
Durante la recta final de la función, Manolo García compaginó la interpretación de temas recientes con composiciones icónicas de diferentes periodos de su carrera, uniendo piezas como “Somos levedad”, inspirada en versos de Antonio Machado, junto a repertorio clásico entre los que destacó “Nunca el tiempo es perdido”, “Un poco de amor” y “Viernes”. Según detalló Europa Press, la velada culminó con una ovación generalizada y un bis en el que García reunió varias rancheras antes de cerrar con “Insurrección”, título especialmente solicitado por el público dado el reencuentro próximo de El Último de la Fila previsto para 2026. El espectáculo, presenciado por cerca de 3.000 asistentes en el Palacio Municipal de Ifema de Madrid, significó el arranque de la gira teatral del artista y la presentación ante el público de su décimo disco, “Drapaires Poligoneros”.
Europa Press reportó que la función se celebró el 19 de diciembre y marcó el regreso de García a un formato de teatro con ambiente intimista, aunque matizado por una propuesta de mayor proximidad y participación directa de la audiencia. En su acceso al escenario, García irrumpió por una puerta lateral mientras, en paralelo, proyecciones de acuarelas, paisajes y escenas de flamencos componían una escenografía cuidada y distintiva. El diseño visual sirvió de apoyo a una estructura musical sustentada en la alternancia de material nuevo con clásicos revisitados, bajo un enfoque en la variedad estilística y la interacción constante con los asistentes.
El repertorio incluyó estrenos procedentes de “Drapaires Poligoneros”, como “Pequeña e ingenua reflexión” y “Zapatero”, que fue recibida entre aplausos y expresiones de entusiasmo que, según reportó Europa Press, confirmaron la buena acogida del público al nuevo material. Junto al estreno de nuevas canciones, García ofreció versiones renovadas de temas conocidos como “Un nudo gordiano”, “Lustre y lumbre”, “Mujer sola, hombre solo” y “No estás solo, tienes tu voz”, aplicando variaciones en los arreglos y los sonidos que, de acuerdo con el medio, responden al deseo del artista de mantener su catálogo actualizado y relevante.
Uno de los momentos de mayor cercanía tuvo lugar durante la interpretación de “Carbón y ramas secas”, cuando García abandonó el escenario para desplazarse entre los asistentes, lo que reforzó la conexión directa con el público, según consignó Europa Press. Además de estas incursiones en la sala, la dinámica de la noche incluyó invitaciones reiteradas a la participación, con el artista promoviendo la colaboración activa mediante comentarios irónicos, entre ellos observaciones sobre la condición de los trabajadores autónomos y una petición para que el público se pusiera de pie durante la canción “Como quién da un refresco”.
A lo largo de la función, García alternó interpretaciones de temas recientes con éxitos establecidos, incluyendo piezas como “Sobre el oscuro abismo en que te meces”, “A San Fernando, un ratito a pie y otro caminando” y “Prefiero el trapecio”, cuyos estribillos motivaron respuestas colectivas y contribuyeron a acentuar un sentido de comunidad destacado por Europa Press. El desarrollo de la noche integró además adaptaciones acústicas de canciones anteriores, entre las que resaltó “La sombra de una palmera” por sus matices flamencos, y pausas en las que el músico compartió recuerdos personales, evocaciones de su juventud y referencias musicales que abarcaron tanto a Led Zeppelin como a Joan Manuel Serrat.
Europa Press recogió la declaración del artista sobre la dirección renovadora de su repertorio: “Canto canciones nuevas porque quiero vivir del presente, en un hoy, no quiero vivir del pasado”. La prensa relató otros momentos en los que García remarcó ante la sala la dimensión abierta y democrática del concierto, incluyendo el comentario: “Esto es una democracia, que nadie abuse de nadie. Queremos que estéis todos contentos, queremos cantar y respirar”, en una declaración que precedió el intermedio y reafirmó la vocación participativa del evento.
El enfoque de la gira teatral incluyó la priorización del intercambio directo con el público y la actualización constante de las canciones, apoyado en el uso de recursos audiovisuales. Europa Press recalcó que el contacto físico frecuente con los espectadores, el uso de relatos personales y la elaboración de arreglos inéditos constituyeron elementos centrales para consolidar la implicación emocional de quienes asistieron al concierto.
Europa Press puntualizó que la gira de García ha conseguido agotar localidades en quince ciudades, lo que evidencia su capacidad para atraer a un público diverso y mantener una convocatoria amplia tras décadas de trayectoria. El modelo escénico elegido para esta serie de conciertos buscó fortalecer la relación entre intérprete y audiencia, mediante un montaje visual y musical que facilitara la integración y el compromiso mutuo.
La experiencia de la noche inaugural en Madrid estuvo definida, según argumentó Europa Press, por el equilibrio entre canciones históricas y material novedoso, dentro de una atmósfera teatral que permitió el despliegue de un diseño escénico orientado a la interacción y la cercanía. La selección de repertorio, la interacción continua y la participación del público delinearon los rasgos distintivos de este nuevo capítulo en la carrera en vivo de Manolo García.

