&E y el canal digital de emergencias confirmen la reanudación total del servicio eléctrico en San Francisco. Esta medida, según ambas entidades, se fundamentó en el compromiso de priorizar las necesidades de los sectores más sensibles y de mantener la comunicación continua con la población desde el inicio de la emergencia. Durante todo el proceso, las autoridades enfatizaron la necesidad de informar de manera constante a la ciudadanía sobre los cambios en la situación y sobre nuevas disposiciones vinculadas a la contingencia eléctrica, poniendo foco en los habitantes con mayores riesgos y necesidades.