Un total de quince provincias y Melilla activan avisos mañana por lluvia, nieve, olas y viento

Las autoridades refuerzan planes de emergencia ante un intenso temporal que traerá temperaturas extremas, cortes de carreteras, restricciones marítimas y posibles afectaciones económicas, según la Agencia Estatal de Meteorología y medios nacionales consultados por el servicio oficial

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La previsión de nevadas en cotas bajas, como los 900 metros de altitud en el noroeste peninsular, lleva a la activación y reorganización de planes de emergencia por parte de las autoridades, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y medios nacionales que han consultado los datos del servicio oficial. Quince provincias de la península y la ciudad autónoma de Melilla se enfrentarán mañana a avisos oficiales por fenómenos como lluvias intensas, fuertes vientos, nevadas y condiciones marítimas peligrosas, con la puesta en marcha de estrategias coordinadas de protección civil y ajustes en los recursos municipales y autonómicos.

Tal como publicó la AEMET y replicaron medios nacionales, las medidas incluyen la intensificación del monitoreo meteorológico y operativos de seguridad durante el fin de semana, especialmente en regiones propensas tanto a nevadas acumuladas, como León, Zamora, Lugo y Ourense, como a incidentes por clima adverso. Estas provincias han recibido la alerta amarilla ante el riesgo de acumulaciones de nieve, lo que podría ocasionar cortes en pasos de montaña y carreteras secundarias, por lo que los servicios de emergencia preparan respuestas específicas para evitar bloqueos y gestionar atascos derivados de la meteorología.

En el ámbito marítimo, tanto A Coruña como Pontevedra sobresalen con alerta naranja, debido a un pronóstico de oleaje importante que podría afectar la navegación y causar restricciones en la actividad pesquera y logística. Según difundió la AEMET, el nivel de advertencia amarilla alcanza también a Málaga, Barcelona, Menorca, Mallorca, Ibiza, Formentera y Melilla, en previsión de lluvias intensas y factores marítimos adversos. Como respuesta, las autoridades han reforzado las recomendaciones y orientaciones dirigidas a quienes trabajan en el litoral, con el objetivo de proteger tanto actividades recreativas como comerciales en las áreas costeras.

La distribución de las lluvias será dispar. El oeste de Galicia, las Islas Baleares, la zona oriental de Cataluña y el mar de Alborán recibirán la mayor cantidad de precipitaciones, con posibilidad de tormentas eléctricas, recoge la AEMET según los medios consultados. Por el contrario, en la Cantabria oriental y en el este peninsular, a excepción de Cataluña y el área pirenaica, las lluvias aparecerán de manera más aislada y de menor intensidad. El seguimiento de este frente frío demandará vigilancia continua y ajustes en tiempo real por parte de los organismos implicados.

La evolución de la cota de nieve es identificada como un punto clave: mientras que en el interior peninsular la nieve comenzará a aparecer en altitudes de entre 1.500 y 1.700 metros, este umbral descenderá hasta niveles de 1.200 o 1.400 metros según avance el episodio. En zonas del noroeste, el umbral baja a 900 metros, mientras que, en el sureste, se mantiene por encima de los 2.000 metros. Estos datos, citados de la AEMET por medios nacionales, determinan la actualización de protocolos de cierre de vías y el establecimiento de rutas alternativas con la finalidad de resguardar la movilidad y la seguridad comunitaria.

Respecto al impacto en la actividad portuaria y el tráfico marítimo, la AEMET y los medios coinciden en que Almería, Granada, Asturias, Cantabria, Lugo, Guipúzcoa y Vizcaya experimentarán restricciones operativas por el mal estado del mar. Estas limitaciones repercutirán en la operatividad comercial y pesquera, lo que podría traducirse en consecuencias económicas directas. Los planes de emergencia buscan mantener abiertas rutas marítimas críticas y facilitar operaciones de auxilio ante una eventualidad.

El pronóstico del viento añade otro elemento de riesgo. Según lo reportado por la AEMET, predominarán los vientos de componente oeste en la península, con ráfagas especialmente destacadas en el litoral norte y el mar de Alborán. En Melilla se esperan vientos de poniente, mientras que el norte peninsular y Baleares registrarán flujos de norte y este. Estos patrones aumentarán la complejidad para el transporte marítimo y la movilidad de mercancías, además de incidir en la viabilidad de actividades deportivas náuticas.

La niebla densa constituirá un obstáculo adicional en múltiples áreas montañosas, valles del noreste y la meseta sur, como alertó la AEMET y difundieron los medios. La reducción de la visibilidad aumentará los riesgos de circulación y requerirá la mejora de la señalización, así como una mayor presencia de personal de tráfico para disminuir la probabilidad de incidentes viales. Esta situación podría afectar también al transporte ferroviario y a vuelos en el noroeste, condicionando la normalidad en los servicios logísticos y de movilidad.

El comportamiento térmico previsto en los informes oficiales refleja contrastes relevantes: las temperaturas máximas experimentarán un aumento en la zona cantábrica y los valles del Ebro, pero descenderán notablemente en el noreste, Andalucía, Ceuta, Melilla y las Islas Baleares. Respecto a las mínimas, se espera un ascenso en el sector oriental, mientras que se prevé una disminución en buena parte del resto del territorio peninsular, todo ello sin grandes variantes para el archipiélago canario. Las heladas persistirán en áreas montañosas y puntos de ambas mesetas, incidiendo en los hábitos cotidianos y la movilidad de la población local.

De acuerdo con el análisis global de la AEMET, facilitado a través de medios nacionales, la realidad meteorológica de este episodio se caracteriza por la combinación de lluvias repetidas, nevadas en cotas bajas, vientos de intensidad y fuerte oleaje. El organismo meteorológico remarca la obligación de limitar los desplazamientos y mantener actualizadas tanto las instrucciones como las recomendaciones para la ciudadanía. Los riesgos asociados a la movilidad terrestre y marítima han motivado reestructuraciones de los servicios de transporte y ajustes en la infraestructura, especialmente en el norte peninsular y las Baleares, áreas donde la evolución meteorológica resulta prioritaria para la seguridad.

Las prioridades de los servicios de emergencia se sitúan en la protección de zonas costeras, controles de tráfico en pasos de montaña y la continuidad segura de las conexiones portuarias. Las recomendaciones insisten en la coordinación y rapidez comunicativa entre organismos, aspectos señalados tanto por la AEMET como por los medios nacionales consultados.

En cuanto a la situación de Canarias, los informes oficiales citados por los medios indican que el archipiélago experimentará una meteorología más estable, con predominio de vientos alisios de moderada intensidad y precipitaciones muy débiles, concentradas principalmente en el norte de las islas centrales y occidentales. En las restantes áreas del archipiélago, apenas se prevén lluvias, y no se espera que el temporal alcance la magnitud que presenta en la península.

La AEMET concluyó, de acuerdo con lo reportado por diversos medios nacionales, que el seguimiento permanente y la adaptación a las condiciones cambiantes serán esenciales para afrontar las emergencias que puedan surgir. El llamado se mantiene para que la población y los organismos involucrados permanezcan atentos ante la acumulación de nieve, lluvias persistentes, oleaje elevado y vientos intensos, actuando según las indicaciones oficiales a medida que evolucione la situación meteorológica anunciada para este fin de semana.