R.Unido cree que el ataque del dron subacuático ucraniano en Novorosíisk ha minado la confianza de Rusia

Analistas británicos sostienen que la ofensiva nocturna del “Sea Baby” en la base naval rusa ha expuesto fallas estratégicas, forzando una reubicación de buques rusos y generando inquietud en la cúpula militar de Moscú sobre su defensa

Guardar

El submarino ruso que resultó afectado por una ofensiva nocturna en la base naval de Novorosíisk permaneció sin movimiento desde el impacto, lo que, según los informes británicos, refuerza la hipótesis de que su funcionalidad quedó severamente dañada. Esta inmovilización llevó a una reorganización de las embarcaciones rusas en la región, en medio de temores de nuevas operaciones de este tipo. De acuerdo con el Ministerio de Defensa del Reino Unido, citado por un medio británico, este hecho ha modificado el despliegue habitual de la Flota del Mar Negro, que ha optado por redistribuir sus buques dentro y fuera del puerto, alterando así su estrategia operativa.

Tal como publicó el Ministerio de Defensa británico, la acción, ejecutada por un dron subacuático denominado "Sea Baby" durante la noche entre el 14 y el 15 de diciembre, puso de relieve ciertos vacíos en la defensa de la base rusa. El dron logró impactar a un submarino de la clase Varshavyanka, designada por la OTAN como clase Kilo, identificado probablemente como el B-271 'Kolpino'. El comunicado difundido sostiene que este ataque marca un episodio sin precedentes en Novorosíisk, ya que no existían antecedentes de sabotajes similares en dicha ubicación hasta el momento.

Según consignó la inteligencia militar del Reino Unido, el incidente provocó inquietud entre los altos mandos navales rusos. La preocupación principal radica en el riesgo de que se repitan acciones que logren vulnerar las denominadas defensas robustas de sus bases. El informe revela que la penetración del "Sea Baby" a través de múltiples capas de seguridad exhibe la evolución en el desarrollo y la implementación de sistemas autónomos por parte de Ucrania, lo que ha obligado a Moscú a revisar su protección de activos navales fundamentales y a acelerar la adopción de cambios para reducir futuras amenazas.

El Ministerio de Defensa del Reino Unido subrayó que la capacidad ucraniana para emplear técnicas de guerra marítima asimétrica representa una transformación en las dinámicas del conflicto en el Mar Negro. “Demuestra categóricamente el rápido desarrollo de la competencia y la capacidad de las fuerzas marítimas ucranianas, en particular utilizando sistemas no tripulados”, afirmó el informe oficial, citado y traducido por el medio británico. Este comentario institucional apunta a que el éxito de la incursión nocturna supone tanto un desafío técnico como táctico para la doctrina defensiva rusa.

Según detalló el medio británico, la reacción de la Flota del Mar Negro ha sido dispersar embarcaciones por la zona portuaria y alrededores, buscando minimizar el peligro de nuevos ataques subacuáticos. El propio Ministerio de Defensa del Reino Unido explicó que este tipo de dispersión busca limitar el alcance de acciones como la sufrida por el 'Kolpino' y evitar que más buques queden expuestos a tecnologías no tripuladas hostiles.

Además, el reporte identificó consecuencias no solo materiales sino también psicológicas. La acción introdujo dudas en el comando militar ruso sobre la suficiencia de su sistema de defensa actual y sobre su capacidad para resguardar naves y submarinos considerados vitales. De acuerdo con la evaluación británica, la percepción de inseguridad podría derivar en cambios sustanciales tanto en la estructura de la base como en los procedimientos operativos rutinarios.

El medio británico precisó que esta situación evidencia un nuevo punto de inflexión en la guerra naval en la región. Hasta ahora, la base de Novorosíisk no figuraba en la lista de objetivos vulnerados por medios no convencionales. La entrada del “Sea Baby” y su éxito en la operación han forzado a la cúpula rusa a redefinir protocolos y potencialmente incrementar la vigilancia sobre activos estratégicos.

La determinación mostrada por Ucrania al ejecutar esta misión con tecnología no tripulada ha sido calificada por el Ministerio de Defensa británico, según el medio mencionado, como una señal de la adaptación y el avance tecnológico en el teatro de operaciones. La irrupción del sabotaje subacuático complica la tradicional defensa marítima y exige a Rusia nuevas soluciones ante el riesgo de que los ataques se repliquen en otras instalaciones navales.

Finalmente, el informe británico difundido este sábado apuntó que operaciones como la ocurrida en Novorosíisk erosionan la sensación de seguridad en el alto mando ruso y generarán, en el corto y mediano plazo, la revisión de las capacidades defensivas de la Flota del Mar Negro. La publicación enfatiza que este precedente introduce un desafío importante para las fuerzas marítimas rusas y redefine los estándares de protección en una fase cambiante del conflicto bélico.